Contaminante ambiental en la ciudad de México


Alteraciones en la reproducción

sexual por impacto del banadio

María Luisa Vélez

Infertilidad, esterilidad, incremento de abortos, retraso en el crecimiento del feto y alteraciones al nacimiento ųen especial en el sistema esqueléticoų son algunas de la características encontradas en la investigación sobre el impacto del banadio (contaminante ambiental de alta frecuencia en la ciudad de México) en el ciclo reproductivo de mamíferos como el humano, dirigida por el doctor Mario Altamirano, coordinador general de Investigación y jefe del Laboratorio de Citogenética y Mutagénesis de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.

Como parte de su proyecto, centrado en la repercusión de diferentes metales y metaloides contaminantes (cromo, aluminio, mercurio, litio o arsénico) a nivel embrionario, fetal y genético, Altamirano ha puesto especial énfasis en el estudio del banadio, ya que mediante su trabajo en células humanas cultivadas in vitro y sus experimentos in vivo con ratones ha encontrado diferentes resultados.

Los embriones y fetos de las hembras preñadas, expuestas a dicho metal durante su etapa de gestación, han presentado alteraciones en el sistema esquelético (falta de osificación); en algunos casos, ausencia de dedos y, en otros más, labios y paladares hendidos. En general, ha descubierto retraso en el crecimiento de diferentes órganos durante la fase de desarrollo.

Respecto al proceso de fertilización, el investigador ha encontrado que la exposición al banadio (60 días los ratones machos y 20 los ratones hembras) disminuye la movilidad de espermatozoides, es causa del decaimiento también en el número de éstos (repercusión en células germinales), produce malformaciones en los fetos, provoca alteraciones genéticas (como ruptura e intercambio de cadenas de ADN), causa disminución y retraso en la tasa de proliferación celular del feto (se reduce el número de células que se reproducen normalmente en cultivo o en la médula ósea de los animales), está asociada con poliploidias en estado embrionario (duplicación en el material genético de las células) y en algunos casos puede producir una mala segregación de los cromosomas cuando se divide la célula en el embrión (micronúcleos).

El banadio es lanzado al aire por la refinación, la extracción y la combustión del petróleo (el mexicano es de los que tienen mayor cantidad de banadio, al igual que el venezolano). Por el consumo de gasolinas, este contaminante es uno de los metales pesados que se encuentran en mayores cantidades en el medio ambiente de la ciudad de México (hay unos 2 mil 800 compuestos químicos presentes en la atmósfera de la urbe).

Pero el banadio no sólo se encuentra en el ambiente por la combustión de gasolinas y gases derivados del petróleo, pues tiene una gran cantidad de aplicaciones y es altamente solicitado ųpor toneladas, anualmenteų. En su forma más comercial (pentavalente) es utilizado también en cerámica, construcción de herramientas, fabricación de partes aeroespaciales (formando acero de alta resistencia), como mordente para colorantes de telas y catalizador químico, entre otros usos.

Distintos centros de investigación del mundo realizan estudios sobre el impacto genético del banadio, pero en Venezuela el doctor Gerardo Villalobos, quien comenzó hace diez años, encontró resultados que ųen opinión de Altamiranoų pueden estar correlacionados con la presencia de ese metal en el ambiente.

Entre la población de Maracaibo que habita una región aledaña a una laguna contaminada con banadio por una gran refinería de petróleo, se hallaron frecuentes casos de recién nacidos con malformaciones específicas: defectos de cierre del tubo neural, es decir, con problemas de desarrollo en la espina dorsal; anencefalias (falta de cerebro), y espina bífida (exposición de la médula cuando la espina del feto no cierra durante su gestación).

En México, Mario Altamirano continúa trabajando en la detección del sitio donde actúa el metal, cómo lo hace y en qué etapas del desarrollo embrional incide produciendo alteraciones como infertilidades, esterilidades, mutaciones incremento de abortos. Lo anterior, comenta Altamirano, ha podido ser comprobado en sistemas tanto in vitro como in vivo. "Hemos probado los compuestos de banadio en células humanas en cultivo (espermatozoides), y después con ratones, y hemos encontrado una correspondencia de los efectos".

La evaluación que este investigador realiza se encuentra enfocada a la salud reproductiva. "Muchos grupos de instituciones de educación superior están preocupados por el impacto que pueden tener esos compuestos a nivel físico, químico e incluso biológico y sobre la salud humana. Pero lo importante es no perder de vista el objetivo: la salud pública, la salud reproductiva y la salud genética. Hay que buscar cómo podemos evitar el problema, y con los medios más consecuentes evitar que la población esté expuesta, y si tiene que estarlo, hallar alternativas para no llegar a un daño mayor. Por ello buscamos detectores tempranos que todavía no manifiestan un daño permanente; entonces, tal vez podamos ponerles remedio".