n El museo que lleva el nombre del artista oaxaqueño expone 57 de sus cuadros


La obra de Rufino Tamayo, esencial para explicar el siglo XX mexicano, dijo Tovar

Merry Mac Masters n La coincidencia del centenario de Rufino Tamayo y el final de siglo nos invita a hacer del pintor oaxaqueño parte fundamental de la reflexión y la reafirmación de nuestra identidad, con que los mexicanos recibiremos el año 2000 y el tránsito al tercer milenio, afirmó Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), al inaugurar a nombre del presidente Ernesto Zedillo la exposición Tamayo: su idea del hombre, en el museo que lleva el nombre del creador y que conserva la colección de obra suya y de arte internacional que el artista con gran generosidad donó al pueblo de México.

Tovar tuvo como fondo para sus palabras El hombre, mural que el pintor realizó para el Museo de Arte de Dallas en 1953 y que por vez primera se muestra en México.

Frente a la afirmación nacionalista y la profunda mirada al interior de México que el movimiento cultural y la escuela mexicana de pintura efectuaron apenas concluida la Revolución, Tamayo quiso dar un paso adelante al arte mexicano moderno, un avance hacia su definitiva universalización, señaló el titular del CNCA.

Como sus antecesores, este pintor emblemático del siglo XX abrevó en las fuentes vivas y redescubiertas por el México posrevolucionario, del arte mexicano prehispánico y del arte popular, pero logró tal vez como nadie sintetizar las vanguardias internacionales de nuestro siglo y hacer partícipe y plenamente reconocible lo mexicano en el diálogo y el espíritu cosmopolitas, agregó.

Cuando llega un nuevo fin de siglo, ahora que se vive una coyuntura temporal similar a ésa en la que Rufino Tamayo vio la luz por vez primera, su obra sella, en más de un sentido, estos 100 años de historia y cultura mexicanas de lo que fue y significó el siglo XX mexicano, finalizó Tovar, no sin antes dejar constancia de su agradecimiento a los tres sobrinos de Olga Tamayo, allí presentes, su generoso préstamo para la exposición.

 

''Vital'', la participación de Toledo

 

Por su parte Gerardo Estrada, director general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dijo que el presente es un homenaje que ''hemos querido hacer no sólo de gran calidad, sino además muy intenso y extenso".

Con la exposición de Tamayo, apuntó, se inicia una serie de actividades no sólo en la ciudad de México, sino a lo largo del país y que tienen por supuesto un lugar especial en Oaxaca, donde ha sido ''vital" la participación del pintor juchiteco Francisco Toledo.

Un público nutrido llegó al recinto de Chapultepec (Reforma y Gandhi) desde temprana hora, ya que originalmente se había anunciado la presencia del jefe del Ejecutivo.

Asimismo, formaron parte del presídium Antonio del Valle, presidente de la Fundación Olga y Rufino Tamayo; María Teresa Márquez, directora del Museo Tamayo, y Juan Carlos Pereda, curador de la muestra.

Tamayo: su idea del hombre se compone de 57 cuadros debidos al genio que hizo del dibujo y el color una virtud, de ese mexicano universal que es el pintor nacido en Oaxaca.

De la exposición, la pieza más temprana es el autorretrato denominado Niño de azul, de 1928, mientras que la más reciente se titula El muchacho del violón, que fue creada por Rufino Tamayo en 1990 .