n Víctor Luis González escribió Ventana sin paisaje


Decisivo, el rol de las voluntades ajenas en el destino individual

n ''La literatura ordena lo que el narrador toma como modelo''

César Güemes n La voluntad de una persona no alcanza, de acuerdo con la hipótesis de Víctor Luis González, para determinar su destino. Los otros, los demás, las voluntades ajenas juegan un papel fundamental en la vida del individuo. Para demostrar esta idea, el autor dedicó los más recientes años a trabajar sobre Ventana sin paisaje, que ahora ve la luz bajo el sello de Lectorum.

-Comentabas antes de iniciar la plática, que el resultado final de la novela es producto de escrituras consecutivas a lo largo de varios años. ƑA qué atribuyes este proceso relativamente largo?

-Trabajar tanto tiempo sobre Ventana... obedeció a problemas de carácter estilístico. No encontraba la manera coherente y creíble de decir las cosas que suceden. Eso lo fui hallando con base en mucha dedicación a la obra y al ensayo de varios estilos.

 

Ordenar la realidad

 

-ƑEsa verosimilitud se debe a los hechos poco creíbles que suceden en la novela?

-Así es. Y eso se logra echando mano de los recursos posibles. Ningún tema que se elija para llevarlo a la novela es del todo creíble hasta que alguien lo narra. Hay personas a las que nos cuesta más o menos trabajo lograrlo. Para ello pasé un buen tiempo, cuando era joven, en talleres literarios coordinados por José Agustín, Gerardo de la Torre y René Avilés Fabila. El caso es que no les aprendí nada académico, pero adquirí una actitud ante la literatura. Ya un poco mayor traté con otros escritores, como la maestra Codina, que me orientó en la mejor manera de decir las cosas.

-Hoy puede resultar más complejo hacer una novela del crimen que sorprenda porque la violencia extrema ya está reflejada en las pantallas de televisión. ƑEstás de acuerdo?

-Sí, aunque el deber del escritor que aborda esta temática es ordenar la realidad para que sea entendible y disfrutable. Hay un gran caos, es cierto, todos los sucesos y su reflejo noticioso se dan de manera desordenada. Uno nunca sabe los móviles. La literatura ordena lo que el autor toma como modelo. Particularmente tiene un comentario acerca de la naturaleza humana, intenta dejarle algo al lector.

-ƑCómo llegaste a la última versión de esta novela?

-Llegué, pero nunca quedé satisfecho. La podría escribir otras 20 veces, sólo que ya no da para más. Había episodios del todo increíbles a pesar de que estaban dentro de la mecánica de la obra. Es decir, respetaban incluso los planos aristotélicos, pero no dejaban de ser muy raros. Por ejemplo, el episodio en el que uno de lo personajes asesina a tres adolescentes en una cantina tuve que escribirlo varias veces porque yo mismo no lo creía. El capítulo, sin embargo, era necesario. El recurso que me pareció funcional fue el de quitarle cierta puntuación para que sonara delirante. Así fue toda la novela, poco a poco encontré los recursos narrativos.

-ƑHubo recopilación de hechos para la trama?, Ƒinvestigación?

-Hay muchos modelos de la realidad para los personajes y los sucesos. La idea primordial de la que partí fue demostrar que el destino son los otros. Es importante lo que uno aporta a su propio destino, pero lo es más aquello que los otros aportan. Es algo que quise demostrar desde que Jorge Enrique Adoum, autor de Entre Marx y una mujer desnuda, lo mencionó por primera vez.

-No es una hipótesis muy nueva.

-No, es una idea que tuve 15 años y se volvió suficientemente fuerte como para terminar expresándose en una novela.