LETRA S
Agosto 5 de 1999
Editorial
Hace tres años, en nuestro primer número, agosto 1996, informábamos de las novedades presentadas en la XI Conferencia Mundial sobre Sida realizada en Vancouver. En ese evento, denominado la Conferencia de la Esperanza, se dieron a conocer los resultados promisorios del uso de los nuevos medicamentos contra el sida, los llamados inhibidores de la proteasa, que prolongan la vida de los pacientes y mantienen a raya al virus. Desde entonces, hemos presenciado en varios países la movilización de las personas afectadas por el VIH exigiendo el beneficio universal de las terapias desarrolladas, que debido a su elevado costo solo están al alcance de unos cuantos. Hemos seguido de cerca la lucha de los pacientes de México por el acceso a esos medicamentos, y señalado oportunamente sus logros y tropiezos. De igual modo, nuestro suplemento ha contribuido a la labor de vigilancia civil que detecta y señala a la opinión cualquier pronunciamiento o acción de intolerancia contra grupos vulnerables en nuestra sociedad, como la reciente amenaza del ayuntamiento panista de Córdoba, Veracruz, de "limpiar de la escoria" a esa ciudad, refiriéndose a travestis y lesbianas. Otra labor constante de nuestra publicación ha sido promover las campañas específicas de prevención del VIH, luego de observar que tal ha sido la clave del éxito de las intervenciones preventivas en los países que mejor controlan la epidemia. Prevención eficaz del sida, combate frontal a la intolerancia, acceso universal a los medicamentos, esos son algunos ejes de la apuesta de nuestro suplemento a favor de la esperanza.