Ť Analiza la ONU el proyecto de resolución para enviar una fuerza de paz
Han sido asesinados al menos 7 mil timoreses, denuncia la FAO
Ť Unas 200 mil personas estarían en peligro de morir en Timor Oriental por falta de alimentos
Ť Las tropas internacionales podrían llegar este fin de semana, informan Kofi Annan y Alí Alatas
Afp, Reuters, Ap y Dpa, Roma, 14 de septiembre Ť Al menos 7 mil personas han sido asesinadas y 200 mil más están en peligro de morir por la falta de alimentos en Timor Oriental, denunció el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), mientras en Nueva York el Consejo de Seguridad efectuó una reunión de emergencia para analizar el proyecto de resolución sobre el envío de una fuerza multinacional de paz a la isla.
La violencia se incrementó el pasado 4 de septiembre cuando se conoció que 78.5 por ciento de los electores de Timor Oriental votó por la independencia.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, y el canciller indonesio, Alí Alatas, indicaron, por separado, que las tropas de paz podrían llegar a la ex colonia portuguesa este fin de semana, en tanto que el canciller de Australia, Howard Doner, informó a la prensa internacional que su país aceptó comandar la fuerza multinacional.
Según el proyecto de resolución del organismo mundial, diseñado por Gran Bretaña, la fuerza de paz funcionará durante cuatro meses y su tarea es restablecer la paz y la seguridad en la convulsionada región, facilitar la asistencia humanitaria a los miles de refugiados y proteger y respaldar a la Misión de Naciones Unidas para Timor Oriental (Unamet), pero no precisa la forma cómo estará conformada esa fuerza ni la nacionalidad de sus contingentes.
La fuerza prevista es multinacional, no de cascos azules de la ONU porque llevaría más tiempo su despliegue en la ex colonia, donde este martes las milicias incendiaron la sede de la Unamet en Dili, la capital timoresa del este, después de que el personal y unos mil 500 timoreses fueron evacuados de la delegación con rumbo a la ciudad de Darwin, Australia, informó el jefe de la misión, Ian Martin.
Sólo 12 miembros de la Unamet permanecen en Timor Oriental.
El dirigente del Consejo Nacional de Resistencia Timorese, David Ximenes, denunció que el ejército indonesio prepara una "limpieza total" en Timor Oriental, y miembros de la Kopassos, fuerza de élite, comenzaron a atacar puestos de las separatistas Fuerzas Armadas para la Liberación de Timor Oriental (Falintil) y campamentos de refugiados.
Los militares, agregó, están tomando posiciones para avanzar este miércoles en todas direcciones con el objetivo de que "cuando llegue la fuerza internacional de paz sólo encuentre tierra quemada y cadáveres", por lo que exigió a la comunidad internacional presionar al comandante en jefe de las fuerzas armadas de Indonesia, general Wiranto, a dar marcha atrás en este operativo que estaría dirigido contra un campamento de 50 mil desplazados que se localiza en las afueras de Dili.
Ximenes, en declaraciones desde la clandestinidad a la radio portuguesa, afirmó que "las milicias son el ejército y el ejército son las milicias, depende de la hora del día en la que se pongan o se saquen el uniforme", y a partir de hoy los rebeldes de las Falintil contestarán los ataques.
Las milicias pro Indonesia y contrarias a la independencia, en tanto, anunciaron que combatirán a las tropas de paz porque "para nosotros no hay alternativa".
En Roma, donde se encuentra de visita para entrevistarse con el papa Juan Pablo II, el obispo de Dili y premio Nobel de la Paz, Carlos Ximenes Belo, pidió a los timoreses mantener la calma, aunque advirtió que "tienen derecho a la autodefensa".
Añadió que este lunes solicitó a Juan Pablo II pedir la intervención del presidente estadunidense, Bill Clinton, para poner fin a la ola de violencia, y dijo que Clinton "es el dueño del mundo. Esperamos que no aplique la ley del embudo: un extremo para Kosovo y otro para Timor".
También en la capital italiana la FAO informó que los ataques de los milicianos han provocado la muerte de al menos 7 mil personas y el desplazamiento de entre 300 mil y 400 mil timoreses, casi 25 por ciento de la población de Timor Oriental, y de ellos 200 mil podrían morir de hambre.
Al respecto, funcionarios de la ONU informaron en Yakarta que aviones australianos y estadunidenses comenzarán a lanzar alimentos a los refugiados. Es posible que la ayuda comience el jueves.
Según la FAO, 100 mil timoreses del este fueron llevados a la fuerza a Timor Occidental, en tanto que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció las deportaciones forzadas que realizan las milicias pro Indonesia "en medio de un clima de intimidación y terror".
Por el momento se descarta el envío de funcionarios del ACNUR a la región por la inseguridad que allí existe.
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Mary Robinson, recomendó la creación de una comisión investigadora internacional "para establecer responsabilidades en las grandes violaciones perpetradas en Timor Oriental".
Estados Unidos apoyó la propuesta de Robinson y reiteró que su participación en las fuerzas de paz será logística, de transporte e inteligencia.
El dirigente independentista José Ramos Horta, copremiado junto con Belo con el Nobel de la Paz, exigió a los uniformados indonesios abandonar la ex colonia portuguesa y demandó la creación de un tribunal internacional para crímenes de guerra.
En tanto, Annan, Alatas y los cancilleres Jaime Gama y Howard Doner, de Portugal y Australia, respectivamente, continúan las conversaciones para el envío de la fuerza multinacional de paz.
Uno de los temas polémicos es la participación de Canberra en las tropas pacificadoras, ya que grupos políticos indonesios se oponen a que sea ese país el que encabece dichas fuerzas. Sin embargo, Alatas afirmó que los soldados australianos "son los mejor preparados".
Recientemente Australia declaró su disposición de enviar 4 mil 500 de los 7 mil efectivos que se prevé integrarán las tropas de paz, mientras que Canadá, Brasil e Italia también ofrecieron enviar soldados.
Annan afirmó, antes de la sesión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que "estamos avanzando con la mayor prontitud posible para desplegar la fuerza de paz".
El Vaticano criticó "el silencio" de las autoridades religiosas musulmanas porque hasta ahora "ninguna personalidad ha condenado las matanzas de cristianos y la destrucción sistemática de los edificios eclesiásticos en Timor".
El Consejo Ecuménico de Iglesias denunció que el secretario general de la Iglesia protestante en Timor, Francisco de Vasconcelos, fue asesinado el viernes pasado por las milicias antindependentistas.
Por otra parte, la policía indonesia reprimió una manifestación estudiantil en demanda de la renuncia del presidente de ese país asiático, Jusuf Habibie, a quien responsabilizan de la violencia en Timor y de obedecer órdenes de Wiranto, refriega en la que resultaron heridos dos universitarios.
Poco antes unos 200 estudiantes nacionalistas efectuaron una manifestación contra el envío de una fuerza internacional de paz de la ONU a Timor Oriental.