LETRA S

Agosto 5 de 1999


EL ESPECTACULO RENT EN MEXICO

Este último momento

ls-rent

CARLOS BONFIL

 

"¿Cómo relacionarte con una época en la que los caseros, los amantes, y hasta tus propias células te traicionan?" Quien profiere esta frase es "Mark", artista bohemio del East Village neoyorkino, testigo y narrador en la obra musical RENT que por fin llega a México luego de una larga temporada en Broadway, de una exitosa gira internacional, y de haber cosechado varios premios importantes, entre ellos el Pulitzer al mejor libreto para su autor Jonathan Larson, fallecido dos semanas antes del estreno de su obra.

La frase de "Mark" resume un estado de ánimo, un malestar generacional, el de muchos jóvenes menores de 30 años, la llamada generación X, sin mayores asideros emocionales y morales que los que encuentran en sus propios compañeros. Un tema central en RENT es la dificultad de comunicar las emociones y la búsqueda de una solidaridad afectiva. En inglés, rent no sólo significa renta, sino también grieta, fisura, desgarre. Los personajes de la obra viven, en efecto, diversas formas de desgarramiento: la amenaza constante de ser desalojados del inmueble que ocupan, y también, directa o indirectamente, la experiencia cotidiana de la "enfermedad del siglo", el sida. El autor, Jonathan Larson, pone así de cabeza al género predilecto de Broadway, pues en lugar de la tradicional situación romántica con desenlace feliz, propone una historia romántica bajo el signo de la incertidumbre y la desesperación, y algunos de sus protagonistas, románticos y desenfadados como los arquetipos juveniles de cualquier musical de moda, de Vaselina a José el soñador, se presentan abiertamente como personas infectadas por el virus del sida. No sólo eso. Larson registra también la diversidad sexual en el campo amoroso, con naturalidad y sin un asomo de sensacionalismo. Así lo explica el actor César Romero ("Angel" en la obra): "Al principio te dices, esto no puede ser, no puedo creer lo que estoy viendo, pues todos tenemos límites y estamos reprimidos en muchas cosas, y nos cegamos frente a lo que vemos a diario. Pero de repente te das cuenta de que no es sólo un hombre vestido de mujer que ama a otro hombre, una pareja homosexual lo que está ahí, sino un amor universal y la entrega, la entrega del alma y del todo."

 

Juntos para siempre

Desde un inicio la idea del autor y de su colaborador más cercano, Billy Aronson, fue trasladar el ambiente y la trama de la ópera de Giacomo Puccini La Bohemia, de los barrios bohemios parisinos en el siglo XIX, a un barrio neoyorkino a finales del siglo XX, con un grupo de amigos que viven paralelamente la experiencia amorosa y el drama de una enfermedad incurable. En La Bohemia son los estragos de la tuberculosis; en RENT, los saldos trágicos de la epidemia del sida. Otra inspiración capital fue, según el propio Larson, la lectura del libro de Susan Sontag El sida y sus metáforas, el cual le ayudó a definir su alejamiento de la imagen tradicional del enfermo de sida. En RENT, la enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual, sin distinguir su orientación sexual y sin que las drogas sean siempre el factor de riesgo determinante.

RENT tenía que significar para los noventa, lo que la ópera rock Hair representó en los años sesenta: el retrato de una época, el reflejo de una sensibilidad. Y el objetivo se cumplió con creces, pues en poco tiempo la obra dejó de ser una interesante producción off-Broadway para convertirse en uno de los mayores éxitos de taquilla del musical estadunidense, con temporada triunfal en Broadway, enorme popularidad entre el público joven, aceptación entusiasta de la crítica, y una internacionalización casi inmediata.

Su presentación en México es en sí un acontecimiento. La dirección escénica de Abby Epstein cumple con creces su cometido inicial, restituir en nuestro país la calidad y eficacia del musical concebido por Jonathan Larson, con el impulso de la coreografía de Christine Bandelow y el entusiasmo de un elenco juvenil, donde sobresale Erick Rubín ("Roger") interpretando canciones como Gloria o Prende mi vela, acompañado por una estupenda Samantha Salgado ("Mimi"). A estas cualidades escénicas se añade un hecho insoslayable: por vez primera asistimos en nuestro medio a una comedia musical que dirigiéndose a un público muy heterogéneo consigue presentar, de manera natural, la legitimidad de diversas opciones sexuales, sin pretender con ello reivindicar ningún estilo de vida en particular. Así lo señala otro actor de la obra, Alberto Castillo ("Collins"): "Lo menos importante es que un personaje sea hombre heterosexual o mujer homosexual, de una u otra manera, la obra sería exactamente igual. RENT no se escribió para reivindicar al travesti o al drogadicto o al que padece sida. Es una obra que presenta realidades, y si el público termina enamorándose de 'Angel' no es por que sea o no travesti, sino por su personalidad. Es de eso de lo que realmente se enamora."

De forma original RENT incorpora en el musical de Broadway el tipo de ficciones y retratos generacionales relacionados con el sida. A lo largo de 20 números musicales, la obra señala cómo la epidemia golpea a un grupo de amigos ante la mirada impotente del narrador que ve reducirse el círculo, de amigos en el que conviven heterosexuales, travestis, lesbianas, bisexuales y gays. Los personajes de Larson ofrecen también un estilo de vida comunitaria asociado al concepto de familia alternativa, es decir, a la llamada familia de elección, la cual completa los vínculos de solidaridad afectiva de las familias de origen.

 

¿Cómo medir la sobrevida?

Las diversas etapas de la creación de RENT, desde la idea original de Aronson hasta los resultados que hoy apreciamos, se confunden con la propia biografía de Jonathan Larson. En 1987, su mejor amigo, Mathew Grady, le revela que es seropositivo, y poco después se les diagnostica sida a otros tres amigos suyos. La recreación de La Bohemia tiene ya rostros muy identificables en el Nueva York de principios de los noventa, y el propio Larson se presenta como voluntario en una asociación de lucha contra el sida, el Manhattan Center for Living. El concepto central de RENT se convierte entonces en una afirmación de la vida, con un imperativo moral: "vivir cada momento como si se tratara del último". La obra revela entonces una riqueza inusitada en Broadway, pues en un ambiente festivo combina una suerte de celebración del dolor y el duelo con el gozo de vivir intensamente la amistad y sus placeres. "Sólo estamos nosotros/Sólo nos queda esto/Olvida las penas/O te perderás la vida."

Para la actriz Samantha Salgado ("Mimi" en la obra) ya no tiene mucho sentido relacionar automáticamente sida y muerte, y es eso tal vez lo que encierra, de manera algo profética, el mensaje esperanzador del autor de RENT. Dice Samantha: "Algo que me llama la atención es que en Estados Unidos hablar de sida no quiere decir muerte. Pero aquí en México sí, se habla de muerte segura. Esta obra se estrenó en 1994 y entonces hubo allá una ola de muertes a causa del sida , y mucho impacto por esa razón, pero hoy en día ya no es lo mismo." Efectivamente, 1996, el año de la muerte de Larson coincide no sólo con el éxito arrollador de RENT en Broadway, sino con la aparición de las nuevas terapias que revolucionarían la condición de los pacientes con sida, prolongando considerablemente su vida. "¿Cómo mides un año de vida? Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. En mañanas, en atardeceres/en medianoches/en tazas de café/en pulgadas/en millas/en risas/en dolor". ¿Un año en la vida?, pregunta una de las mejores canciones de la obra. A lo que el compositor y dramaturgo Jonathan Larson responde "¿Por qué no medirlo en amor? Mídelo en amor".