EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
¡Mariquita sin calzones!

1

Niño viejo. El primero de septiembre de 1998, inclinado ante el doctor Zedillo por el peso de su enorme nariz de patata, pero gustosamente maniatado por la obsecuencia, el ``diputado'' Arturo Núñez Jiménez, favorito de Roberto Madrazo para la gubernatura de Tabasco, pasó a la historia por su brevísima respuesta al cuarto ``informe'' presidencial. Un año después ha entrado en los anales de la retórica parlamentaria al balbucear un epíteto que marca la muerte cerebral del priísmo.

En su carácter de ``líder'', ``jefe'', ``guía'' y ``timonel'' de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Núñez ha realizado un esfuerzo intelectual sin precedente al sumergirse en las profundas oquedades de su masa encefálica para extraer una acusación inapelable, que al fin nos revela, o mejor dicho, nos confirma, su verdadera edad mental: ha llamado ``mariquita sin calzones'' al panista Carlos Medina Plascencia, presidente de ese órgano legislativo, antes de advertirle que ojala ``no se le ocurra'' hacer uso de su cargo porque en tal caso...

¿Qué?

¿Le arrojará bolitas de plastilina? ¿Le pondrá una tachuela en el asiento? ¿Le echará pica-pica? ¿Le esconderá la lonchera? No lo sabemos, pero lo cierto es que en alas de su galana elocuencia, Arturo Núñez ha renunciado a su condición de hombre público y se ha convertido en niño público, algo que debe llenarnos de alarma porque en ejercicio de su recobrada identidad infantil, Arturito es ahora un niño viejo, sin discernimiento, pero ebrio de rencor y sobre todo capaz de los peores berrinches...

2

¿No oyes ladrar los perros? La esclerosis verbal del más luminoso faro del PRI en San Lázaro se corresponde con la gritería que sus correligionarios desataron la noche del quinto ``informe'' para acallar a Medina Plascencia, ante las veladas sonrisas de Zedillo. El titular del Ejecutivo federal, que acababa de exaltar con voz meliflua las bondades de la tolerancia, perdió la oportunidad histórica de romper con el protocolo y hacer un gesto para acallar los ladridos de los múltiples canes que intentaban defenderlo.

Con su quietud -en el fondo tan satisfecha y complacida-, permitió que las palabras más importantes de su mensaje a la República se convirtieran en humo, y que sus exhortaciones al respeto de la ley se evaporaran en sus muy presidenciales narices, ratificando que en la última etapa de su mandato constitucional, mientras el régimen se desploma, los que trazan el rumbo de la vida pública son los que vociferan más alto, los que apelan a la violencia sin tomar en cuenta su parecer, los que pegan primero porque al hacerlo pegan dos veces; en pocas palabras: los golpistas.

Por primera vez en la historia de México, al Partido Acción Nacional le había tocado la oportunidad de contestar un Informe. Carlos Medina Plascencia no podrá contar a sus nietos que fue a él a quien le cupo semejante honor, porque fue incapaz de leer su respuesta completa. Cedió a las intimidaciones de la gritería y a las amenazas que le susurraban por encima del hombro los porros del PRI, Eduardo Andrade y Rafael Oceguera, quienes subieron a la tribuna a decirle: ``O te bajas o te van a venir a bajar''.

Oceguera y Andrade, de tal suerte, dieron un golpe de mano contra el Poder Legislativo al impedir que éste desarrollara normalmente sus funciones, de acuerdo con el espíritu y la letra de la ley que Zedillo, minutos antes, había alabado enmedio de fuertes aplausos.

3

Un retador inexperto. En la Roma antigua hubiese bastado con un leve gesto de la mano del emperador para que la turba guardase silencio. Al menos eso es lo que hemos aprendido en las películas de Hollywood que forman la base de nuestra cultura popular. La noche del pasado jueves, sin embargo, no había un emperador en la tribuna más alta del circo. Todo lo contrario: las estruendosas pandillas de cadeneros afiliadas al poder cometían las más aberrantes tropelías, mientras su ``jefe'' disimulaba el deseo de reírse, pues al fin y al cabo aquellas patéticas demostraciones de ruindad no aspiraban sino a restaurar -vanamente por cierto- el devastado mito del presidencialismo.

¿A quién defendían los mastines? ¿Al presidente que ya se va o al presidencialismo y a toda la carga de ilegalidad que éste implica? La respuesta es obvia. En el momento que Zedillo terminó su melosa lectura y ensayó una mueca cortés al diputado que iba a responderle, Medina Plascencia no le devolvió la gentileza. Al revés: apretó las mandíbulas, endureció el rostro y lo miró -quizá excesivamente- haciéndole ver que no tendría piedad alguna.

En la platea, o frente a la televisión, todos adivinamos que el ex gobernador de Guanajuato iba a salir de su esquina disparando los puños con ferocidad, porque en ese instante el PAN tenía todo para transformarse, a los ojos del país, en la fuerza diametralmente opositora que nunca ha sido. Y en consecuencia los vándalos del PRI cerraron la guardia y con gran habilidad pronto acorralaron al ingenuo retador contra las cuerdas.

Lo que sobrevino después no fue menos repugnante.

4

El espíritu de Velázquez. La televisión, en primer lugar, hizo gala de su manejo faccioso y antidemocrático. Bloqueando el sonido directo que provenía de las butacas donde los diputados y los senadores del PRD no habían cesado de increpar las abundantes falacias de Zedillo -``En este país no se persigue a nadie por sus ideas políticas'', la más risible entre todas-, los magos de la censura instantánea desviaron las cámaras para evitar que viésemos los desplazamientos físicos de Andrade, Oceguera y otros golpistas que subieron a la tribuna para intimidar a Medina.

Si hubiese condiciones para enjuiciar penalmente a los responsables de los delitos que pudieran desprenderse de esa conducta, los responsables de la transmisión tendrían que ser acusados por complicidad cometida en flagrancia.

Pero la impunidad que cobijó a unos y otros fue ratificada de inmediato por los conductores de los canales de televisión que, de inmediato, procedieron a hacer de Medina un fascineroso digno de las más graves condenas.

En Tv Azteca, por ejemplo, los que se desviven tratando de impedir a toda costa el esclarecimiento del crimen de Pacoco Sniftanley y enalteciendo a los abogados de los narcos, al parecer tan caros a ellos, convalidaron automáticamente el atropello constitucional cometido en la persona de Medina, que sin embargo ofende a todo el país y nos acerca, cada vez más, al golpe de Estado, a la dictadura militar y a la guerra.

Después vendrían las declaraciones de los altos capos de la Iglesia, de la industria y del resto del aparato del poder que subsiste al amparo del presidencialismo, y que en esas circunstancias parece ratificar, con júbilo lleno de histérico temor al cambio, que el testamento político de Fidel Velázquez, como dice la publicidad, es lo de hoy: ``A balazos llegamos al poder, a balazos tendrán que sacarnos''.

5

Chiapas: todo en orden. La sesión del miércoles por la tarde y la noche en la Cámara de Diputados era esperada por la gente de la calle como un momento de definición respecto del más grave de todos los asuntos: el baño de sangre que está a punto de verificarse en Chiapas. Elemento fundamental del plan golpista, el tema fue cuidadosamente eludido por Zedillo.

Que Proceso hable acerca de tres tanques del Ejército situados a sólo ocho kilómetros de La Realidad, en lugares bien visibles; que otros medios corroboren la multiplicación de retenes militares cada diez kilómetros sobre el camino de Las Margaritas a La Realidad y de La Realidad a San Quintín; que los paramilitares priístas se dispongan a tomar por las armas el Aguascalientes del ejido Morelia; que el cerco de las tropas federales abarque ahora las zonas altas de la selva; que los soldados corten cartucho y apunten contra el plantón indígena de Amador Hernández; que el Comité de Solidaridad con la Rebelión Zapatista multiplique sus manifestaciones por la paz en edificios y parques de Barcelona; que en el Senado de Estados Unidos haya legisladores que intentan apresurar una declaración contra la guerra en Chiapas, y que el ``gobernador'' Albores Guillén permanezca en su cargo, demostrando que no es un ``hombre del Presidente'' sino de los generales que esperan el momento de la ofensiva final contra decenas de miles de hombres, mujeres y niños, nada de eso provoca el más ligero rastro de preocupación en el doctor Zedillo.

6

Victoria contra la ultra. En medio de tanta aridez y en un clima de amenazas contra todo y contra todos, hay que subrayar un hecho altamente positivo: las corrientes democráticas que participan en la huelga de la UNAM, y que durante cuatro meses han resistido el constante linchamiento de la ultra, al principio de esta semana consiguieron una victoria extraordinaria, cuando 22 escuelas impusieron las razones de la política al convenir que dos de los seis puntos del pliego petitorio se conviertan en temas del congreso que ahora debe aceptar el rector, ese otro exponente de la minoría golpista a quien el Consejo Universitario ha obligado a retomar la vía de la negociación.

Después de una asamblea de 30 horas continuas, que fue una auténtica lucha cuerpo a cuerpo contra los escuadrones de porros que protegen a Raúl Benítez y al Mosh, los estudiantes democráticos sacaron ese acuerdo que desplaza definitivamente a la ultra.

Para dar una idea del heroísmo que ha representado para las tendencias mayoritarias del movimiento combatir y aguantar la rabiosa oposición de las hordas fundamentalistas, transcribo una carta enviada al correo electrónico de esta página por un profesor del CCH Sur:

``Estoy a favor de la huelga porque apuntaba hacia una reforma de la UNAM. Pero cuando empezó a tomar un sesgo muy diferente, dudé de la autenticidad de sus líderes, que pertenecen a una corriente que se llama En Lucha, cuyo planteamiento ha sido siempre el mismo: cero negociación, cero propuestas de solución y ataques violentos contra los aliados que no comparten su punto de vista. En Lucha está vinculada con Sendero Luminoso. En el CCH y otros lugares exhiben un video propagandístico sobre el Presidente Gonzalo. Si quieres te lo hago llegar. (...) Nunca tienen argumentos en los debates. Lo único que dicen es que se cumplan los seis puntos o no levantarán la huelga. Bajo la orientación de El Mosh y Benítez alegan que ¡el movimiento va en ascenso! Y que ¡los electricistas y el EZLN muy pronto se levantarán! Si estás de acuerdo con los eméritos, eres perredista o vendehuelgas. No estoy por la salida violenta ni a favor del inepto Barnés. Creo que la salida es cerrar filas en torno de los eméritos y mediante el diálogo encontrar la solución que dé el triunfo...''

Como bien lo expresa ese profesor, con enemigos así, que brindan tan buenos pretextos, ¿qué más necesita el ``gobierno'' de la minoría golpista para arrasar con el EZLN, el PRD y el país entero?

[email protected]