El Tajín, punta de lanza en Veracruz
La zona arqueológica de El Tajín es la punta de lanza de un ambicioso proyecto, del gobierno de Veracruz, que implica formar un corredor turístico desde ese norte totonaca hasta el puerto jarocho: villas, mejora de carreteras, promoción de playas y zonas arqueológicas para apostarle a esa latente riqueza de multiplicar los 407 mil visitantes anuales, de los que apenas la quinta parte son extranjeros.
El proyecto es amplio. Se construirá un bulevar de 4 kilómetros hasta Papantla, se ampliará a cuatro carriles la carretera a la industriosa Poza Rica, que es también la alternativa aérea, para que el visitante tenga el siguiente itinerario-oferta: costa esmeralda, la zona arqueológica de pinturas en Las Higueras, Filobobos y sus rápidos así como su zona (que en las negociaciones del TLC causara un conflicto de carácter internacional, cuando el investigador McCarthy logró que llegara hasta el Congreso una denuncia por plagio intelectual de un proyecto). A esto se suma Quiahuiztlan, zona de entierros, y luego Cempoala, La Antigua, Veracruz y San Juan de Ulúa.
En lo que concierne al aspecto arqueológico, asegura el director regional del Centro INAH, Daniel Goeritz, aún no se conoce de manera oficial el proyecto ni se ha aprobado.
El recorrido con el arquitecto René Ortega comienza por el juego de pelota, donde un labrado en piedra confirma que en la cultura mesoamericana mortificarse los genitales era una forma de procurar favores divinos. Al llegar a la plaza, que se ubica a un costado de la pirámide de Los Nichos, Ortega, quien pertenece a la parte gubernamental, explica:
''La idea es restaurar el techo del templo. Vamos a subir en helicóptero las losas que lo formaban, luego de ahuecar algunos bloques, para que no pesen tanto, y lograr en tres días liberar la plaza luego de una restauración sin precedentes para celebrar el cambio de milenio que, ojo, no es lo mismo que el fuego nuevo."
El gobierno del estado proporcionará los helicópteros. El costo del proyecto es de 5 millones de pesos, que incluyen asimismo la liberación de la plaza de la Cicacoyuquitl y de dos juegos de pelota, así como el mantenimiento y la restauración de la unidad de servicios ''que tiene un museo muy pobre y en mal estado".
Los 92 mil turistas que visitan semestralmente El Tajín, para ver si en una de esas ponen su veladora en la pirámide de los 365 nichos o por las leyendas de la majestuosidad de la ciudad, tienen una relación más equilibrada en cuanto a nacionales y extranjeros. Ahí se encuentran con que los guías son pasantes de arqueología que, desempleados, vinieron hace algunos años a proponer sus servicios. Asimismo, se capacitó a los 32 custodios para que realicen el mantenimiento mínimo, como reponer argamasa. En breve se construirá un pueblo típico totonaca, en las afueras del sitio, para reubicar a los ambulantes que venden vainilla, artesanías, bordados. De igual manera, se someterá a concurso la construcción de villas turísticas a orilla de la carretera, con 200 habitaciones. Hacia el oeste se pretende establecer un parque ecológico con árboles de cedro, palo volador y lago artificial. Se afila, pues, la punta de lanza.