Ť El artista expone las obras que realizó en México


La incertidumbre se encuentra en nosotros mismos: Capitani

Ť Es la tercera muestra que el italiano monta en el país

Merry Mac Masters Ť El artista visual italiano Gianni Capitani (Roma, 1949) tiene una relación con México que se remonta a dos décadas. Gracias a una beca del gobierno mexicano, Capitani residió aquí de 1980 a 1983, a fin de realizar algunas investigaciones fotográficas para la Dirección General de Culturas Populares. Era un momento en que necesitaba alejarse de lo "familiar" para confrontarse con "lo otro".

Después de esa primera estancia, Capitani ha regresado a México, luego de fundar, hace siete años en Roma, el Laboratorio Fénix, de trabajo interdisciplinario hacia la creatividad, cuya idea básica es cómo "vivir con arte", que ha impartido en diferentes ciudades del país en las universidades como la Nacional Autónoma de México, la Iberoamericana de Puebla, la Autónoma de Puebla, y la de Monterrey.

Respecto de sus exposiciones en el país, destaca un trío de muestras en la galería Pecanins, la última de las cuales testimonia su actividad artística en México y algunas cosas más, y que comprende una selección de las imágenes tomadas para la DGCP, descritas como fotografías de "un pintor o alguien que está buscando algo". Se ha recreado la instalación Amor ni modo, ni modo amor, montada en la Pecanins en 1982, cuando la galería todavía estaba en la Zona Rosa.

De ese año es el libro de arte que realizó con Cocina Ediciones, de Yani Pecanins y Gabriel Macotela, cuyos seis collages tienen como soporte el plástico, material que había "golpeado visualmente" a Capitani, en los mercados y las viviendas del país.

Luego, está el cuadro Palincestro, pintado aquí, expuesto en una colectiva de Venecia y que regresó a México porque fue adquirido por Olga Tamayo. Cuando radicaba en Venecia, Capitani recibió una llamada: ''Aquí está una señora mexicana que le quiere hablar". Era nada menos que la esposa del pintor oaxaqueño que había visto la exposición y quería regalar la obra mencionada a su marido. Ahora forma parte de la colección permanente del Museo Tamayo.

Siguen las fotografías que su compatriota Paolo Gori, radicado en México, hizo de una exposición virtual de Capitani, llamada El cielo era la cancha donde jugaban los dioses, cuyas "esculturas" en realidad son pequeñas maquetas hechas por el artista y "ambientadas" en el contexto de una galería.

En 1994, el expositor tuvo dos individuales en México, Robaestrellas, en la Pecanins, e Itinerarios, en el Museo Universitario del Chopo. Otra instalación gira en torno a la frase "Así te vas tan lejos, Ƒlejos de qué?", que no sabe si la soñó o la leyó en El principito. También hay un registro fotográfico de su trabajo en el Laboratorio Fénix, porque, parafraseando a Joseph Beuys, "cuando me sale bien un grupo es como si me saliera bien un cuadro; es la misma satisfacción". Asimismo, hay pintura reciente en la que el artista le da la "bienvenida" al color después de pasar un tiempo con "los negros".

A propósito de Itinerarios, el entrevistado apunta que este nombre sigue siendo de alguna manera el camino a tomar. Al respecto, ha escrito: "Vagar peregrinar ir encontrando/ lugares personas imágenes emociones/ de vez en cuando algo cuaja/ una foto un cuadro una escultura una instalación/ necesidad o necedad algo que me cure me apapache/ ese lugar de las maravillas adonde regresar a mi antojo...''.

Ligadas con la idea de "estar disponible a las cosas que pasan" se encuentran otras dos fotografías capturadas en un aeropuerto. Mientras una se ve "clara" (es decir, enfocada), la otra no, porque el hombre entra en esta incertidumbre de "querer siempre ir a algún lado, cuando en realidad siempre estamos con nosotros mismos".

La selección de imágenes tomadas para la DGCP también refleja esta búsqueda del itinerario siempre desde adentro, a través de rinconcitos e intimidades.

Sobre su actividad tan diversa Capitani señala: "Hay personas que escogen una cosa y buscan perfeccionarse al máximo. Más bien busco disfrutar de lo que hay, hacerlo bien, pero no encajarme en la calidad (con mayúsculas)".

(La exposición Gianni Capitani. Obras en México, 1980-1999, se exhibe hasta el 23 de septiembre en la galería Pecanins. Durango 186, Roma.)