n Buscarán destituirlo de la mesa directiva y llevarlo a juicio político


Medina Plascencia enfurece a los priístas

Alonso Urrutia y Víctor Ballinas n Concluida la agitada sesión del Congreso, los priístas ratificaron sus cuestionamientos al panista Carlos Medina Plascencia: ''Este aborto salinista habló a título personal. Era sesión de Congreso y no podía ir más allá de lo que dice la ley'', afirmó el coordinador priísta, Arturo Núñez. Su dirigente nacional, José Antonio González Fernández, respaldó la postura de los priístas, quienes amenazaron con destituir a Medina de la presidencia de la mesa directiva.

Casi por unanimidad, la oposición definió esta actitud como intolerante. Medina sostuvo que su postura fue de una crítica republicana y no faltó al consenso, como lo acusaron los priístas. ''Cómo me hubiera gustado que hace años hubieran hablado de consenso y no asumir esas actitudes de sometimiento, cortesanas y zalameras''.

A su vez, la dirigente perredista Amalia García afirmó que la intolerancia priísta no se acostumbra a los nuevos tiempos del país. Subrayó que la actitud de los priístas hace más tenso el ambiente político y señaló que es incongruente que actúen de manera intolerante cuando el Presidente habló de tolerancia.

El secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, también criticó al panista y dijo que el mensaje del presidente de la Cámara de Diputados fue un acto que ''denigra'' al Congreso. Medina, señaló, debió haberse apegado a la ley. ''No corresponde a la convivencia civilizada, democrática; es un papel que denigra al Congreso''.

Por otro lado, en medio del escándalo que se vivía en el salón de plenos, los principales dirigentes de los partidos nacionales acordaron reunirse en unos días para buscar la distensión y coincidieron en que es preocupante que se genere tal clima de beligerancia.

Tras la sesión, los priístas arremetieron contra Medina Plascencia. Dirigentes, senadores y diputados repudiaron la actitud del panista. Casi fuera de sus casillas, Núñez arremetió contra el ex gobernador y anunció que se promoverá un juicio en su contra por haber transgredido las funciones que le correspondían como presidente de la mesa directiva.

Subrayó que los orígenes del ex gobernador de Guanajuato están marcados por la concertacesión y ello incide en su actuación política. Aseveró que debió haber consensado el documento, pues era una respuesta del Congreso.

En sentido similar se manifestó el líder priísta, José Antonio González Fernández, quien dijo que se transgredieron las normas del Congreso y que los priístas (quienes trataron de callar al panista con abucheos, silbidos e insultos) respondieron a una provocación. No obstante, se distanció de la propuesta de destituir a Medina. Dijo que el asunto es ''tan delicado'' que hace falta un diálogo entre partidos para crear un clima de tolerancia. Hoy podría reunirse con sus coordinadores parlamentarios para decidir cómo buscar un diálogo con la oposición. ''Solos no debemos avanzar porque el país no es unipartidista; hay que reconocer la realidad, pero hay que convivir con la realidad porque de otra manera nos lleva a enfrentamientos no deseados''.

La postura priísta fue virtualmente unánime. El senador Eduardo Andrade y el diputado Fidel Herrera Beltrán reprobaron la postura de Medina y apoyaron la propuesta de promover una acción en su contra. Herrera mencionó que el documento presentado estaba ''lleno de rencores y odios'' que no correspondían a la sesión.

El priísta Rafael Oceguera dijo que hubo una flagrante violación del párrafo tercero del artículo octavo de la ley orgánica del Congreso de la Unión. ''En todo momento nuestra postura fue reclamarle el apego de su desempeño como presidente. Por eso hoy votaremos su destitución''.

Medina Plascencia respondió que estas posturas sólo muestran la intolerancia de quienes nunca se quejaron de la forma ''cortesana'' como el Congreso trataba al Ejecutivo. ''El mensaje fue en términos republicanos y no una actitud facciosa, pero si los priístas quieren pedir la destitución están en su derecho''.

Por su parte, el coordinador de los senadores panistas, Gabriel Jiménez Remus, aseveró que los hechos pueden poner al borde de la ruptura la relación entre los poderes de la Unión. Este episodio, agregó, es parte de una transición que deja atrás el sometimiento del Legislativo.

A su vez, García Medina dijo que el PRI mostró su intolerancia hacia quienes expresan puntos de vista distintos. No fueron uno o dos legisladores, recordó, sino una bancada completa. ''En todo caso, debieron haber escuchado su intervención y si consideraban que su postura no correspondía al tipo de respuesta que se debe dar, reclamar en los próximos días, durante la glosa del Informe''.

Sobre las interpelaciones de algunos perredistas al Presidente, argumentó que la postura de la bancada era la de una relación republicana; sin embargo, quienes lo impugnaron están en su derecho. El Presidente, justificó, no abordó los temas que le interesan a la nación, como Chiapas.

Mientras, Porfirio Muñoz Ledo dijo que los hechos de ayer revelan una crisis en la relación entre poderes. ''Fue el último día del presidencialismo'.

El presidente nacional del PCD, Manuel Camacho, aseveró: ''Este es un hecho muy grave en la historia política del país. La única manera de resolverlo es reconociéndolo y estableciendo los mecanismos para que podamos ir a un verdadero diálogo antes del proceso del 2000 y evitar llegar a una situación donde hoy la confrontación es de gritos y de falta de respeto. Medina dio su opinión y no fue tolerada. Zedillo dijo que habia libertad de expresión, cosa que fue negada en los hechos''.