Ť Será austero el Presupuesto de Egresos para el 2000, anuncia Tomás Ruiz
No habrá aumento de impuestos y bajará el ISR para empresas
Ť Los objetivos son crear empleos y cuidar el equilibrio de las finanzas públicas, dice el subsecretario
Antonio Castellanos Ť El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Tomás Ruiz, anunció ayer que el Presupuesto de Egresos para el año 2000 será austero y subrayó que no se prevé un alza de impuestos. En contraparte, indicó que para las empresas bajará el impuesto sobre la renta (ISR) de 34 a 32 por ciento, a fin de empujar la inversión y la generación de empleos.
Sobre las finanzas públicas dijo que no se manejarán con fines electorales. Primero habló al inaugurar el Foro Internacional de Facilitación Aduanera para el Comercio Exterior y luego en improvisada conferencia de prensa.
Ante los asistentes expuso que al calor de las campañas políticas no se debe perder de vista el hecho de que no es posible ofrecer un mejor futuro para la sociedad mexicana, si no se parte de una plataforma económica sólida, sustentada en políticas responsables.
Aseguró que no está prevista ninguna alza de impuestos. La propuesta que se presentará al Poder Legislativo es responsable para cumplir la meta gubernamental de no tener un déficit superior a uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) el próximo año, pero no quiso adelantar si el presupuesto para la UNAM se incrementará en el 2000. Es demasiado pronto para entrar en detalles de partidas presupuestales, indicó.
Indiscutiblemente, recalcó el funcionario, se presentará un presupuesto sobrio, austero, de acuerdo con las condiciones de ingresos que tiene el país, cuidando sobre todo el equilibrio de las finanzas públicas, porque es el único elemento que nos garantiza la estabilidad económica para mantener el crecimiento. La meta es, indicó, crear empleos, no sobrepasar un déficit de uno por ciento, crecer 5 por ciento y mantener la inflación debajo de 10 por ciento.
Ruiz afirmó que lejos de las visiones parciales, el comportamiento de la economía en su conjunto nos confirma la conveniencia de continuar con la estrategia económica que se ha seguido basada en el realismo y la responsabilidad. Los actores económicos no deben inquietarse por la pluralidad que se refleja en la diversidad de posiciones y propuestas de solución ante los problemas del país, sostuvo.
Existe la conciencia en todos los sectores de la sociedad, agregó, de que antes que proyectos grupales excluyentes se encuentra el interés de México. En noviembre, el Ejecutivo presentará a consideración del Poder Legislativo un paquete económico que confirmará la visión responsable que en esta materia enarbola el gobierno de la República.
Expresó su confianza en que las diferencias políticas no serán obstáculo para que se definan en tiempo y forma la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para el 2000 mediante un mensaje de certeza económica y madurez política a los mercados.
Prevalecerá, recalcó, la corresponsabilidad y las fuerzas políticas cumplirán con su parte para construir un escenario de estabilidad económica que garantice un proceso democrático ejemplar.
Con la representación del secretario de Hacienda y Crédito Público, Ruiz aseguró que la opción de México de dirigirse hacia la diversificación de su comercio con el mundo fue la propuesta adecuada, y expresó además que la disciplina fiscal, el régimen cambiario de libre flotación y una política monetaria responsable han contribuido a generar certidumbre económica y financiera.
La economía crece aún en un entorno mundial difícil, pero no se debe aflojar el paso. El conjunto de proyecciones indica que el crecimiento del PIB para este año cumplirá la meta de 3 por ciento, con una inflación de 13 por ciento, en un contexto de reducción de la tasa de desempleo abierto, anotó.
Al respecto, el subsecretario de Ingresos expresó que todo indica que se cumplirán las metas económicas que como sociedad nos planteamos al inicio de 1999 y que el 2000 podrá ser un año de consolidación de resultados hacia el inicio de un periodo de crecimiento sin crisis recurrentes.
Sobre la reforma fiscal integral reiteró que es una asignatura que debemos atender, pero aclaró que en las condiciones políticas actuales no es previsible; tendrá que esperar el momento en que las distintas fuerzas políticas puedan participar de manera propositiva. El componente electoral le pone una restricción a la posibilidad de discutirla y no se ve posible hacerlo en este periodo, puntualizó.