Astillero Ť Julio Hernández López

La noche del viernes pasado, los programas de noticias de Televisión Azteca dieron muestra de una gran sobriedad informativa. Un mal pensado diría que estaban de luto, pero en realidad sólo estaban asimilando, muy a destiempo, el estrepitoso fracaso de la más intensa y prolongada campaña de linchamiento público que medio masivo de comunicación haya hecho nunca antes contra funcionario público alguno.

Raúl Sánchez Carrillo, a quien tocó conducir la emisión del noticiario estrella de la televisora de Salinas (Pliego), simplemente rindió ante las cámaras, ese viernes, un reporte sucinto y directo de la consignación judicial y el encarcelamiento de Mario Rodríguez Bezares y de otros implicados en el asesinato del héroe que la empresa del Ajusco quiso construir a golpe de cursilerías y embustes y que, a la hora de la verdad, quedó como un mafiosillo endeudado a quien, por órdenes superiores, traicionarían sus congéneres y patiños.

Esa noche nefasta -al menos para los intereses de Salinas (Pliego)-, no hubo horas y más horas de editoriales y comentarios llenos de indignación por la inseguridad pública con la que las autoridades cardenistas habrían creado las condiciones para asesinatos de ejemplares ciudadanos, probos artistas, blancas palomitas como el cómico Stanley.

Contra el mal gobierno (del DF)

Ningún artista reconocido salió a cuadro mostrando desesperación (casi a punto de tomar las armas) por el mal gobierno (de la ciudad de México) que permitió que una pacífica persona fuese asesinada en el Periférico, luego de almorzar tranquilamente en El charco de las ranas. El director de la empresa de televisión, el señor Salinas (Pliego), tampoco irrumpió en las pantallas para lanzar un mensaje de advertencia, de hartazgo, de valor cívico digno de ser inscrito en letras de oro en algún recinto público.

No. Nadie dijo nada. Simplemente las noticias. Tal cual. Sin comentarios. Ni una sonrisa, ni un gesto. Vaya, ni un alzamiento de ceja. La información escueta: ``El procurador general de justicia del Distrito Federal informó hoy queÉ''

No podía ser de otra manera, pues se confirmó al fin, judicialmente, el rostro sombrío, delictivo, del mártir que la televisora del Ajusco quiso elevar a los altares (con una celeridad y una virulencia que hacen pensar en la posibilidad de que el día del asesinato se haya ordenado una campaña de defensa a la medida de los intereses afectados, de los estamentos implicados, sabiendo en esa empresa que el citado Stanley era uno de los distribuidores -¿hasta qué niveles?- principales de satisfactores químicos -como antes lo había sido en su anterior casa de trabajo-).

Con la investigación de Samuel del Villar, con las evidencias claras de la vinculación de Stanley y sus patiños, y edecanes, y choferes, y guardaespaldas con capos y más capos, la campaña de linchamiento de Tv Azteca contra Cuauhtémoc Cárdenas quedó en ridículo fracaso.

Por eso es que, cuando menos esa noche, los mariachis callaron por el rumbo del Ajusco. Continuarán, desde luego, las defensas veladas, las infidencias procaces, las revelaciones morbosas (ahora sí, con Bezares en la cárcel, Televisión Azteca se decidió a mostrarse arrojada, preguntando a la esposa de Mayito si estaría dispuesta a hacerse la prueba del ADN para demostrar que su esposo es el padre de su hijo y no el difunto Paco, como sugieren diversas fuentes de escándalo), pero es posible que nunca más puedan sonar con el mismo tono los gritos destemplados que anuncian losÉ.Heeeeeeechooooos Éque han quedado como meros monitos de pelucheÉ

Hechos son amores

Y a propósito de hechos, de nada sirven los discursos y las maniobras del gobierno zedillista con los que pretende demostrar que respecto a la UNAM y Chiapas le animan principios y convicciones de legalidad y pacificación.

Diga lo que diga la cúpula del poder público nacional, en Chiapas continúan en esencia las mismas estrategias de acotamiento y amedrentamiento, que serían preámbulo de mejor posicionadas acciones militares antizapatistas.

Diga lo que diga esa cúpula, el gobernador Roberto Albores Guillén sigue masacrando el erario en promociones y autoelogios, continúa maltratando a la población y agrediendo a los indígenas y a las bases zapatistas y sigue aplicando una política fascistoide que podría llegar a dolorosas e irreparables escenas de violencia cuya culpabilidad no quedaría sólo en el Palacio de Tuxtla Gutiérrez.

Diga lo que diga esa cúpula, en el conflicto de la UNAM se continúa la misma estrategia: la belicosidad, la intolerancia, la preparación de las coartadas, la convocatoria a la movilización de los contras, el discurso amenazante, la aparición de parapetos presuntamente dotados de alta autoridad moral como serían los cinco ex rectores, la advertencia de que el Estado habrá de aplicar otras medidasÉ

Es, finalmente, la misma visión de la sociedad, la misma concepción de las causas de sus conflictos y de los mecanismos para su solución. Lo mismo en Chiapas que en la UNAMÉ

Malinalco, Montiel y las ratas

Tal vez porque saben que está próximo a tomar el poder el nuevo gobernador, Arturo Montiel, o porque saben que sus palabras en televisión fueron meras armas de campaña, pero los delincuentes han multiplicado sus acciones en las semanas recientes en la turística población de Malinalco, en el estado de México.

Los hurtos, los asaltos y la violencia para la comisión de delitos se han incrementado de una manera notable, lo que ha llevado a varios ciudadanos (residentes, unos, de tiempo completo en la población, propietarios de casas de fin de semana, otros) a organizarse y a, aparte de denunciar un buen número de casos preocupantes, exigir a las autoridades que cumplan con sus obligaciones de dar seguridad a los ciudadanos y sus bienes (suponiendo que no son estas autoridades las promotoras de los actos ilícitos, dando información a los ejecutores e impunidad si son detenidos o consignados)

Astillas: Francisco Labastida Ocha informó que su fortuna personal asciende a 6 millones 800 mil pesos, y prometió que, de llegar al poder, habrá de promover que el presidente, y sus principales funcionarios, rindan reportes periódicos de sus ingresos y sus movimientos contablesÉ Humberto Roque Villanueva, por su parte, dice que él no tuvo oportunidad de hacer favores desde cargos públicos como para que le ayuden con sus gastos de campañaÉ Manuel Bartlett, a su vez, va subiendo el tono de sus críticas, tal vez deseoso de remontar la difícil colocación de tercer lugar en la que se encuentra, después de Madrazo y Labastida, y antes de Roque a quien, diga lo que digan, sigue aguardándole un clarísimo cuarto lugar (de cuatro) en la competencia priísta internaÉ Fernando Canales Clariond metió tanto miedo al gobierno federal, en especial al ramo hacendario, con su amenaza de tomar dinero de las participaciones federales para financiar compromisos necesitarios para Nuevo León que, de inmediato, José Angel Gurría ofreció recursos especiales para paliar el intento de rebelión anticentralistaÉ En Nayarit continúan las especulaciones acerca de las cuentas mal hechas (por decir lo menos) que está entregando el cetemista Rigoberto Ochoa Zaragoza a sus adversarios políticos que ahora han llegado al poderÉ

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