n En un oficio a Gertz Manero critica la pasividad de los cuerpos de seguridad
Pide De la Barreda que la policía evite delitos en las movilizaciones
n El ombudsman capitalino aclara que no propone que recuperen las instalaciones universitarias
n Condena actitudes vergonzosas en agresiones como la ocurrida contra el ex rector José Sarukhán
Claudia Herrera Beltrán y Rosa Elvira Vargas n Al considerar que la policía capitalina ha actuado con "cierta negligencia" en los recientes hechos de violencia en la UNAM, el ombudsman capitalino, Luis de la Barreda, envió un oficio al secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, pidiéndole la intervención oportuna de la fuerza pública para evitar que durante las movilizaciones se cometan delitos.
Entrevistado después de asistir a la residencia oficial de Los Pinos, consideró que la policía ha tenido una actitud pasiva durante los enfrentamientos entre paristas y no paristas, y dijo que en ese contexto fue "muy vergonzoso" que un mexicano tan ilustre como el ex rector de la UNAM, José Sarukhán, haya sido agredido en la vía pública la semana pasada y que la policía no haya hecho nada.
Aclaró que no propone que la fuerza pública recupere las instalaciones de la máxima casa de estudios, porque ese es un asunto que sólo compete a la comunidad universitaria, sino que actúe cuando se están cometiendo delitos, y de esa forma evite un "derramamiento de sangre".
Indicó que la petición a Gertz Manero no fue una recomendación, porque "no tenemos queja, y no requerimos recomendar que la policía cumpla con sus funciones", sino un oficio que fue respondido de manera positiva por el secretario de Seguridad Pública.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal explicó que no está a favor de la represión, sino de la prevención, pero señaló que cuando alguien comete un ilícito, la policía puede emplear la violencia que "resulte racional y necesaria en el caso concreto".
Luego de asistir a la instalación del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación, elogió al presidente Ernesto Zedillo por haber llamado a los universitarios a no caer en la provocación, pero dijo que ello no puede ser motivo de que en la calle tenga lugar una agresión de un grupo contra otro, o contra una persona, y que la policía se haga a un lado.
Calificó la actitud de los cuerpos policiacos como pasiva y de cierta negligencia, porque ante las recientes agresiones se han mantenido como "convidados de piedra", siendo que su papel, como el de las policías de todo el mundo, es intervenir y no sólo estar presente para evitar choques entre grupos contrarios.
Consideró que las declaraciones del jefe del Ejecutivo no invitan a la comunidad universitaria a la confrontación, sino a que manifieste públicamente su punto de vista sobre el conflicto, y lo haga por medios pacíficos, "lo cual no implica ni siquiera carearse con los paristas, ni estar frente a ellos físicamente".
La prioridad, añadió, es evitar el derramamiento de sangre, y en ese sentido dijo que hay llamados de atención muy graves a las autoridades policiacas, como es la agresión al ex rector Sarukhán el viernes pasado, cuando participó en una marcha en demanda del fin del paro de actividades.