* "Primero los de casa", asevera el precandidato


Ofrece Labastida establecer una "sana cercanía" con el tricolor

José Gil Olmos * Al definir su relación con el PRI, Francisco Labastida Ochoa se declaró a favor de "una sana cercanía". Entre aplausos prolongados de ex gobernadores y dirigentes priístas, el precandidato dijo que de ganar las elecciones del 2000 establecería una relación "privilegiada" con ese partido.

"Primero los de casa", sostuvo Labastida entre nutridos aplausos de los reunidos en el Centro Deportivo y Social de los Trabajadores de Salud, entre ellos el general Absalón Castellanos, Pedro Ojeda Paullada ,Guillermo Rossel de la Lama y Manuel Cavazos Lerma, quienes ovacionaron la idea labastidista de un priísmo electoralmente más eficaz y solidario con sus militantes. "La neutralidad no puede ser ni alejamiento ni abandono", asentó.

El precandidato presidencial presentó ayer un documento titulado Compromiso y unidad priísta, en el cual desarrolla su idea de la modernización del PRI, contraria a lo propugnado por el presidente Ernesto Zedillo de una "sana lejanía".

Al definir su iniciativa, señaló que esa cercanía debe traducirse en que los actos de gobierno se apeguen a la declaración de principios y al programa de acción de ese partido y no al revés. Esto es, "convertir la voluntad popular en actos de gobierno".

Explicó que el Ejecutivo debe convencer a su partido y no imponer ni dictar, para lo cual habrá de escuchar, convencer y negociar "cuando busquen su apoyo a decisiones que puedan afectar los compromisos de legisladores priístas con el electorado.

"No confundiré disciplina con sumisión. Veré a los priístas como mis aliados naturales, pero no como incondicionales", advirtió Labastida.

Tras asegurar que el PRI debe entrar en una cuarta etapa de renovación caracterizada por el fortalecimiento de la confianza con la sociedad y sus representantes, el sinaloense definió a ese instituto como un partido "nacionalista y popular".

"Es responsabilidad indeclinable del partido defender inequívocamente la soberanía nacional como un fin en sí mismo, y como uno de nuestros más altos valores", propuso ante centenares de personas.

Labastida repasó los 70 años del PRI, afirmó que ha sabido evolucionar conforme ha cambiado el país y destacó como uno de sus principales logros la transm labastida-ayala-fstse-2-jpg isión pacífica del poder durante este tiempo, cosa que "algunos mexicanos no valoran en su justa dimensión". Mencionó también los cambios "en un marco de paz social" y la estabilidad política. Pero reconoció las necesidades del cambio interior y cumplir con el lema de la justicia social.

Propuso un PRI "electoralmente más eficaz, con hábitos totalmente transparentes, sin simulaciones en su vida interna y vigilante de la honestidad de los gobiernos que ha impulsado". Asimismo, capaz de solidarizarse con la militancia de estados y ciudades que están en manos de la oposición, "porque esos priístas siguen siendo fieles en condiciones sumamente difíciles".

Reconoció que la justicia social no está resuelta, y propuso que sea la prioridad del próximo gobierno. El PRI, concluyó, debe mantener "el arte de la conciliación", renovar el pacto con las nuevas generaciones y "darle el poder a la gente".