Goethe, milenario
Pablo Espinosa n Licht, mehr Licht! La frase (šLuz, más luz!) es impronta, abracadabra, divisa, referencia metafórica, reflexión inclusive filosófica. Salió del último suspiro de uno de los hombres más importantes en la historia de la cultura de Occidente: Johann Wolfgang von Goethe, de quien el mundo entero celebra efemérides redonda del inicio del círculo que Goethe cerró con aquella frase lumínica: este sábado 28 se cumplen 250 años del nacimiento del autor de una vasta producción, de la cual Fausto y Werther son apenas puntas de un iceberg ardiente y descomunal.
En los dos siglos y medio del alumbramiento del poeta, desde su patria se expanden actividades inúmeras.
El epicentro está en Francfurt, la ciudad donde nació don Juan Wolfango. La irradiación alcanzará, en primer término y en mayor intensidad, Weimar, donde Goethe vivió casi tres décadas, hasta su muerte acaecida en 1832.
En Weimar, informa la agencia Dpa, doce comparsas de teatro reflejarán en las calles la forma de vida de comienzos del siglo XIX. En la casa donde vivió el homenajeado -embellecida con decorados de época y ornamentos alegóricos a la obra goetheana- el presidente alemán, Johannes Rau, encabezará una fiesta a la luz (Licht, mehr Licht!, exclamó Goethe al momento de expirar, en busca de un sendero para su mirada, que perdía el fulgor del mundo) de centenares de velas.
La verdad, antorcha enorme
El maestro francés Michel Tournier inaugurará en ese mismo sitio el simposio goetheano ƑQué es literatura mundial?, en tanto en Francfurt los festejos iniciarán con un ''banquete literario" tan apetitoso como escuchar, entre otras luminarias, al actor Peter Ustinov decir en voz alta las altas prosas, límpidos sonetos del autor de Germán y Dorotea.
En el cumpleaños 250 de quien creó monumentos tales como Las afinidades selectivas, las maneras de homenaje se desbordan. Elijamos, de entre los cuatro tomos en que Editorial Aguilar tiene reunidas sus obras completas, un par de prosas extraídas de sus textos ''Sobre literatura y vida", a su vez provenientes del volumen ''Del legado póstumo":
''Para hacer se precisa talento; para hacer bien, caudales.
"El que obra no tiene nunca conciencia; sólo la tiene el que contempla.
''Sólo conocemos a aquellos que hacen sufrir.
''La verdad es una antorcha, pero enorme; de ahí que todos pasemos a su lado parpadeando, por temor de quemarnos en ella.
''No ama aquel que no tiene por virtudes las faltas de la persona amada.
''Va mucha diferencia de vivir con alguien a vivir en él. Hay hombres en los que se puede vivir sin vivir con ellos, y al revés. Unir ambas sólo es posible para el amor y la amistad más puros."
''Claridad es la justa distribución de luz y sombra.''
De entre las varias traducciones que existen de ese monumento titulado Fausto, una versión personalizada, con ayuda de la traducción del escritor cubano Alejo Carpentier, a un pasaje goetheano para epitafio:
''Aun cuando ningún oído me escuchara / De igual manera sonaría mi voz en tu corazón/ Soy el compañero eternamente inquieto/ Al que siempre encontramos/ Aunque nunca lo busquemos/ A la vez acariciado y maldito."
šLuz, más luz!