n Participan 26 mil militares en la actividad; de 95 a la fecha han muerto 65
Sedena destina 25 por ciento de su
presupuesto a la lucha antidrogas
n Designará este año a la labor unos 4 mil 173 millones de pesos, según cifras de la dependencia
n Han sido capacitados 50 jefes, mil 138 oficiales y 165 elementos de tropa en instalaciones de EU
Jesús Aranda n El Ejército Mexicano destina 25 por ciento de su presupuesto para combatir el narcotráfico, es decir, alrededor de 4 mil 173 millones de pesos, de los 16 mil 694 millones asignados para 1999.
Lo anterior, de acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional y el creciente involucramiento de militares en la lucha contra el tráfico ilícito de estupefacientes. Así, de 1995 a la fecha, el Ejército destinó 11 mil 467 millones de pesos -equivalentes a 25 por ciento de su presupuesto-, tan sólo por concepto de equipamiento material e instalaciones necesarias para hacerle frente a este problema.
Por otra parte, el combate al tráfico de drogas por parte del instituto armado ha tenido consecuencias directas entre sus miembros, ya que de 1995 a la fecha, trasladó a 36 mil 341 militares a diferentes puntos del territorio nacional (con todo y sus familiares), lo que demandó un gasto en instalaciones y viviendas por casi mil 700 millones de pesos durante ese periodo.
Este proceso incluyó también la reorganización de las 12 regiones, 41 zonas y 23 guarniciones militares a nivel nacional.
Información de la propia dependencia destaca que esta batalla contra el tráfico de drogas involucra diariamente a 26 mil elementos y de 1995 a 1999 han muerto 65 soldados y 288 han resultado heridos en diversas acciones.
En el rubro de capacitación de personal para ésta tarea se ha recurrido al adiestramiento en instalaciones militares de Estados Unidos, donde 50 jefes, mil 138 oficiales y 165 elementos de tropas se han entrenado con oficiales estadunidenses.
Sin embargo, el involucramiento directo de militares en este rubro va más allá; se inició en 1995 con la incorporación de militares en la estructura de la Procuraduría General de la República y se llegó a su punto más alto en diciembre de 1996, cuando mil 493 soldados estaban comisionados en varios estado de la República en apoyo a esa dependencia.
Tan solo en la actualidad, destaca el caso del general Guillermo Alvarez Nara, director de la Policía Judicial Federal y ex director de la Policía Judicial Federal Militar.
Lo anterior, sin contar los 4 mil 899 elementos de la Policía Militar que fueron transferidos a la Policía Federal Preventiva en julio de este año, los cuales estarán apoyados por 353 vehículos militares, 99 perros y mil 862 armas de fuego.
Grupos especiales
De acuerdo con la información contenida en el documento Operaciones contra el narcotráfico, la Secretaría de la Defensa Nacional precisa que en lo que se refiere a las unidades operativas del Ejército, el combate al narco motivó la creación de 70 Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes), 36 Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales (Ganfes), así como la reorganización de tres brigadas de Infantería, una brigada de Policía Militar, dos batallones de Infantería; un regimiento de Caballería Motorizado, ocho regimientos Mecanizados y 24 Compañías de Infantería no encuadradas.
La lucha contra el tráfico de estupefacientes incluye por supuesto la intercepción aérea y la localización de cultivos ilícitos. En este rubro, de 1995 a 1998 se incrementó al material de vuelo en 40 por ciento, motivado por la transferencia inicial de 73 helicópteros estadunidenses UH-IH -gran parte de los cuales se tuvo que regresar por no cumplir con las necesidades- y cuatro aviones C-26, además de 18 helicópteros transferidos por la PGR y la adquisición que hizo la Secretaría de la Defensa Nacional de 47 aeronaves (entre aviones y helicópteros),
Esto se tradujo también en la reorganización integral de la Fuerza Aérea Mexicana -de entrada las bases aereas se integraron a las regiones o zonas militares, así como en la readecuación de la división territorial aérea a tres regiones; la creación de siete bases y nueve estaciones aéreas, que tuvo un costo en los últimos cuatro años de 49 millones 443 mil pesos.
Por cierto que la transferencia de los helicópteros "chatarra" UH-IH de los Estados Unidos -que datan de la guerra de Vietnam- motivó una erogación de 39 millones 996 mil pesos para la remodelación de instalaciones.
En otro orden, el incremento de la actividad en el combate al narcotráfico se refleja también en los consumos de combustible y lubricantes para los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana, que pasaron de 95 millones 574 mil pesos a 186 millones 742 mil 600 pesos en 1997, mientras que en 1998 las cifras alcanzaron los 207 millones 772 mil pesos.
Al mismo tiempo, los costos en mantenimiento y refacciones también se dispararon. Según la dependencia, en 1995 este rubro alcanzó los 166 millones 945 pesos y tan sólo tres años después, el gasto por "refaccionamiento" de helicópteros y aviones militares superó los 280 millones de pesos.
De acuerdo con la dependencia, desde que Ejército y Fuerza Aérea iniciaron el combate a las organizaciones criminales -aunque de acuerdo con la Constitución, su labor es de estricta coadyuvancia con el Ministerio Público Federal-, "se ha incrementado la información en cuanto a sus actividades, estructura, integrantes, relaciones, áreas de operación y principales cabecillas".
Lo anterior, afirma, ha permitido reducir el margen de impunidad "con el que habían venido operando" dichas bandas, logrando la captura de algunos de sus integrantes y líderes y, "en otros casos, obligándolos a mantener un esquema de constante movilidad y ocultamiento, tanto dentro del territorio nacional como en el extranjero".
De esta manera, concluye el documento, en los últimos cuatro años la Secretaría de la Defensa Nacional ha colaborado en 75 operaciones contra los principales cárteles de la droga en el país y en la detención de 43 narcotraficantes mexicanos y de otros ocho extranjeros.