n Negó haber asistido a una reunión en la que se habría planeado el crimen
Interrogan a Raúl Salinas sobre el caso Colosio
n La diligencia, que duró catorce horas, se centró en el entorno político de marzo de 1994
n Aunque sí conocía al sonorense, nunca tuvo amistad con él, declara el hermano del ex presidente
Roberto Garduño y María Castañeda, corresponsal n El fiscal para el caso Colosio, Luis Raúl González Pérez, y un grupo de agentes federales, interrogaron durante catorce horas a Raúl Salinas de Gortari, respecto del homicidio del candidato priísta a la Presidencia. En las instalaciones del Centro de Readaptación Social de Almoloya de Juárez, la diligencia abordó el tema del entorno político.
Esa línea de investigación ha ocupado a la fiscalía varios meses, pues el Ministerio Público Federal (MPF) la considera clave en el desarrollo de los acontecimientos del 23 de marzo de 1994 en la barriada de Lomas Taurinas, en Tijuana. Cinco meses atrás se consideraba un caso a punto de cerrarse, pues la tesis del asesino solitario continuaba como la más viable para las autoridades.
Ahora, a más de cinco años del homicidio, a la figura del hombre que fraguó el atentado, la fiscalía del caso agregó como línea paralela y complementaria la del entorno político. Para ventilar esa tesis, Luis Raúl González Pérez ya interrogó a importantes personajes políticos, entre ellos el presidente Ernesto Zedillo, quien respondió a un cuestionario enviado a la residencia oficial de Los Pinos.
Con el criterio de una posible influencia de las actividades y acontecimientos políticos en 1994, el MPF ahora acudió a la prisión estatal de Almoloya de Juárez para tomar la declaración -como testigo- de Raúl Salinas de Gortari.
En sigilo, la autoridad ministerial y Eduardo Luengo Creel, abogado del hermano del ex presidente de la República, acordaron hora y fecha del evento. La diligencia ocurrió en una de las salas de visita privada del penal, y su duración fue de catorce horas, con receso de cuatro más.
Las preguntas al preso, quien compareció como testigo y purga una pena de 27 años por el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, abordaron su relación con Luis Donaldo Colosio. Salinas destacó que, efectivamente, sí lo conocía porque fue un funcionario cercano al ex presidente de la República, pero nunca mantuvo un contacto de amistad con él.
A través de 200 interrogantes, Raúl dio una amplia explicación sobre sus actividades políticas y sociales durante finales de 1993 y mediados del año siguiente. Habló sobre su familia, hermanos y padre, y los vínculos de éstos con el hombre que sería investido como candidato del PRI a la Presidencia.
No obstante, los integrantes de la fiscalía insistieron en obtener una explicación sobre las condiciones y el contenido de una probable reunión celebrada en un suburbio de Monterrey, Nuevo León, a principios de 1994, entre los hermanos narcotraficantes Juan y Humberto García Abrego, Raúl Salinas y un grupo de funcionarios de primer nivel de la administración salinista, para organizar el atentado en Tijuana.
El testigo negó tal reunión. Dijo desconocer todo sobre el particular, por carecer de certidumbre y de verosimilitud, y rechazó, por lo tanto, conocer a los hermanos García Abrego.
Por su parte, Paulina Castañón, esposa de Salinas de Gortari, llegó al Centro de Readaptación acompañada de su cuñado Enrique. Al culminar la visita de los jueves, la mujer aseguró que su marido está tranquilo y que no tocaron el tema de la diligencia, y hablaron sobre sus hijos, el estado de salud de ambos y la familia.