n Kiefer Sutherland y Courtney Love filman en México Beat, de Gary Walkow
Burroughs, como Joyce, es poesía, un gran torrente de conciencia
n La cinta abordará la estancia del escritor en el país n Los productores: ''es cine
n Recreará la escena de la muerte de su esposa mexicano de exportación''
Raquel Peguero n Kiefer Sutherland afirma que el trabajo de la estrella de rock Courtney Love, su pareja cinematográfica en Beat, "está bien" y es mucho lo que se puede esperar. Sonríe como niño malcriado que invita a hacer una travesura y se detiene en su personaje, William Burroughs, que le interesó particularmente, porque es la primera vez que interpreta ''a un hombre que existió realmente y era un reto que me interesaba encarar".
El protagonista de Dark city, al igual que la ex esposa de Kurt Cobain, se encuentran en México desde hace cuatro semanas, filmando esta película que dirige el cineasta independiente Gary Walkow, quien con sus trabajos anteriores -The trouble with Dick (1987) y Notes from underground (1997), basada en la novela de Dostoievski, Las memorias del subsuelo- ha causado furor en los festivales de Sundance.
Lo interesante del filme que está rodando, dice Walkow, es que se trata más que de William Burroughs, de una "gran historia, un drama humano" que en Beat tiene el atractivo adicional de que la historia se desarrolla en el grupo que dio paso a toda una generación que ayudó a cambiar el mundo.
De Dostoievski a Burroughs, su próximo proyecto será una "comedia sobre una pareja de lesbianas", comenta Walkow -en un descanso de filmación-, quien dice que al escoger una historia procura seguir su corazón lo más que pueda, aunque no niega que si algo tienen en común sus producciones anteriores y ésta es que "ninguna tiene un final feliz".
Mientras Courtney Love se refugió en su camerino, Sutherland, tranquilo, esperando su llamado, contó en entrevista que siente una afinidad con Burroughs, en su habilidad sin compromiso de ser honesto y franco acerca de quién era. ''Nunca mintió en cuanto a su sexualidad ni en su relación con las drogras, el alcohol y es, a raíz de esa honestidad, cuando tuvo una libertad increíble para ser escritor. No era alguien que tuviera miedo. Nunca pidió disculpas por pertenecer al mundo y eso lo admiro en él".
Feliz de haber participado en el reciente filme de Alfonso Arau, donde comparte pantalla con Woody Allen, Sutherland dice en su primera visita a México que entiende por qué Burroughs se encantó tanto con el país. "Es un personaje fascinante, como hombre fue el primer adicto a la heroína, drogadicto, alcohólico, homosexual confeso, ciertamente en los cincuenta, en América, esta era una forma tabú de vivir y él, en vez de esconderse, lo enfrentó públicamente".
Además, como escritor -agrega- es muy seductor, porque "al igual que Joyce es poesía, un torrente de conciencia que requiere de una manera especial de leer para lograr absorberlos". Afirma que no es del todo cierto que fuera un autor tardío, "escribió casi 20 mil páginas antes que Joan -su esposa- muriera. Nunca las publicó, porque no estaba contento con el orden, pero esas páginas combinadas eran el marco para El desayuno desnudo, Queer y Muchachos salvajes, pero no fue hasta que ella murió cuando sintió la responsabilidad de ser un escritor serio".
Cuenta que en la escena final de la película se relata ese episodio: "Burroughs y sus amigos fueron a un bar, estaban muy borrachos y, según las personas que ahí estuvieron, incluso algunas a las que él no les caía bien, dijeron que ella colocó un vaso en su cabeza y lo retó a tirarlo con un disparo. Era un acto de furia, estaban enamorados, él amaba sobre todo su inteligencia, pero tenía tiempo engañándola con hombres. De hecho, en uno de los diálogos más importantes de la película, que dice mientras yace en la cama con su novio, éste le pregunta el porqué si ama tanto a Joan está con él; William le responde: 'el amor no es sexo', aunque para Joan sí lo era y por eso peleaban mucho. Así que, enojada, lo reta: él era un buen tirador, pero la pistola no era muy buena, jaló el gatillo y erró, pegándole en la parte de arriba de la cabeza, matándola. En todo el film footage y todas las entrevistas que he visto de Burroughs, el único momento en que no lo veo fuerte o duro es donde tiene ese trauma emocional terrible, respecto de esa muerte. Aunque también siempre repite que eso lo hizo escritor".
Sutherland asegura que para interpretar al personaje el mejor material que encontró fue un libro llamado Word virus, ''que es una opinión condensada sobre toda su obra y eso, junto con el guión, me hizo sentir seguro en cuanto a entender su experiencia en la ciudad de México. A Burroughs lo conocí desde Drugs for a cowboy, leí sus libros, lo vi leer poesía en televisión". Con ello, asegura, requerirá de más corazón que cerebro para llegar al personaje, "porque puedes hacer toda una planeación de lo que será, leer los libros, esbozar sus rasgos, pero es tu corazón y tu voluntad de saltar a un precipicio lo que le hará cobrar vida".
Según él, Beat es ''un acto de gratitud hacia esa gente que hizo posible que nosotros pudiéramos tener nuestra generación, porque ellos significaron un cambio enorme y profundo después de la Segunda Guerra Mundial, y cómo cada generación creó su propio arte, su propia expresión de ira".
Raquel Peguero n Dedicados desde hace diez años a la producción de películas, los hermanos Víctor y Antonio Zavala decidieron retirarse de esa tarea tras su "pésima experiencia" con la película de Marcela Fernández Violante, Golpe de suerte, en la que "nos gastamos los ahorros de nuestra vida y nos fue terrible en términos de lana, trato con sindicatos y resultados". Por eso, durante esta década se dedicaron a realizar uno que otro videoclip chafón, pero sobre todo documentales de los que se sienten orgullosos.
Por medio de esos últimos proyectos, que conocieron hace doce años a Jeffrey Heinstaise, "a quien admirábamos porque desde niños veíamos la serie de Cosmos" y quien estaba buscando productores en México y Centroamérica, "para nuestra fortuna nos escogió y así comenzamos a tener contacto con compañías extranjeras y con gente con la que nos sentíamos orgullosos de trabajar". Junto a esa labor intensa no dejaron de lado proyectos personales y así levantaron, el año pasado, un curioso cortometraje llamado Perriférico.
En mayo empezaron a platicar con Ronald Zukerman y Andrew Ferfer, que estaban interesados en filmar Beat, dirigida por el cineasta independiente Gary Walkow, en la que se recrean los trágicos sucesos en que se vieron involucrados el novelista William Burroughs y su esposa Joan Volmer, en México, en los cincuenta. Interesados, decidieron entrar como coproductores de un filme que, asegura Víctor Zavala, "nos gusta considerar como cine mexicano de exportación. Esta es una producción chica, el presupuesto completo es de dos y medio millones de dólares, que incluye a las estrellas, porque es una película de arte y la gente aquí no le entra por la lana sino porque le interesa el proyecto. Ha sido, además, una experiencia gratificante porque el guión esta chingonsísimo".
Estelarizada por Kiefer Sutherland -que recordarán por Dark city-- y Courtney Love -la ex de Kurt Cobain-, el reparto se completa con Norman Reedus, quien interpreta a Lucien Carr -el amante varón de Burrouhgs-, Ron Livingston -que hará el papel de Allen Ginsberg-, Kyle Secor, Sam Trammel, Lisa Sheridan y Tommy Perna.
Por la parte mexicana participan Luis Felipe Tovar, Luisa Huertas, Alec Von, Patricia Llaca y Daniel Martínez, quienes entraron a sugerencia de los Zavala: "Nosotros les presentábamos a los actores, se hizo un casting abierto, pero de todos modos nosotros teníamos nuestros favoritos que les parábamos enfrente, digamos, porque de ambos lados de la producción sabemos que limitar la capacidad creativa puede ser muy castrante".
Beat se encuentra en su cuarta semana de rodaje, que concluirá el jueves de la próxima semana en la capital del ozono, después de haber trabajado en Pátzcuaro en locaciones que llaman "el campo de lava". La fotografía está a cargo de un joven mexicano, Ciro Cabello, el segundo largometraje en el que trabaja -el primero fue Rito terminal, la ópera prima del CUEC el año pasado- y quien fue elegido por el director de Notes from underground, después de que vio un corto que él fotografió y le gustó mucho: "Estamos muy contentos por ello, pues Walkow se la jugó a pesar del riesgo que significa trabajar con un novel director de foto, que no habla bien inglés, pero todos estamos contentos con los resultados que se han ido viendo".
La historia que se desarrollará en Beat, cuenta Zavala, se centra en el momento en que el autor de Naked lunc se fue a Centroamérica con Carr, mientras su esposa se encuentra aquí con Ginsberg y juntos van a Pátzcuaro a conocer el Paricutín que acaba de nacer. "Es al regreso de ese viaje cuando al novelista se le ocurrió jugar a Guillermo Tell con su mujer y ya nos sabemos el trágico final, que será también el de la película".
Este es el primero de una serie de proyectos que desarrollarán los hermanos Zavala con su productora Background productions. En septiembre comenzarán los preparativos de una nuevo filme de una casa productora chica, para comenzar rodaje en noviembre. Su título es La ciudad, "y en este caso son solamente dos elementos de elenco extranjero y el resto serán actores mexicanos al igual que el diseño de producción". Preparan, además, otro corto para enero; "para eso hacemos estas chambas también porque nos compra la libertad, y podemos hacer proyectos personales, entre los que tenemos el de una serie, en 35 mm, que sucede en México y la queremos realizar en coproducción con las productoras estadunidenses October filmes y USA Channel, con quienes ya estamos en pláticas".