n Fernández Barajas y Silva Herzog claman contra la delincuencia


El enemigo está fuera, coinciden los tres aspirantes

Gabriela Romero y Raúl Llanos n Al rendir protesta como precandidatos del PRI al Gobierno del Distrito Federal, Roberto Campa, Jesús Silva Herzog y Silvestre Fernández Barajas hicieron énfasis en que es necesario privilegiar la unidad interna y entender que ''el enemigo no está dentro sino fuera del partido''; además, consideraron que principal problema de esta ciudad es la delincuencia y que combatirla deberá ser la prioridad de quien gane las elecciones.

El primero en hablar ante dirigentes y militantes del PRI fue Silvestre Fernández, quien iba vestido informalmente y centró su discurso en el problema de la inseguridad. Narró uno de los cuatro asaltos que, dijo, ha sufrido y aseguró: ''Para esta ciudad violenta se necesita un tipo duro para gobernarla, y yo soy ese tipo duro''.

A sabiendas de que el acto iba a transmitirse en vivo por radio y televisión, preguntó: ''ƑQué quiere la gente? Dos cosas: dinero en la bolsa y un buen lugar para vivir tranquilo y feliz. Pero Ƒqué dice la gente? ƑPara qué me sirve una calle bien arreglada o un bonito jardín si a la mejor ahí me van a asaltar o a matar? ƑDe qué me sirve ganar más si saliendo de mi trabajo me lo van a robar, o para qué comprar un automóvil si los ladrones me lo van a quitar en cualquier lugar? šYa basta! šEstamos hartos de tanta violencia!''

Sin embargo, en su mensaje --de seis cuartillas-- nunca dice cómo piensa combatir la delincuencia y sólo aclara: ''No ofreceré soluciones mágicas que sólo provocan desilusión y desencanto''.

El siguiente turno fue para Jesús Silva Herzog Flores, quien luego de asegurar que los habitantes del Distrito Federal están ''secuestrados por la violencia, el miedo y la impunidad'' se comprometió a transformar el sistema de procuración e impartición de justicia para garantizar ''el imperio de la ley'' y que todos tengan acceso a ella. ''No voy a permitir que los derechos sean sólo para unos cuantos: vamos a hacer de esta una ciudad de leyes, pero de leyes que se obedezcan y que se apliquen en serio'', advirtió.

Consideró que la convivencia se ha deteriorado porque el egoísmo, los conflictos y la marginación han creado una ciudad ''llena de abismos'', fragmentada por la desigualdad, la expulsión y la confrontación social. Ante esta situación Silva Herzog también clamó: ''šYa basta!''

Como militante, se comprometió a fortalecer la unidad del PRI e instó a sus contrincantes a hacer de esta contienda un ejemplo de civilidad y madurez política. Propuso discutir propuestas y ofrecer alternativas para que el 7 de noviembre gane el mejor de los tres aspirantes.

El último fue Roberto Campa Cifrián. Ocupó cuatro de las seis cuartillas de su discurso para tratar de convencer a los asistentes de que conoce a fondo los problemas de la ciudad y las necesidades de sus habitantes, para recordar los cargos que ha ocupado en el gobierno, en el PRI y como legislador, y para agradecer el apoyo de los priístas.

Remató su mensaje a las máximas instancias del PRI con una frase: ''Exijo sólo una cosa: respeto a las normas que rigen esta contienda, porque sólo así se podrá garantizar que saldremos unidos. Quien solicite algo que las violente se traiciona a sí mismo y al PRI, porque pone en riesgo la unidad al término del proceso (...) La necesidad de unidad nos obliga a todos por igual. Hagamos cada uno la parte que nos corresponde''.

n Toma protesta a los tres precandidatos al Gobierno del Distrito Federal


El PRI ejerce la democracia; los otros sólo la pregonan: González

n Las elecciones internas y las obras de la administración de Zedillo garantizan la victoria, dice

Enrique Méndez n Contra su propio discurso de ''tender puentes'' de entendimiento con la oposición, el dirigente nacional del PRI, José Antonio González Fernández, se ufanó ayer de que el tricolor es el único que realiza ''actos claros'' de democracia interna, mientras que los otros partidos políticos sólo la pregonan.

Asimismo, recordó a los cuatro priístas que contienden por la candidatura a la Presidencia y a los tres que buscan la jefatura del gobierno capitalino que ''el enemigo está fuera'' y, por tanto, ''nada justifica que la unidad se vea comprometida''.

Luego de tomar protesta a los tres precandidatos al Gobierno del Distrito Federal, resaltó que el PRI ya dio los primeros pasos no sólo para ganar la Presidencia, sino también para recuperar el Distrito Federal en el año 2000.

Preguntó: ''ƑQué partido hace mejor democracia? ƑEl que sólo habla de ella o el que la practica todos los días?''

El PRI, aseguró, llegará con propuestas y soluciones para el Distrito Federal y terminará con un gobierno que ''sólo estudia y analiza problemas, pero no cumple promesas''; además, ''sí estará informado y no rehuirá a la opinión pública''.

Ultimo orador de la ceremonia, transmitida en vivo por cuatro canales de televisión desde el auditorio Plutarco Elías Calles del PRI, González Fernández insistió en que la competencia interna ''se ganará con votos'' y machacó: ''Sólo el PRI es un partido abierto a la competencia, al debate. Preguntamos la opinión a todos los ciudadanos. El PRI es el partido más democrático''.

Según el dirigente priísta, dos factores le permitirán a su partido conservar la Presidencia y recuperar la mayoría del Congreso y el Distrito Federal: la seguridad de que la contienda interna será ''un ejercicio de ejemplar civilidad política'', y ''la trayectoria del gobierno de Ernesto Zedillo'', que le dará al PRI ''una victoria electoral respaldada por la congruencia''.

El día de las elecciones, dijo, los ciudadanos ''se darán cuenta de quién demuestra en los hechos la voluntad de cambio''. Los tres precandidatos al gobierno capitalino, dijo, tienen ''experiencia'' para hacer frente a los problemas de la ciudad y ''están dispuestos a cumplir sus promesas''.

La competencia entre ellos será ''de igual a igual''; no obstante, los conminó a preservar la unidad interna, ''indispensable'' para ganar. ''Se trata de sumar. Esa debe ser la consigna. Incluir a todos debe ser la regla; unir proyectos en uno solo, la meta. Necesitamos de todos''.

En su mensaje --cuya lectura debió apresurar porque los precandidatos se excedieron de tiempo y el contrato de televisión era sólo por una hora--, González Fernández invitó a los electores a comparar las propuestas de los tres precandidatos con lo hecho hasta ahora para que ''confirmen que gobernar y criticar no es lo mismo''.

Al final, pronosticó que la ciudad de México ''será el símbolo, la bandera del triunfo y de la recuperación del PRI''.

Mientras, fuera del auditorio, militantes priístas improvisaron un mitin de protesta porque se les impidió entrar, a pesar de que llevaban gafetes de invitados, y amenazaron con no votar por ninguno de los tres aspirantes.

Más tarde, el secretario general del PRI local, Oscar Levín, les espetó a los inconformes: ''šA ustedes el partido no los invitó porque no queremos actos de apoyo a ningún precandidato!''

Por su parte, el presidente de la Comisión para el Desarrollo del Proceso Interno, Fernando Gutiérrez Barrios, aseguró que en vísperas del debate entre los cuatro precandidatos a la Presidencia ''la confrontación violenta y exagerada va atenuándose'' y empieza a predominar ''la prudencia''.

Quedan dos

Raúl Llanos y Gabriela Romero n El aplausómetro priísta no dio ayer la señal esperada, sólo confirmó lo que todos saben: la contienda interna del PRI capitalino se definirá entre Jesús Silva Herzog y Roberto Campa Cifrián. Ni un abrazo efusivo, ni un saludo prolongado ni una deferencia en los discursos ni en las actitudes de la máxima dirigencia priísta. El compromiso es una contienda transparente.

Silvestre Fernández Barajas, el tercero en disputa, lo intentó todo: mostró firmeza en su discurso, golpeó el atril para demostrar que va en serio, se definió como el ''tipo duro que necesita esta ciudad'' y hasta dijo estar dispuesto a promover la pena de muerte, pero ni así pudo inclinar la balanza a su favor.

No obstante, José Antonio González Fernández trató de aclarar que los dados no están cargados. Ante militantes, televidentes y radioscuchas aseguró: ''En el Distrito Federal ganaremos con cualquiera de los tres'', pero es preciso mantener la unidad, la madurez política y la civilidad, insistió.

Para no dejar duda de que ''el cambio va en serio'' y de que se practica la tolerancia, Florentino Castro y Oscar Levín se abrazaron efusivamente. Atrás quedaban las acusaciones del coordinador de campaña de Roberto Campa contra el secretario general del PRI en esta ciudad de favorecer a Silva Herzog.

Otro ejemplo de aparente conciliación fue la deferencia que Campa Cifrián tuvo con el Movimiento Territorial, cuyo dirigente, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, le endilgó al aspirante los calificativos de ''moderno Robespierre'' y ''ave de paso''. ''Lo que pasa es que es un gremio muy combativo'', justificó más adelante el precandidato.

Hubo momentos en que no fue posible llevar la fiesta en paz. Algunos militantes priístas gritaron consignas a favor del ex titular de la Profeco y mostraron cartulinas: ''Iztapalapa a Campa eligirá (sic) y unida con él trabajará''.

Al final del acto una priísta del distrito 13 aprovechó la presencia de los reporteros y encaró a Oscar Levín: ''ƑPara qué nos invitan si luego no nos dejan entrar? ƑPara eso nos invitan? Dejamos a nuestras familias para venir aquí. Yo hasta traje a 100 personas, y todo Ƒpara qué?'' La respuesta fue directa: ''ƑY quién le dijo que los trajera si esto no era un evento de masas?''

Los reclamos de poco valieron. La fiesta ya había terminado.