n Estudiará la Cocopa mantener una representación en la zona, afirma
Grave, la situación en Amador Hernández, señala Payán
Andrea Becerril, enviada, y Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 29 de agosto n La Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) dará fe ante el Congreso de la Unión y el gobierno federal de la grave situación que se vive en la comunidad de Amador Hernández por la presencia del Ejército, y definirá la posibilidad de mantener una representación en ese poblado de la selva Lacandona, tal como lo demandaron sus habitantes.
"Es un asunto que vamos a definir lo más pronto posible, ya que amerita una respuesta rápida, ante el riesgo de una confrontación entre los habitantes de ese poblado zapatista y los militares asentados en sus tierras", comentó el presidente en turno del organismo, Carlos Payán Velver.
El senador perredista y los diputados Gilberto López y Rivas, del PRD, y Javier Gil Castañeda, del PRI, coincidieron en que es positivo el balance en torno a la visita que ayer concluyeron a la zona de conflicto, sobre todo por haber podido dialogar con bases y dirigentes del EZLN en Amador Hernández y en San José la Esperanza.
"Además de la particularidad que encierra el encuentro por la conflictiva situación que se vive en la comunidad, se dio la posibilidad de un rencuentro con el EZLN, donde nos plantearon su demanda de que se retire el Ejército y que algún integrante de la Cocopa pudiera permanecer con ellos", precisó el legislador Gil Castañeda.
El diputado priísta agregó que la Cocopa va a evaluar esta última petición en una reunión plenaria del organismo, a fin de decidir lo conducente.
Insistió en que pese a que hubo diálogo con los zapatistas, la reunión se dio en el marco de un conflicto particular. Esto "posibilitó un rencuentro que esperamos produzca otros y le permita al organismo de coadyuvancia un escenario de negociación", dijo.
Payán Velver, en tanto, resaltó que los habitantes de Amador Hernández pidieron que un representante de la Cocopa permanezca con ellos en esa comunidad, ya que temen una agresión del destacamento militar asentado en la zona.
La Cocopa, agregó, va a dar respuesta a la petición lo más pronto posible, una vez que lo haya analizado al interior de la comisión, donde las decisiones se toman por consenso. Además, dijo el senador, va a dar fe de la tensión que provoca la presencia Ejército en ese poblado eminentemente zapatista.
Se deberán hacer gestiones ante el Congreso de la Unión y el gobierno federal para que se retire el contingente militar instalado en Amador Hernández desde el pasado día 12, añadió Payán. Hizo notar que no hay pretexto ya para que permanezcan cientos de soldados en esa comunidad --del municipio de Ocosingo--, toda vez que la Secretaría de Gobernación anunció que quedaban suspendidas las obras de construcción de la carretera que pasa por esa zona.
Asimismo, el senador perredista comentó que la visita a la zona de conflicto fue, a su juicio, muy positiva. "Fuimos recibidos por la comunidad con un tono de irritación inicial hacia la Cocopa, porque en ocasiones es difícil entender que nuestras posibilidades de actuar dependen de las partes en conflicto".
Sin embargo, "con todo lo ríspido que pudo ser el diálogo, éste se dio finalmente y los indígenas nos dijeron lo que les molesta e irrita. Escuchamos las voces de rechazo a la presencia del Ejército, la exigencia de que los militares salgan de sus tierras, donde ocupan incluso parcelas ejidales, la petición de que no construya la carretera sin el consenso de la comunidad", resaltó Payán Velver.
Así las cosas, expuso por su parte López y Rivas, la Cocopa pudo constatar que todo un contingente al mando del comandante de la 39 zona militar está dispuesto a mantenerse en Amador Hernández para proteger a un topógrafo de alguna compañía constructora.
Añadió que considera relevante este viaje de la Cocopa a los dos poblados en que se han presentado problemas en las últimas semanas por los operativos castrenses, ya que además los legisladores pudieron reunirse con representantes de organismos de derechos humanos no gubernamentales y organizaciones sociales, quienes proporcionaron información sobre el ambiente de tensión que se vive y los alertaron del riesgo de mayores confrontaciones.