Ť Nadie me puede impedir usar la imagen de la Virgen de Guadalupe, reitera


"Me hacen los mandados", contesta Vicente Fox a críticas del gobierno

Ť El guanajuatense ya es candidato oficial de Acción Nacional a la Presidencia de la República

Ť Bravo Mena intentó apaciguarlo; "no es el momento de empañar la elección", aseveró

Juan Manuel Venegas y David Aponte Ť Envuelto en el escándalo provocado por usar el estandarte guadalupano en su campaña presidencial, Vicente Fox Quesada no pudo contenerse, le ganó su estilo bravucón, y a las críticas que desde el gobierno recibió, contestó: "šMe hacen los mandados!".

Desde muy temprano el candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) traía ganas de ponerse los guantes y contestar a la Secretaría de Gobernación y al Ejército Mexicano, dependencias que la víspera lo acusaron de "irrespetuoso", "burdo" y de atentar contra la legislación electoral al utilizar símbolos religiosos con fines partidistas.

En el día de su ratificación como abanderado del blanquiazul para los comicios del año entrante, difundió la agenda de sus actividades. Por la mañana haría ejercicio en el bosque de Chapultepec, y ahí fueron a buscarlo los medios de comunicación. Sin el chiste de la competencia interna, su elección pasó a segundo término. El mismo se encargó de opacarla, pues más interés había en su respuesta a las autoridades civiles y castrenses.

Corrió unos tres kilómetros y, agitado, se prestó al revire: "Llevaré el estandarte de la Virgen de Guadalupe para sacar este reto adelante. Nadie lo puede criticar. La virgen no es propiedad de nadie, es de todos los mexicanos... además, la imagen me la dieron mis hijos".

Ratificaba así sus declaraciones del viernes en la ciudad de León. "Nadie me puede impedir llevar la imagen de la virgen en mi campaña", insistió, mientras caminaba por el bosque enfundado en su pants azul marino y playera blanca con su nombre en el pecho.

Prudencia, pidió el líder del blanquiazul

Pero una llamada intentó apaciguarlo. Apenas empezó a difundirse su declaración, Luis Felipe Bravo Mena lo llamó y buscó bajarlo del ring, al que Fox se había subido por enésima vez. "No es momento de empañar la elección", lo paró en secó el presidente panista, preocupado ųdicen los informantesų por el impacto que causó el uso del estandarte guadalupano y la posterior embestida oficial.

Le pidió prudencia ante los medios y no atizar más el fuego. No tenía ningún caso desviar la atención del proceso de selección panista. Y, tras la reprimenda, Fox pretendió acatar la orden del jefe de su partido.

Al mediodía, como marcaba la agenda, arribó al centro de votación donde emitiría su voto. Sonriente, se dejó querer por los 200 panistas que se concentraron en una plaza comercial del sur de la ciudad. Para estar ad hoc con el momento, sus simpatizantes lo llenaron de bendiciones:

"šQue Dios te bendiga, Vicente!"; "šVicente, que la Virgen te cuide"; "šVicente, que Dios te acompañe, nosotros estamos contigo!"; "Te vamos a regalar la condecoración de los cristianos", fueron los gritos que predominaron sobre los clásicos "šVicente para presidente!". El candidato, gustoso, saludó de mano a cuantos pudo.

En retirada, hizo una pausa para dirigir un mensaje en el que criticó a los "falsos profetas" que llaman a elecciones primarias para elegir a un candidato y la "sinvergüenza" de quienes en un debate se descubren como deshonestos, ineficaces y corruptos, y aún así quieren gobernar. La alusión fue directa a perredistas y priístas.

Prácticamente fue llevado en vilo por sus seguidores, que lo placearon por Plaza Universidad, donde siguió saludando a quien se le acercara. Cargó niños y se hizo tomar la foto con la V de la victoria. Entre empujones, los reporteros punzaron:

ųƑQué tiene que decir a las críticas que lanzó Gobernación y el Ejército sobre el asunto de la Virgen de Guadalupe?

Movía las manos sin decir palabra. Su jefa de prensa, Martha Sahagún, se desgañitaba. La conferencia es mañana, "hoy no va a hablar de eso", expresaba. Fox secundó y pidió a los periodistas:

ųDéjenme terminar con este numerito. šNo sean gachos!

ųƑPero las críticas del gobierno fueron muy duras?

Guardó un breve silencio... pero no se contuvo. Atrás quedó la recomendación de Bravo Mena:

ų"Me hacen los mandados" ųsoltó en seco el ya candidato presidencial panista.

Y se fue a comer a la casa de su tía, "la que vive en Polanco".

El numerito de la noche...

El segundo acto de la proclamación de Fox como candidato oficial se trasladó a un lujoso hotel de la zona de Chapultepec. Organización impecable de un acto que asumió por completo la asociación Amigos de Fox. Un gran salón, pantalla gigante, globos blancos, azules y naranjas, mariachis y vino blanco en la recepción al hombre de las botas.

Cantaban y echaban porras varios cientos de simpatizantes foxistas y militantes panistas. Hincados algunos, aguardaban fielmente a su líder. La grey, de fiesta, lo recibió: "Vicente Fox... tú eres nuestra voz; Vicente Fox... tú eres nuestra voz".

A las 21 horas, Fox cruzaba el gran salón, ataviado de elegante traje gris oxford y relucientes botas negras. Su sueño estaba a un tris de cumplirse, estaba a unos segundos de que el líder Bravo Mena le levantara la mano derecha y lo ungiera como el candidato presidencial del panismo.

Con la diestra en alto, Bravo selló el momento: "Con sus votos, los panistas le dan la fuerza y legitimidad a Fox... Vicente, šes tuyo el camino!".

Se soltaron los globos y aparecieron los mariachis con los caminos de Guanajuato...

Fox cruzaba de nueva cuenta el salón y Juan Manuel Oliva, el ex dirigente panista en Guanajuato y fiel colaborador del candidato, jugaba con la imágenes religiosas. El mariachi entonaba la estrofa del cerro del cubilete "consuelo de los que sufren...", y Oliva despedía a los reporteros: "A la próxima les traigo al Cristo Rey", y soltaba una carcajada.

En su camino, Fox manifestaba a los reporteros: "Espero que la Virgen de Guadalupe me ilumine para sacar adelante este reto..."