n Gastará $200 millones
Estrechez financiera en el PRI para elegir a su candidato
Alonso Urrutia n Aun cuando recibe poco más de 400 millones de pesos anuales como prerrogativas, las proyecciones financieras del PRI para la organización de su proceso de selección del candidato presidencial hacen prever una "estrechez" de recursos, si bien ésta no pone en riesgo la realización de los comicios.
De acuerdo con miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, la elección interna podría costar alrededor de 200 millones de pesos, lo que supone la necesidad de buscar formas de financiamiento alternativas para completar los gastos.
Por otro lado, se realizan los últimos amarres en la organización del debate del próximo 8 de septiembre, mismo que probablemente se realice en el Club de Industriales -donde se han llevado a cabo los debates públicos-, si bien no se descarta todavía que sea en el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del tricolor.
De igual forma, todo parece indicar que será Mayté Noriega la responsable de moderar el debate que durará una hora. La Comisión para el Desarrollo del Proceso Interno se reunirá esta semana para definir también, mediante sorteo, el orden en que habrán de intervenir los cuatro precandidatos.
En cuanto al aspecto financiero, el PRI recibirá este año 417 millones de pesos, lo que significa una captación mensual de 35 millones, que se le proporciona a través del IFE.
Para complementar los recursos que requiere este proceso interno, dirigentes del partido han comenzado a acudir a los militantes, a fin de que aporten el dinero extra que necesitarán.
A poco más de dos meses de su realización, ya prevén los gastos que implicará la capacitación de 200 mil militantes, que deberán participar en las 64 mil mesas receptoras del voto. Ello, independientemente de la erogación que implicará la adquisición de mamparas, urnas, la emisión de boletas, tinta indeleble e incluso la alimentación de los integrantes de las casillas.
Asimismo, ya se contabilizan los gastos que derivará la contratación de los medios electrónicos -radio y televisión- para la difusión del debate, así como la campaña de promocionales que el PRI deberá intensificar cuando se acerquen las elecciones.