n La Cebra, tres años, un espectáculo ''fuerte''
Lo demoniaco y lo luminoso, esencia de la danza gay: Rivera
Mónica Mateos n Exótico, indefinido, extraño, así se define José Rivera, bailarín, coreógrafo, creador hace tres años del grupo La Cebra, nombre que encierra la dualidad que plasma en cada uno de sus espectáculos, lo blanco y lo negro, lo demoniaco y lo luminoso: la danza gay.
Nació en San Luis Potosí y a los 12 años ya sabía que bailar era la más grande de sus pasiones, una herencia de familia porque sus padres fueron excelentes bailarines de tango y danzón. En 1987 conoció a Raúl Flores Canelo, quien lo animó a emigrar a la ciudad de México para que formara parte del Ballet Independiente.
''Bailar es algo que vivo desde que nací, incluso mi carrera como coreógrafo inició en la escuela primaria porque yo era el que montaba los bailables de fin de año o de 10 de mayo. ƑCómo le hacía? No sé, pero dirigía a mis compañeros y hacíamos los grandes montajes", explica José, quien a sus 30 años asegura que está en el momento justo para consolidarse como coreógrafo.
''Cuando formé la compañía nunca pensé en dificultades porque quizá no me hubiera animado. Somos el primer grupo de danza gay conformado sólo por hombres, y no nada más del país, sino en toda América Latina. Unicamente hay una compañía similar en Londres, y ahí son más radicales, si no eres gay no entras al grupo. La Cebra ha tenido bailarines heterosexuales.
''A pesar de que parte de mi carrera la conformé en el extranjero, nunca fue mi deseo quedarme fuera. Siento que debo trabajar en, por y para México. Muchos de mis compañeros hablan de la mediocridad de la danza nacional, a lo que les respondo, pues vamos a hacerla grandiosa, profesional, que se internacionalice.
''Me preocupa hablar en mis obras acerca de la temática gay en México. La vida de los travestis aquí no tiene nada que ver con la de los travestis en Nueva York, donde ya no es ningún problema ni existe el estigma contra la homosexualidad.''
-ƑA qué te enfrentaste al echar a andar este proyecto?
-Todo se dio como regalo de la vida, a pesar de que personas como Flores Canelo me decían que estaba loco, que un grupo profesional de danza debía incluir hombres y mujeres, y abordar todos los temas.
La primera coreografía profesional que Rivera creó fue Jugando al pelo largo, en 1990, en el seno del Ballet Independiente, pero fue censurada dentro de dicha compañía por considerarla fuerte. ''Con La Cebra la primera obra que hice fue Ave María Purísima. De prostitución y lentejuelas.
-Durante estos tres años, Ƒcómo ha sido tu encuentro con el público que no es gay?
-Difícil, pues de entrada la gente no tiene por qué creer en nosotros sin conocernos. Por eso planteo que, primero, somos un grupo de danza contemporánea, a partir de eso hablamos de la vida gay en México. Pero quiero dejar claro que primordialmente hacemos danza, bailamos de la mejor manera, con el mayor profesionalismo. Eso nos ha hecho ganar público. A nivel técnico no hay nada que reprocharnos, por ello, en 1996 ganamos el premio INBA-UAM y nos llamaron para participar en festivales de provincia y Nueva York.
''Es cierto que La Cebra parecía al principio un proyecto inverosímil, pero nos ocurrieron cosas que no sólo me han convencido de que no estaba equivocado, sino al público. Es un grupo que logró la solidez y la madurez suficientes para seguir adelante. También ha sido difícil llevar nuestro espectáculo a provincia y no es por el público, sino por las instituciones, los pretextos van desde que son panistas hasta que lo que presentamos es muy fuerte y el público no está preparado, cuando en realidad sucede que le tienen miedo a la palabra gay.
''El público está preparado para ver cualquier cosa, es cuestión de prejuicios y es una lástima porque hay un hambre voraz por espectáculos de calidad. Nos dicen que para ir a provincia tenemos que cambiar de estilo, hacer un programa más light, pero entonces no sería La Cebra. Este grupo nació con la consigna de no cambiar de ruta: somos una compañía de danza gay."
-ƑA qué le llamas espectáculo ''fuerte"?
-Una cosa fuerte es enfrentarte a ti mismo, sin estigmas. Desnudarnos el alma en escena para decir estos somos nosotros, completitos, frente al público. En este mundo donde todos circulan con máscaras y dobles vidas me parece que quitarnos todo eso es ser honestos, ser reales. En este punto radica el éxito de La Cebra.
-ƑCómo describes la sensación de estar sobre un escenario bailando?
-En ese momento estoy a muchos metros de la tierra. Me elevo internamente y siento que se fusionan la vida y la muerte mediante mi energía. A partir de eso puedo entregar lo que sea porque en el escenario no siento miedo, no estoy triste ni enojado, ni siquiera estoy feliz sino en estado de sublimación, en algo que sólo en ese instante reconozco. Son todas las emociones juntas y además yo desprendido de ellas.
(La Cebra, tercer aniversario, espectáculo gay de danza contemporánea, en la que el grupo interpretará obras de cinco coreógrafos, se presenta desde hoy y hasta el día 29 en el Teatro de la Danza, y del 10 al 12 de septiembre en el teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes, en funciones los jueves y viernes a las 20 horas, sábados 19 horas y domingos 18 horas.)