n Al descubierto, el manejo irregular de los donativos
Con Barroso, desfalco por $7.5 millones a Cruz Roja
n Vendió un inmueble de la institución por debajo de su valor real
Juan Antonio Zúñiga y Ricardo Olayo n Pasaron ya casi dos años de que el huracán Pauline azotó las costas de Guerrero y Oaxaca, pero los efectos de la tormenta en la Cruz Roja Mexicana no cesan. Documentos oficiales en poder de La Jornada revelan que el patrimonio de Cruz Roja Mexicana se vio afectado en por lo menos 7.5 millones de pesos por irregularidades diversas que incluso involucraron a agencias estadunidenses de ayuda durante el último periodo en el que José Barroso Chávez presidió el patronato de esta institución.
Se trata de irregularidades contables, administrativas y fiscales que, en su momento, fueron del conocimiento de Víctor García Lizama -quien se desempeñaba como presidente de la Junta de Asistencia Privada (JAP)- y sin que actuara contra las anomalías que salieron a flote a partir del envío de medicamentos a comunidades de Guerrero y Oaxaca afectadas por Pauline.
Esos medicamentos fueron donados por la fundación estadunidense AmeriCares a Cruz Roja Mexicana por intermediación de la Fundación de Apoyo Social, que preside José Barroso, pero hasta ahora se desconoce fehacientemente a dónde y en qué cantidad llegaron a las zonas afectadas... si es que llegaron.
El 9 de octubre de 1998, el coronel José Luis Castañeda Domínguez reportó sobre la ayuda de Cruz Roja Mexicana a las regiones devastadas por el meteoro: "Los envíos llegaban en bultos con logotipos de la institución y letreros indicando tipo de medicamento, como antigripales, sueros, antidiarreicos, analgésicos, etcétera. Sin especificar en forma detallada peso, cantidad, descripción o nombre de los medicamentos".
Así, no fue factible determinar que los paquetes correspondieran a los que fueron recibidos de AmeriCares. La Jornada tiene en su poder certificados de donación de esta organización en los que se registra que realizó 12 envíos de medicamentos -entre el 22 de septiembre de 1997 y el 13 de marzo de 1998- que amparan 24 mil 69 cajas con un peso superior a 78 toneladas y un precio estimado de 76 mil 500 dólares.
Con Barroso Chávez como presidente de la Cruz Roja Mexicana y Víctor García Lizama ocupando el mismo cargo en la JAP, la Agencia para el Desarrollo Internacional del gobierno de Estados Unidos donó 300 mil dólares para reforzar la ayuda a los afectados por Pauline. Sin embargo, las autoridades de Cruz Roja no pudieron entregar a la agencia estadunidense un informe detallado y certificado de la aplicación de esos recursos. Nunca lo hicieron, por lo que se vio obligada a devolver los 300 mil dólares debido a que el 2 de diciembre de 1997 la contraloría de la agencia requirió la documentación, que no pudo proporcionarse a satisfacción de las autoridades estadunidenses.
Ya con la nueva ley que rige a las instituciones de asistencia privada, aprobada en diciembre de 1998, después de que Barroso Chávez dejó la presidencia del patronato de Cruz Roja Mexicana y asumió la presidencia vitalicia, la Junta de Asistencia Privada, ahora presidida por Alejandro Ainslie de Font Réaulx, inició, el 12 de mayo de 1999, una visita de inspección, con el objeto de "verificar la documentación y constatar las medidas implementadas para la atención de las observaciones señaladas en el proyecto de dictamen de fecha 10 de diciembre de 1998".
Los resultados fueron enviados al presidente del patronato de Cruz Roja, Rafael Moreno Valle, el pasado 16 de agosto y se le requiere de una respuesta "dentro de los 30 días naturales siguientes a la recepción"; es decir, hasta el 28 de septiembre próximo.
En el documento, proporcionado por altos funcionarios de Cruz Roja, se encontró que el rembolso de 10 por ciento, aprobado por el Consejo Nacional de Directores de la institución, y que representó la entrega de 2 millones de pesos a la Fundación de Apoyo Social, "careció del sustento de un presupuesto de ingresos, egresos y de inversiones en activos fijos autorizado por esta Junta".
Sobre los apoyos de AmeriCares el dictamen de la inspección apunta: "Cruz Roja Mexicana no ejerció un control eficiente en la recepción y destino final de los medicamentos provenientes de AmeriCares a través de la Fundación de Apoyo Social, con motivo del huracán Pauline".
En cuanto a los recursos devueltos indica: "No utilizó el donativo, aprobado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, bajo el proyecto de la Oficina Federal para Asistencia en caso de Desastre en América Latina, con motivo del huracán Pauline por un importe de 300 mil dólares".
La comunicación, elaborada por la Dirección de Evaluación Financiera de la JAP, detectó que la Cruz Roja "no ha hecho efectivo el adeudo que el Centro de Cívico de Solidaridad AC mantiene con la institución desde 1992 y que, de acuerdo con registros contables al 31 de marzo de 1999, importa un millón 526 mil 791 pesos, no obstante que la Junta le ha solicitado a la institución efectúe las gestiones para el resarcimiento del citado adeudo".
Sobre la venta de un edificio ubicado en la calle de Schiller No. 256, que le fue donado por herencia a Cruz Roja, para cuya enajenación se otorgaron poderes amplios y suficientes a terceras personas, el dictamen afirma: "El uso indebido del poder otorgado, entre otros al Lic. Jaime Luis Ochoa y de la Peña, culminó en la venta del inmueble propiedad de Inmobiliaria Marsella S.A. en condiciones poco favorables para la institución, impidiendo así que Cruz Roja Mexicana pudiera obtener mayores beneficios económicos; presumiendo que la operación provocó un daño patrimonial del orden de un millón 945 mil 976 pesos, por lo cual la propia institución deberá emprender las acciones pertinentes contra quienes resulten responsables".
Además, precisa, se detectaron gastos por un importe superior a 3.7 millones de pesos entre el primero de enero de 1997 y el 30 de agosto de 1998 , "que no correspondieron a gastos soportados con documentación que reúne requisitos fiscales, principalmente de los programas ECHO España y Alemania".
Se le informa a la institución que tampoco fue posible localizar la documentación comprobatoria de gastos por 602 mil 466 pesos en el periodo revisado y que se registró contablemente "la adquisición de equipo de transporte y otros, los cuales debieron registrarse dentro del activo fijo, por un importe total de 495 mil 409 pesos".
De esta manera, los efectos de Pauline, que azotó las costas de Oaxaca y Guerrero, no terminan de pasar en la cumbre de la institución de asistencia privada de mayor reconocimiento humanitario en el país y que, de una u otra manera, se inserta en el ámbito del altruismo, que registra al año más de 3 mil 300 millones de pesos en ingresos.