n Documento del Departamento de Estado de EU
La intervención religiosa en Chiapas, fuente de conflictos
n Detalla que se ponen trabas a varios sacerdotes extranjeros
Afp, Washington, 9 de septiembre n La intervención de religiosos católicos y de otras denominaciones a favor de los indígenas, particularmente en el estado de Chiapas, es la mayor fuente de conflictos entre las iglesias y el gobierno de México, según un informe divulgado este jueves por el Departamento de Estado.
Los religiosos extranjeros necesitan permisos especiales para entrar al país, y algunas iglesias han denunciado que el gobierno tiene la política de no permitir sacerdotes extranjeros en Chiapas y Oaxaca, dice el documento.
La situación en Chiapas, donde en 1994 estalló una insurrección indígena, ''es una compleja mezcla de tensiones económicas, étnicas y religiosas'', según el informe.
La diócesis católica de San Cristóbal de las Casas se ha quejado de que a los curas extranjeros se les niegan extensiones y cambios de visa, ya que algunos han entrado como turistas, con lo cual quedan en situación ilegal que facilita su expulsión de México.
De hecho, en febrero de 1998 el gobierno acusó de estar en situación ilegal y expulsó del país al sacerdote francés Michel Chanteau, que por 32 años había sido párroco de Chenalhó. Chanteau había responsabilizado públicamente al gobierno por la masacre de decenas de indígenas en Acteal, en diciembre de 1997.
En marzo de 1999, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictaminó que México había violado la libertad religiosa de Chanteau y otros dos sacerdotes expulsados, y recomendó que la medida fuera revocada, pero las autoridades no han respondido.
La diócesis de San Cristóbal también se ha quejado de que grupos armados progubernamentales hostilizan a sus catequistas y han cometido actos de vandalismo contra 28 iglesias católicas y 20 de otras denominaciones, que tuvieron que cerrar.
Por último, el informe indica que, según fuentes policiales y otras fuentes extranjeras dignas de fe, no hay evidencias de que el crimen del cardenal Juan Posadas Ocampo, ocurrido en mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, haya sido producto de una confabulación o un asesinato deliberado.
Ello tiende a confirmar los resultados de tres informes oficiales diferentes, según los cuales Posadas Ocampo murió por accidente, víctima de disparos cruzados entre dos bandas rivales de delincuentes.