LETRA S
Septiembre 2 de 1999
Limpiar a Córdoba de intolerancias
ANTONIO MEDINA
Un grupo de travestis, pertenecientes al colectivo Cihuatlatolli, de la ciudad de Córdoba, Veracruz, interpuso una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) contra el síndico del ayutamiento Rodolfo Gasparín, encargado de la policía, por las vejaciones y privación ilegal de la libertad que han sufrido luego de la campaña de hostigamiento emprendida en su contra por las autoridades municipales de esa ciudad.
La persecución se desató después de que las autoridades estatales de Salud detectaron, a mediados de junio, a un sexoservidor infectado por el virus que causa el sida. Posteriormente, el síndico Gasparín, dio la orden a las autoridades policiacas de detener a quienes ofrecieran sexoservicio en las calles.
En entrevista telefónica, Cynthia, un travesti de Córdoba, quien prefirió guardar el anonimato por temor a las represalias, comentó que "la actitud de las autoridades viola el acuerdo que tenían los y las sexoservidoras con la doctora Esperanza Torre Arellano, regidora de Salud Municipal, en el que se planteó que no se les molestaría siempre y cuando tuvieran sus papeles de salubridad que demostraran que se habían hecho sus análisis".
A pesar de dicho acuerdo, las autoridades policiacas, encabezadas por el inspector Donaciano Sosa, giraron un memorándum, fechado el 23 de agosto, en el que se ordena la detención de toda persona que ejerza la prostitución en Córdoba.
Según Francisco Quintana Damián, coordinador distrital del Partido del Trabajo, y asesor voluntario de los sexoservidores (La Jornada, 24/08) las autoridades panistas basan su acción en un artículo del Código Penal del estado que tipifica el delito de "ultraje a la moral pública".
Quintana Damián señaló también
que las autoridades municipales de Córdoba incurren en violaciones
graves, como revelar los resultados de los análisis de VIH positivos
de sexoservidores a los propietarios de bares para que no les permitan
trabajar. Como se sabe, mantener la confidencialidad de las personas infectadas
por ese virus es una obligación del personal de salud que labora
en instituciones públicas y privadas, así lo establece la
Norma Oficial Mexicana para la Prevención y Control de la Infección
por VIH de la Secretaría de Salud (NOM-010-SSA2-1993). Al no
respetar esa confidencialidad en el caso de los sexoservidores, las autoridades
municipales de Córdoba están violando dicha Norma, que es
de observancia obligatoria. Jairo Guarneros del colectivo Cihuatlatolli,
interpuso la queja el 3 de
agosto, luego de haber sido encarcelado por 24 horas y sufrido agresiones.
"Limpiar a Córdoba de la escoria", campaña inquisitorial
El detonador que indignó a la opinión pública y a numerosas organizaciones civiles que luchan por los derechos humanos fue la campaña abiertamente inquisitorial de las autoridades municipales que bajo el lema "Limpiar a Córdoba de la escoria", iniciaron la persecución contra gays, travestis, lesbianas y sexoservidoras con el supuesto fin de prevenir el contagio por VIH/sida. "Es una gran cadena de contagio, el problema es aterrador y preocupante, de tal manera que se deben tomar estas medidas para que no prolifere el virus", manifestó la regidora, Esperanza Torre (El Sol de México, 26/7), quien presumiendo de su esmerada ignorancia sobre las garantías individuales de los ciudadanos, añadió: "ni un homosexual más en las calles, ni en bares ni cantinas".
Lejos de que la preocupación de la regidora se convierta en una verdadera y eficaz campaña de prevención de la epidemia, el hostigamiento no ha cesado pese a las protestas y reclamos ciudadanos (y al llamado a la 'cordura' por parte del dirigente estatal del PAN, Bernardo Téllez Juárez, dirigido a los alcaldes panistas de la entidad para que dejen de perseguir a las minorías sexuales, ya que también votan, "Yo conozco a muchos gays que están a favor del PAN", señaló). Según relató Cynthia a Letra S, "hace algunos días fueron detenidos cuatro compañeros sexoservidores y estuvieron durante 72 horas incomunicados sufriendo vejaciones por parte del personal de la policía, pese a que tenían derecho a fianza".
A raíz de estos acontecimientos, afirmó Cynthia, los travestis afectados de la ciudad de Córdoba se están organizando para apoyar a gays, lesbianas y travestis, sexoservidores o no, con el objeto de exigir respeto por parte de las autoridades policiacas y de Salud de la entidad, y de paso limpiar a Córdoba de intolerancias.