Ť En ese sentido gira el proyecto de la SEP, dice
Debe reivindicarse el carácter libre de la lectura: Olac Fuentes
Ť Plantea desterrar en escuelas prácticas contraproducentes
Rosa Elvira Vargas Ť La frase del crítico y novelista francés Daniel Pennac define, para Olac Fuentes Molinar, la línea a seguir en la tarea de inculcar el gusto y el hábito por la lectura: "Leer es un verbo como amar o como soñar, no se puede conjugar en imperativo".
El subsecretario de Educación Básica y Normal de la Secretaría de Educación Pública (SEP) asume que, si bien el que hoy en México haya más lectores se debe a la escuela, "y de eso no debe quedar duda'', también es cierto que hay formas muy frecuentes y típicas de la enseñanza escolarizada, de relación con la palabra escrita, que "ni le ayudan a la lectura y, en muchos casos, pueden ser los peores enemigos de la lectura autónoma''.
Errores típicos del sistema educativo tradicional
Prácticas tan comunes como la repetición mecánica, el dictado, los seudoresúmenes, la seudoinvestigación y la lectura por cuotas y por encargo, van generando una imagen de la lectura como algo aburrido que no tiene que ver con la comprensión, la inteligencia o el placer.
Y este problema, añade, es aún más grave en aquellos casos que formalmente están destinados a promover la lectura. "Una pregunta que tiene que hacerse aquí es Ƒqué proporción de gente se aficionó a la lectura cuando llevaba Lengua y Literatura Española en secundaria, y cuánta la aborreció?''
Encontrarás ahí, en esas materias, dice el educador, los mecanismos que llevaron a mucha gente a alejarse de la lectura por imposiciones, como la de tener una secuencia histórica de los libros que debes leer, empezando por el Cid, seguido de el Quijote; y todo ello sin preocupación alguna por la cercanía que debe haber entre tus intereses y posibilidades, con aquellos que te ofrece la lectura.
Otro "enemigo'' que encuentra la afición por los libros, menciona, es la lectura por cuotas: "tres capítulos de aquí al lunes y me haces el resumen'', dicen los maestros. Todo eso hay que cambiarlo.
Imponerle al joven: "lee porque eso es muy importante, porque es lo que hace la gente inteligente, porque es muy útil", no nos sirve de nada, señala. Deben crearse las condiciones por las que cada cual en su momento, a su modo, acumulativamente, descubra el placer de la lectura.
A pesar de que al inicio de la entrevista el funcionario había planteado como premisa que el Año de la Lectura que se impulsa en este ciclo lectivo no se centrará en la lamentación, aclaró que sí resulta central preguntarse por qué la gente lee poco y cómo influir para que aumente su afición por los libros.
Aunque hay muchos maestros que hacen bien su tarea hacia ese objetivo y hay que alentarlos, dice, con todos los docentes es menester insistir en que leer y escribir no es parte de la clase de español o de literatura; es parte de la educación; de hecho, es su armazón.
Y a partir de ello ųabunda Fuentes Molinarų, tener una discusión muy sencilla de estos grandes errores que no son de ahora, son errores históricos. La idea ésta de la secuencia, o la otra, terrible, de presentar la literatura como si fuera una sección ordenada de avisos de ocasión: autores, géneros, épocas, deben desterrarse, pues eso es tanto como querer despertar la vocación por la medicina enseñando su historia con momentos fundamentales.
El proyecto de la SEP en esta encomienda, explica el funcionario, incluye generar muchas más oportunidades de leer más libremente. Entre esas posibilidades está que los círculos de lectura vinculados a la escuela, bibliotecas y los rincones de lectura, permanezcan abiertos más allá del horario escolar.
Comenta que aunque en muchos casos existe un problema real, serio, de escasez de material de lectura, en otros no. De hecho, en los rincones de lectura de primaria hay alrededor de 25 millones de ejemplares en todo el país, "y nos encontramos que en muchas escuelas estos libros no se usan porque no se vinculan de manera normal al estudio, porque no dejan que los niños se los lleven a su casa, porque los maestros tienen miedo de que se pierdan y se dañen, cuando lo normal es que con el uso haya un nivel de deterioro''.
Entonces, "lo que nosotros tendríamos que hacer es tener una política de reposición que asuma que es mucho mejor un libro que se dañó porque lo leyeron muchos chavos, a uno que está guardado para que no se le paren ni las moscas".
Ligar aprendizaje con gusto por la lectura, objetivo
En este propósito, la autoridad educativa buscará ligar, desde los primeros grados, aprendizaje con gusto por la lectura.
Actualmente, señala, es muy común separar ambas condiciones y suponer que primero hay que aprender a leer mecánicamente, y que luego leerás.
Hoy, por ejemplo, ya en los libros de español de los primeros grados, desde el principio los niños deben tener la percepción de que la lectura significa cosas reales y de que son también interesantes, gratas, comprensibles, lo que implica alejarnos de toda aquella vieja tradición de ejercicios del tipo: "ese oso se asea", porque entonces un niño inteligente dirá: "perdón, Ƒde qué se trata la lectura?"
Olac Fuentes lamenta también que la práctica de leer en voz alta se haya ido perdiendo, no obstante que resulta central. Y ejemplifica: para la mayor parte de los jóvenes de hoy, la poesía es una cosa extraña; se ha ido alejando de su sensibilidad, pero además se espera que la descubran leyéndola.
"Y sí, creo que en cierta edad, la poesía se descubre si la lees en voz alta: tienes que captar el ritmo, el sentido'', señala convencido.
Para el educador, lo fundamental es la convicción del papel de la capacidad de lectura autónoma "como organizadora del pensamiento, y de cómo ayuda a constituir tu mundo emocional". Ese momento, "cuando entre el lector y el libro se hace una especie de complicidad única, cuando el libro puede ser igual, pero es distinto para cada lector, y cómo se engancha y alienta tu propio proceso. Y es mucho más que eso, es confidente, es amigo mayor, es ventana".
Una persona que lee, recalca, adquiere cierta familiarización con cosas que le son muy lejanas; un lugar, una época, una emoción, "y en ese sentido se empobrece cuando la mecanizas. Tú no puedes encargar un resumen en una cuartilla de algo cuya sustancia está en la manera de expresarse, en el matiz del sentimiento. Cómo resumes un cuento de Rulfo, cómo sintetizas cosas en las cuales el argumento quizá es lo de menos.
Este programa deberá insertarse en la realidad educativa, de tal manera que le dé un empujón a cosas que deben perdurar, como las prácticas de la relación con la lectura. Ciertamente, las acciones ya enumeradas cuando se lanzó la empresa deben plasmarse en prioridades, secuencias, recursos, pero también la idea es involucrar "a todo el mundo'': autoridades educativas estatales, a los grupos que por mucho tiempo se han interesado por la lectura, a los propios medios de comunicación. "Leer por imposición es engañarse cuando uno tiene absolutamente claro lo que va a pasar. Lo que vamos a hacer es tratar de influir para que las oportunidades cotidianas de usar bien la lectura y de acercarte a ella de otra manera sean mucho más abundantes, mucho más variadas; de crear las condiciones de descubrir. Y lo otro es contribuir a que la gente descubra por qué vale la pena leer'', resume.