Ť Promete Cohen ayuda de EU para investigar los ataques terroristas
Van 95 muertos por el bombazo de ayer en otro edificio moscovita
Ť Rechazan el líder guerrillero Bassaiev y el presidente checheno Achmadov relación con los atentados
Ť Anuncia Yeltsin enérgicas medidas; hallan explosivos en otras construcciones de la capital rusa
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Moscú, 13 de septiembre Ť Al menos 95 cadáveres han sido rescatados de las ruinas del edificio de departamentos que fue destruido esta madrugada en un atentado con bomba, en lo que fue el cuarto ataque de este tipo en las últimas semanas. El presidente ruso, Boris Yeltsin, anunció enérgicas medidas para evitar una ola de actos terroristas de quienes "le han declarado la guerra al pueblo ruso".
El secretario estadunidense de Defensa, William Cohen, quien se encuentra de visita en Moscú, condenó el nuevo atentado y ofreció la ayuda de Washington para esclarecer estos crímenes y combatir el terrorismo a nivel internacional.
De su lado, el jefe de la guerrilla islámica en el Cáucaso, Chamil Bassaiev, aseguró este lunes en una conferencia de prensa en Grozny, la capital de Chechenia, que sus combatientes no están involucrados de ninguna forma en las recientes explosiones en Moscú y en la ciudad daguestaní de Buinaksk.
Yeltsin señaló que la capital rusa "debe ser sometida a un riguroso control" dando especial importancia a "aeropuertos, estaciones, mercados y todos los lugares públicos". Advirtió que la población deberá colaborar en esta tarea manteniendo la calma, en primer lugar, y reportando, además, cualquier elemento sospechoso.
El primer ministro ruso Vladimir Putin, quien se encontraba en Nueva Zelanda, decidió regresar a Moscú de urgencia, y opinó que es difícil calificar a los autores del atentado de "animales".
Cohen, quien se encuentra en Moscú para mejorar las relaciones entre su país y Rusia, afirmó que los recientes ataques "sólo sirven para fortalecer nuestro compromiso con el gobierno ruso y para que los pueblos y naciones trabajen en conjunto para combatir este tipo de crímenes infames". Aseguró que Washington ayudará en todo lo necesario a los investigadores rusos durante las indagaciones en torno a los atentados.
El gobierno de esta capital celebró una reunión con altos mandos policiales para determinar una estrategia con el fin de prevenir más atentados, y una de las conclusiones a las que se llegó fue que para garantizar la seguridad en todos los edificios de viviendas de la ciudad se requerirían al menos 100 mil agentes adicionales.
Sin embargo, fuentes de la policía afirmaron que reforzar todas las medidas de seguridad no garantizará que ya no haya más ataques, pues es imposible verificar constantemente cada edificio de la ciudad.
Otras fuentes policiales dijeron que no se han implementado muchas más medidas de seguridad de las habituales a raíz de los primeros atentados en Moscú, y señalaron que por ahora sólo se ha reforzado la vigilancia en las estaciones de tren, revisando a pasajeros provenientes del Cáucaso.
Este lunes había sido declarado día de luto nacional por las víctimas de los últimos atentados. El pasado día 4, un coche bomba estalló en un edificio en Buinaksk, habitado mayoritariamente por familias de militares rusos, donde murieron 64 personas. Días atrás había estallado una bomba en un centro comercial cercano al Kremlin, matando a una persona e hiriendo a varios más.
Hace apenas cinco días, más de 90 personas murieron al explotar una bomba en un edificio de departamentos, también en Moscú, lo que implica que al menos 126 personas han muerto en los últimos ataques, aunque los socorristas advirtieron que el saldo de muertos del último atentado aumentará en las próximas horas.
Hasta el cierre de esta edición cientos de socorristas seguían tratando de encontrar sobrevivientes entre los escombros del edificio de ocho pisos que fue destruido completamente por la explosión, y pedían a las personas reunidas en torno a la zona guardar silencio para escuchar llamados de auxilio de quienes pudieran estar atrapados entre los restos del edificio.
Pocas horas después del atentado, la policía y los servicios secretos descubrieron explosivos con sistemas detonadores en otro edificio cercano, y otros artefactos del mismo tipo en el sótano de una escuela. Investigadores señalaron que la bomba que estalló esta mañana tenía una combinación similar a la que explotó el pasado jueves: una mezcla de TNT y explosivo hexógeno. Este último se utiliza sólo con fines militares.
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, afirmó que la policía sigue la pista de un hombre que alquiló locales comerciales no sólo en el edificio destruido hoy, sino también en el complejo de viviendas que fue atacado el pasado jueves. El hombre lleva un pasaporte expedido a nombre de Majit Laipanov, nacido en 1964, quien murió en un accidente de tránsito en febrero pasado.
El máximo líder de los islamistas chechenos y daguestaníes que mantienen desde el mes pasado combates con las fuerzas rusas en Daguestán, Chamil Bassaiev, afirmó que ninguno de sus combatientes ni otros líderes de su movimiento están vinculados con los atentados en Moscú y Buinaksk.
De su lado, el jefe de Estado de Chechenia, Hussein Achmadov, también aseguró que sus compatriotas no han tenido nada que ver en "este tipo de ataques terroristas cobardes contra civiles pacíficos".
En tanto, el Ministerio de Defensa ruso anunció que este lunes las tropas federales rusa reforzaron sus posiciones en el centro y oeste de Daguestán, al tiempo que los rebeldes wahabitas abandonaron dos poblados de los ocho que mantenían ocupados en los distritos de Novolakskoie, Uvtchar y Dutchi. Se informó, sin embargo, que las fuerzas rusas no habían podido avanzar aún debido a que había numerosas trampas y minas en torno a las aldeas que fueron tomadas por los islamistas.
Por último, el diario USA Today informó hoy que más de 780 funcionarios rusos habrían sacado miles de millones de dólares 72 horas después de que el Fondo Monetario Internacional liberó un primer tramo de un crédito para Moscú. La información del diario vendría a corroborar la versión de que los hasta 20 mil millones de dólares que se sospecha fueron lavados por el hampa rusa en el Banco de Nueva York, en realidad provendría de una fuga masiva de capitales que ocurrió cuando responsables rusos vendieron sus propiedades y sacaron sus ganancias del país ante la inminencia de la crisis económica rusa del año pasado y la fuerte devaluación que provocó.