n Renuncia el canciller paraguayo Miguel Saguier
Molesto González Macchi con actitud de Argentina y Uruguay
n Congelará el pedido de extradición de Oviedo, dijo el presidente
n Los familiares de jóvenes asesinados repudian la no extradición
De la corresponsalía, Asunción, 3 de septiembre n El presidente paraguayo, Luis González Macchi, manifestó esta noche su "profunda molestia" con los gobiernos de Argentina y Uruguay por el rechazo a la solicitud para extraditar a los generales Lino Oviedo y José Segovia, pero anunció que decidió "congelar" esos pedidos "hasta encontrar en los mismos (gobiernos) el ambiente institucional y jurídico capaz de responder a los legítimos reclamos formulados por Paraguay".
Poco antes, las relaciones paraguayas con Buenos Aires y Montevideo se habían tensado con la decisión del gobierno de González Macchi de llamar a consultas a su embajadora en Argentina, Leila Rachid, mientras en esta capital hubo manifestaciones de protesta frente a la sede diplomática argentina por la negativa del gobierno de Carlos Menem de extraditar al general Oviedo, a quien se acusa del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, el 23 de marzo pasado, y de varios manifestantes que exigían la renuncia del ex presidente Raúl Cubas, quien se asiló en Brasil.
También fue llamada a Asunción la embajadora en Uruguay, Julia Velilla, en protesta por la negativa del gobierno de Julio María Sanguinetti de extraditar a José Segovia, ex ministro paraguayo de Defensa, acusado de malversación de fondos.
Además, el gobierno de Brasil decidió la víspera prorrogar el asilo político al ex dictador Alfredo Stroessner, quien permanece en ese país desde hace 10 años. Stroessner vive en un barrio de clase alta en una gran residencia en Brasilia.
Los rechazos a las extradiciones de los gobiernos de Buenos Aires y Montevideo fueron criticados en duros términos por el gobierno paraguayo.
Aunque el canciller paraguayo, Miguel Abdón Saguier, sostuvo que las relaciones con ambas naciones, socias del Mercado Común del Sur (Mercosur), "no son las mejores", indicó que no habrá ruptura, pero el clima a nivel popular es negativo.
Los hijos de Argaña --el secretario privado de la presidencia, Jesús Argaña, y el ministro de Defensa, Nelson Argaña-- se mostraron ofuscados y arremetieron contra Menem, de quien dijeron que era amigo de Oviedo, mientras Nelson tachó al presidente argentino de "sinvergüenza".
Familiares de los jóvenes asesinados por seguidores de Oviedo, en los días posteriores al asesinato de Argaña, lamentaron el maltrato que le dan a Paraguay los gobiernos "que se sienten poderosos".
"ƑQué justicia habrá para nosotros y para nuestros hijos? Siento vergüenza ajena porque eso revela la corrupción que existe, ya que todos son amigos y socios en esos gobiernos y nada les importa la suerte de un pueblo", dijo una madre.
Medidas que ayudan a represores
González Macchi afirmó esta noche que las decisiones argentinas y uruguayas en relación con Oviedo y Segovia eran "de carácter administrativo que obstruyen el accionar de la justicia de Paraguay y contribuyen a la impunidad de los delitos que la misma trata de esclarecer".
Indicó que respetará las decisiones de los gobiernos argentino y uruguayo de conceder asilo político a "personas procesadas y condenadas por delitos comunes y que pretenden pasar por perseguidos políticos".
Añadió que el tipo de gestos que adoptaron los gobiernos de los presidentes Menem y Sanguinetti constituyen "un desconocimiento inamistoso hacia los esfuerzos, hacia los muchos sufrimientos y sangre que costó al pueblo paraguayo restablecer su institucionalidad".
También en Argentina las reacciones fueron fuertes y se diría que contradictorias en el gobierno, ya que el ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, no se vio muy convencido de las causas esgrimidas por la cancillería para negar la extradición de Lino Oviedo.
Juristas y legisladores de la Alianza opositora opinaron que debe llamarse al Congreso al canciller Guido di Tella, para dar explicaciones y solicitar su juicio político.
El diputado Marcelo Stubrin, de la Unión Cívica Radical, dijo que "Menem perdió la oportunidad de desmentir los vínculos económicos que se le atribuyen con Oviedo".
El presidente salió al cruce del disgusto diplomático de Paraguay y dijo que este "enojo" se debe al desconocimiento de la legislación internacional".
Oviedo, quien intentó un golpe militar en 1996 --abortado por una presencia multitudinaria de jóvenes en las calles--, está acusado de la autoría intelectual del asesinato de Argaña, ocurrido en marzo pasado, y del asesinato de los jóvenes que encabezaron una multitudinaria protesta por ese crimen en los días posteriores.
En ese tenor, el ex militar no es considerado como un asilado político o un refugiado, y la cancillería paraguaya esperaba que su caso se dirimiera en la justicia más que a nivel diplomático.
Terrorismo, no delito común
El canciller Saguier explicó molesto a este diario que el pedido se basa además en leyes paraguayas, en convenciones internacionales a las que están adheridos Argentina y Uruguay.
En éstas se considera que el magnicidio es un acto de terrorismo, un delito común sujeto a extradición, por eso es inaplicable la ley argentina de cooperación internacional en materia penal, de 1996, que habla de los refugiados y rige el asilo.
Pero Buenos Aires adujo que "desde el punto de vista del derecho internacional y latinoamericano en particular, así como en la legislación argentina, las instituciones del refugio y el asilo, si bien diferentes en su naturaleza jurídica, tienen el mismo objetivo y consecuencia: la protección física del individuo".
Oviedo llegó a Argentina el 28 de marzo y varios medios revelaron la amistad y vínculos de negocios oscuros del militar y sus allegados en el gobierno menemista, especialmente en un caso que envuelve también a sectores del Partido Republicano estadunidense, como es el tema de la hidroeléctrica binacional Yaciretá.
En tanto, los opositores a Saguier, miembro del Partido Liberal Radical Auténtico, aprovecharon la situación y pidieron la renuncia del canciller. Esta noche Saguier anunció su dimisión, solicitada por el presidente González Macchi.
Oviedo, alojado por empresarios amigos del gobierno argentino, no sólo cuenta con protección oficial sino que no ha dejado de hacer política desde su residencia en Moreno, localidad ubicada a unos 30 kilómetros al oeste de esta capital.
El ex ministro de Defensa José Segovia, asilado en Uruguay, fue declarado reo prófugo, rebelde y contumaz al no presentarse en un proceso abierto por apropiación de bienes del Estado (unos 600 mil dólares que faltaron en su ministerio).