n Es señalado como presunto coautor intelectual de la muerte de Stanley


Consignarán a Bezares

n La PGJDF solicitó ya la misma medida para los otros cuatro posibles implicados en el caso

Elia Baltazar n En las próximas horas serán consignados Mario Rodríguez Bezares, su asistente José Luis Martínez, la edecán Paola Durante, el chofer Jorge García Escandón y Erasmo Pérez Garnica, El Cholo, porque la Procuraduría General de Justicia del DF demostró elementos suficientes para presumir su participación en el homicidio de Francisco Stanley Albaitero.

La PGJDF consignó ayer los expedientes del caso ante los juzgados 55 y 57 penal del Reclusorio Preventivo Oriente, con el fin de que los titulares otorguen las órdenes de aprehensión correspondientes y se inicie el proceso penal en contra de los cinco inculpados y se definan los delitos en su contra.

Mario Rodríguez Bezares fue señalado por la PGJDF como presunto coautor intelectual del atentado contra su compañero, mientras que Paola Durante está implicada como posible enlace con los hermanos Amezcua y presunta responsable de haber contratado los servicios de los gatilleros, entre los cuales se encontraba Erasmo Pérez, según las indagatorias de las autoridades.

Aún falta por definirse la responsabilidad penal que enfrentarían el chofer Jorge García y el asistente de Mario Bezares, José Luis Martínez, quien ayer fue trasladado al lugar donde se llevó a cabo el homicidio para rendir declaración. Allí aseguró no haber visto a la persona que disparó contra Stanley, pues se encontraba de espaldas en ese momento, por lo que dijo no reconocer a Erasmo Pérez, El Cholo.

 

Conferencia de prensa

 

Bezares, ya enterado de su posible ingreso en la cárcel, llamó a conferencia de prensa la tarde de ayer en su domicilio de la calle San Marcos, en Tlalpan, en la que ya se hizo referencia a un amparo contra una posible orden de aprehensión.

Acompañado de su esposa Brenda Jiménez, Bezares se mostró intranquilo y dijo: "Tengo mucho miedo, temor de lo que pueda pasar", pues hasta ese momento --cuatro de la tarde de ayer-- aún calificaba su consignación como un "fuerte rumor".

Una vez más aseguró que en la investigación de la PGJDF no hay elementos que lo inculpen. "Y si hay pruebas, éstas son fabricadas", agregó Brenda, quien incluso ha pedido audiencia con el jefe de Gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, para exponer la situación por la que atraviesa su marido. Hasta ahora, sin embargo, no ha obtenido fecha para la visita.

Ayer incluso hizo un llamado al procurador general de Justicia del DF, Samuel del Villar, para que revise él mismo los resultados de la investigación que lleva a cabo la dependencia a su cargo, "y se dé cuenta de que no hay nada que me inculpe".

Además, le pidieron no creer en lo que le dicen sus colaboradores, pues están mintiendo, dijo Brenda.

Aunque Bezares adujo irregularidades en la investigación, también admitió: "No estoy enterado de todas las anomalías".

Sus abogados no hicieron comentarios al respecto, sólo se sabe que ha habido quejas al solicitar los 40 tomos de la investigación, pues siempre falta alguno.

Sin embargo, fue hasta que se sumó Marco Castillejos al trabajo de defensa de Bezares que se solicitó el expediente; es decir, hace poco menos de 15 días, pues hasta entonces su abogado Guillermo Pasquel se concentró en los trámites de amparo.

Si bien Bezares admitió su desempeño como apoderado legal de Francisco Stanley, rechazó haber tenido una deuda con él, y aseguró que su situación económica es mala, pero no quiso revelar los honorarios ofrecidos a sus abogados. Sólo dijo: "Tengo un trato con ellos y en su momento lo daré a conocer". No obstante, fuentes cercanas al caso aseguran que el contrato con Castillejos es por una elevada suma en dólares.

Al abordar las imputaciones que en su contra hicieran los hermanos Tamayo, quienes trabajaron como guardaespaldas de Stanley, Bezares argumentó: "Ellos no sabían nada de nuestra relación, y si alguna vez me reprendió fue de jefe a empleado, porque llegué tarde. Yo le ofrecí mis disculpas y allí quedó todo".

--Ellos aseguran que hubo incluso palabras malsonantes

--No hubo nada, fue de jefe a empleado.

Además, agregó Bezares, "ellos no sabían nada de nuestra relación. Habían sido contratados sólo ocho meses atrás". Y recomendó a las autoridades de la PGJDF: "ƑPor qué no mejor los investigan a ellos?".

Brenda Jiménez, por su parte, intervino para quejarse de los diferentes rumbos que han tomado las investigaciones respecto del móvil del crimen: "Primero dijeron que había sido un crimen pasional, luego una venganza, y ahora una deuda. La verdad es que ya no saben qué decir".

 

Las contradicciones

 

Según una de las líneas de investigación que sigue la PGJDF, Mario Rodríguez Bezares habría detenido la salida de Stanley del restaurante El charco de las ranas hasta que los gatilleros se encontraran en el lugar.

Por esa razón, según las hipótesis, habría tardado más tiempo en el baño, desde donde se presume hizo una llamada por teléfono, que no fue a su esposa Brenda, como había declarado él mismo, según la bitácora de horarios con que cuentan los investigadores.

Bezares ha explicado su retraso en el baño a causa de un padecimiento de hemorroides y de una lesión en uno de los dedos del pie que, según declaró, se lastimó en su casa un día antes de los hechos ocurridos el 7 de junio.

Nada de lo anterior ha convencido a las autoridades, a quienes les parece muy sospechoso el hecho de que Bezares hiciera tan evidente su dolencia, cuando no se trataba de un problema mayor, lo mismo que en el caso de las hemorroides.

Bezares, por su parte, ha calificado las acciones en su contra como una guerra psicológica ya insoportable. "Sólo pedimos que nos dejen en paz", dijo su esposa.

Por otra parte, José Antonio Aguilar Valdés, visitador de la Comisión de Derechos Humanos del DF, informó que la familia de Erasmo Pérez Garnica, El Cholo, ya presentó una queja ante dicha institución, lo mismo que Paola Durante, Jorge García Escandón y José Luis Martínez, los tres arraigados en el hotel Miguel Angel de la colonia Doctores.

También informó que a la familia Stanley ya le fueron devueltas, por parte de la PGJDF, algunas pertenencias que no eran necesarias para la investigación, entre ellas, una camioneta.

Insistió también que la juez 15 penal utilizó estrategias ilegales para actuar contra Rodríguez Bezares, luego de aceptar la solicitud de arraigo por parte de la PGJDF.

Del dicho a la contradicción

 

Desde sus primeras declaraciones, Mario Bezares incurrió en contradicciones,

a partir de las cuales se integraron las pruebas en su contra, según la PGJDF:

a) Fueron al menos tres las versiones que dio con respecto a su ubicación en el restaurante El charco de las ranas, a la hora en que ocurrió el homicidio.

 

 

a) Al principio Bezares negó haber utilizado estupefacientes, específicamente cocaína, y aseguró: "No soy cocainómano".

 

 

a) Bezares asegura no contar con bienes inmuebles y que actualmente su situación económica es adversa.

 

 

a) Bezares adujo malestares de hemorroides y problemas en un pie para explicar su retraso en el baño, mientras Stanley lo esperaba a bordo de la camioneta, afuera del restaurante.

b) Testigos del hecho, entre ellos un mesero, contradijeron sus declaraciones respecto del tiempo y el lugar en que se encontraba Bezares en el momento en que dispararon contra Stanley.

 

b) La PGJDF dio a conocer las pruebas periciales que demostraron que Bezares hizo uso de éstos al menos el día de los hechos.

 

b) No ha definido el monto del pago acordado con su abogado Marco Castillejos, cuyos honorarios serían en dólares, según fuentes cercanas al caso.

 

b) Según pruebas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal no había tales dolencias, y su intención fue retener a su compañero en tanto llegaban los gatilleros.