ASTILLERO Ť Julio Hernández López
El teatro priísta de la elección interna ha terminado: los desplantes y los retos de Roberto Madrazo Pintado acabaron por precipitar la decisión tomada (siempre presente, pero dosificada en capsulitas de apariencia de democratización) de hacer candidato presidencial a Francisco Labastida Ochoa al costo que sea.
Y así, lo que estaba planeado para ser una dulce venganza a plazos, terminará siendo una paliza en despoblado. Madrazo olvidó la máxima elemental: para tener la boca larga se debe tener la cola corta. Habló de más, teniendo una cola de dinosaurio, y ahora enfrentará las consecuencias.
La señora de Labastida advierte de un (auto) atentado contra Madrazo
Del enojo habido en las cúpulas ha dado cuenta, por ejemplo, la mismísima esposa de Labastida Ochoa, la señora Teresa Uriarte (que ha dado tempranas muestras de que, en caso de que su esposo sea llevado al poder, ella será una declarante frecuente, con posturas políticas propias), quien ha dado en diversas ocasiones testimonio irrefutable de que su esposo, Francisco, es hombre de dureza extrema a la hora de ejecutar decisiones.
La señora Uriarte ha llegado al punto, inclusive, de adelantar la posibilidad de que el adversario principal (Ƒo único?) de su marido, el tabasqueño Madrazo, llegue a sufrir un atentado.
Cuidadosa de los matices, la señora de Labastida precisó, luego de hacer ese vaticinio, que sería un autoatentado, hecho con el propósito de que el presunto afectado se hiciese pasar como un cuasi mártir de la democracia que saldría milagrosamente ileso. La referencia de la dama en mención tiene claro sustento (pues Madrazo Pintado ya escenificó un episodio parecido, cuando notificó a la autoridad que había sido secuestrado por desconocidos, justamente cuando enfrentaba los momentos más difíciles de la investigación sobre derroches en campaña que le hacía el gobierno federal.
En aquella ocasión, a pesar (o tal vez por ello) de la precisión con la que se reportó el asalto, predominó ampliamente la percepción de que Madrazo se había organizado tal incidente para tener bandera política de agitación en su entidad y para asumirse ante las autoridades y la opinión pública como víctima. Habiendo, pues, antecedente válido para inferir que ahora el tabasqueño quisiese volver a las andadas teatrales, no resulta oportuno, ni sensato, que la esposa del sinaloense sea quien esparza tal escalofriante suposición.
En el PRI, el que se lleva, se aguanta
Pero así es el tamaño del enojo que ha provocado Madrazo con su reiterada actitud retadora del poder presidencial (que por menguado que esté aún tiene la suficiente fuerza para decidir el curso de la elección interna del PRI, y para operar los mecanismos de fuerza del Estado en determinado sentido) y con su ofensiva implacable contra Labastida. Ha roto las reglas, se dice en la cúpula del poder priísta.
Y eso no se vale, ni se puede tolerar, añaden en ese ámbito. Mas no se trata sólo, como pudiese parecer, de una reacción primaria, movida por pasiones menores.
Asunto de sobrevivencia
La embestida contra Madrazo proviene de una decisión de alta política: el zedillismo, que ejerce el poder, no puede permitir que avance la postulación del representante de un salinismo ansioso de venganza, enfermo de odios y rencores.
De llegar Madrazo a la candidatura priísta, hasta allí habría llegado el ejercicio político de Ernesto Zedillo, pues a partir de ese 7 de noviembre estaría en funciones, tomando decisiones, haciendo política, Carlos Salinas de Gortari.
Y en caso de ganar las elecciones constitucionales, Madrazo (es decir, Salinas) tendría ya diseñada la estrategia terrible con la que se querría hacer pagar al mandatario saliente todo lo que a su vez sufrió el anterior. En los peores escenarios posibles que analizan los políticos cercanos a Los Pinos está el del encarcelamiento del propio Presidente apenas horas, o días, después de que entregase el poder. Y lo insoportable para la gente de Los Pinos no es ni siquiera que la lucha política pudiese llevar a extremos desconocidos el futuro del país, sino que un farsante, un corrupto, un arbitrario, pretenda erigirse en los comicios internos del PRI como un político abierto, tolerante, honesto, democrático.
(Esta columna pide benevolencia a sus lectores: desde el día en que comparecieron ante la televisión los cuatro precandidatos, se ha desatado una campaña de medios abierta, evidente, en contra de Madrazo. Es evidente el uso de dinero para promover tales comentarios adversos. Aquí se ha criticado al tabasqueño desde mucho antes, cuando varios de los nuevos críticos parecían no conocer los antecedentes del ex gobernador. Así es que, por favor, distíngase el flujo de críticas a sueldo de las que, como en este espacio, se han realizado de manera persistente... y honesta)
Las revelaciones, según el apóstol Francisco
Ha advertido con fuerza el virtual candidato priísta, Labastida Ochoa, que descubrirá el verdadero rostro de Madrazo Pintado. Es muy creíble que lo haga. Una buena parte de las pillerías de las que se acuse al ángel rebelde fueron cometidas frente a los ojos de muchos de quienes hoy blanden espadas flamígeras.
Ni Zedillo, ni Moctezuma, ni el propio Labastida, denunciaron nunca ninguna de las cosas que Madrazo hacía como gobernador. Las evidencias de corrupción no son de ayer: Madrazo fue y ha sido siempre el más joven (y prometedor) representante de la escuela política de Carlos Hank, que consiste en hacer todos los negocios particulares que sean posibles con el dinero público. Contratos, concesiones, porcentajes entregados por debajo de la mesa, empresas fantasmas, desvío de fondos, nepotismo, todo ello es apenas una lista de las materias básicas de la universidad hankista en la que fue graduado con máximos honores el joven Madrazo.
El silencio de los Ƒinocentes?
Pero esas maniobras sólo pueden ser posibles mediante el silencio de los cómplices. El sistema político es así, y dolorosamente lo comprobó el poco experto candidato suplente Zedillo, cuando se topó de pronto al mando de una nave de mandos complicados llamada campaña presidencial, uno de cuyos botones básicos de operación era el financiamiento.
Allí, en ese punto crucial, se establecieron los acuerdos básicos para la impunidad futura. Te ayudo hoy con fondos para tu campaña a cambio de posteriores negocios y de garantías de inacción judicial por estos y otros negocios conexos. De allí provienen las circunstancias protectoras para personajes centrales, como Oscar Espinosa Villarreal, o secundarios, como Roberto Madrazo Pintado. Rotas las reglas, enojadas las comadres, se han comenzado a decir las verdades (primero, en el caso de Carlos Cabal Peniche, uno de los financieros consentidos de Salinas, uno de los socios de Madrazo). En esas estamos.
Astillas: Se ha enojado Fernando Gutiérrez Barrios por el hecho de que Manuel Bartlett haya dicho que se debería sacar tarjeta roja al árbitro de la contienda interna priísta. El veracruzano (quien mantiene una esmerada animadversión histórica con el poblano-tabasqueño) ha considerado que es impropio usar referencias deportivas en un asunto serio como dice que es la mencionada contienda. Pero, ni aún así, mostrando irónico enojo porque le recuerdan que no parece tener mayores facultades que las de hacer declaraciones, el árbitro se decide a sacar tarjeta roja a alguien. En su nariz se cometen los peores golpes bajos, se agreden los jugadores, usan dos balones, meten mano en el área penal, Ƒy el árbitro? Viendo para otro lado y haciendo declaraciones... Ya le gustó a Vicente Fox echarse para atrás en cuanto no puede sostener alguna fanfarronada. Regañado por la directiva nacional de su partido, luego de creerse Miguel Hidalgo, ahora simplemente se retracta diciendo que hubo "gente mal intencionada" que "le añadió" a lo que según él había sido nada más "un bonito gesto" de sus hijos al obsequiarle una bandera mexicana en un acto público. Lo bueno fue que al político de las botas sus hijos no le regalaron unas pantuflas... Siguen adelante los trabajos de la comisión que pretende encontrar un método para que haya alianza opositora. Será bueno que sus conclusiones se las envíen a sus cuarteles de campaña a los candidatos Fox y Cárdenas, para que las incluyan en sus respectivos planes de gobierno...
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