n Rescatar propuesta de eméritos, sugiere Limón


Repudió Gobernación hechos

de violencia en la universidad

Claudia Herrera y Alonso Urrutia n El secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, repudió los hechos de violencia registrados en la UNAM, y consideró que son actitudes que "no son dignas ni propias de universitarios". Por ello conminó a esa comunidad a buscar la construcción de salidas políticas.

En tanto, el secretario de Educación Pública, Miguel Limón, dijo que las expresiones de los universitarios en torno de la huelga de la UNAM "de ninguna manera deberán convertirse en provocaciones o confrontaciones que generen violencia".

Sobre el llamado que hizo el presidente Ernesto Zedillo a la comunidad universitaria, para que exprese su voluntad de manera mayoritaria para superar la huelga, dijo que hay muchos medios para lograrlo, y uno de ellos es la propuesta de solución de los ocho profesores eméritos.

Insistió que el gobierno ha sido respetuoso de la autonomía de la máxima casa de estudios, y en consecuencia ha manifestado que el actual conflicto debe ser resuelto en el seno de la propia institución, por la vía de la razón y el diálogo, y no por la represión y la violencia.

Limón consideró en un comunicado que la iniciativa de los académicos eméritos permite la superación del actual problema y el establecimiento de un diálogo respetuoso para tratar los temas que son del interés de los universitarios.

Al ser entrevistado sobre el conflicto en la UNAM, Diódoro Carrasco dijo que la prolongación del conflicto demanda ya una solución política. "La situación del lunes fue justamente un acto que se inscribió en un proceso de reclamo legítimo de universitarios que quieren clases, que quieren recuperar sus espacios y que tuvieron expresiones tan lamentables como las ocurridas".

Subrayó que la intervención del gobierno federal tiene que fundarse en dos elementos básicos, que son: "por un lado, un proceso de legitimidad política y legitimación de las propias autoridades universitarias, de la comunidad, académicos, maestros y estudiantes que quieren recuperar sus espacios, sin que ello implique enfrentamiento ni contacto físico o confrontación y, por supuesto, un sólido reclamo de carácter legal que también hay que construir".

Carrasco manifestó que el tratamiento del conflicto debe ser muy cuidadoso, pues "es un asunto que lesiona a muchos mexicanos y que pone en riesgo una de las instituciones más sólidas e importantes del país en materia educativa y en todos los órdenes de la vida política y social".

Por ello, el funcionario dijo que es necesario que se alcance una solución pronta al conflicto; "nosotros apelamos y esperamos que los acuerdos políticos internos deriven lo más rápidamente posible en la solución".

-ƑEl problema ya ha rebasado los planteamientos de carácter universitario y se está transformando en un movimiento político que pueda incidir en la desestabilización del proceso electoral del 2000?

-No, no creo.

Por otro lado, mencionó que la situación en Chiapas se generó no de un conflicto, sino más bien del inicio de la construcción de un camino que tiene muchos años planteándose. Hubo acciones y declaraciones que involucraron a la constructora, pero que ya no pasó a mayores y que, sobre todo, no cambia "ni la postura ni la línea del gobierno en relación con la necesidad de contribuir a distensionar la situación en Chiapas y ayudar a resolver el conflicto que enfrenta".

Carrasco mencionó que los hechos tampoco van a cambiar la "voluntad y vocación del gobierno" por impulsar los programas sociales para atender los problemas de marginación y de pobreza.

n Son enemigos, dice el arzobispo de Guadalajara


Son traidores quienes impiden la educación: Juan Sandoval Iñiguez

José Antonio Román y Francisco Guerrero, corresponsal n Quienes impiden la educación son enemigos de México. "Si son de adentro, son traidores; si son de fuera, son enemigos de peligro que hay que cuidar", afirmó el arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, al referirse al prolongado conflicto en la UNAM.

Entrevistado en la curia del arzobispado de México, donde prácticamente se anunció la canonización del beato Juan Diego para el próximo 21 de mayo en Roma, el prelado señaló que el problema de la UNAM y el del estado Chiapas, "en realidad es uno solo, están en unión, en conexión", con un claro propósito de desestabilizar al país y de hacer daño a los mexicanos y a sus instituciones.

Respecto de los responsables, el cardenal Sandoval mencionó que "desde luego están las izquierdas, que son de alcance internacional; los de Chiapas con los (grupos) de los Sin Tierra, en Brasil, y otro de Europa, que están empeñados en encender la guerrilla en los distintos países donde encuentran debilidad, y van ahí a hacer de las suyas", dijo.

En su primera aparición pública en la ciudad de México, luego que hace casi dos meses fue intervenido quirúrgicamente y se vio grave, el jerarca eclesiástico se refirió también al quinto informe de gobierno -acto al que ya está invitado, junto con otros miembros del Episcopado y del nuncio Justo Mullor. Dijo que al final del sexenio del presidente Ernesto Zedillo todavía existen tareas muy importantes por cumplir, como es resolver la pobreza de millones de mexicanos, la inseguridad pública y la violencia que viven muchos otros, así como el conflicto en el estado de Chiapas.

Con una posición matizada, el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Luis Reynoso Cervantes, llamó a la sociedad mexicana a no condenar ni satanizar el movimiento estudiantil de la UNAM, en sus aspectos positivos de apoyar los derechos justos del pueblo a la educación.

Sin embargo, exhortó a los universitarios, huelguistas y no paristas, a conducirse con sensatez y honradez, "sin violencia", para determinar cuáles son los derechos "comunes" que sienten que son violados, los expresen claramente y deriven en apoyo total social, que conduzca a un diálogo profundo y una solución acertada.

En entrevista, el también asesor jurídico de la Conferencia del Episcopado Mexicano, tras lamentar el enfrentamiento violento y hasta el lanzamiento de petardos ocurridos en una manifestación estudiantil, advirtió: "Mucho me temo que los paristas están buscando, a como dé lugar, un muerto; es decir, están provocando la violencia para prolongar su huelga".

Reynoso Cervantes dijo estar de acuerdo en cuanto a que los paristas pueden exigir el cumplimiento de algunos derechos: "En eso los apoyo, en la reivindicación de sus justos derechos", mas no en su posición intransigente de entrar en un diálogo maduro. "Realmente si ellos procuran el bien de México, recapacitarían. Muchas veces hay que saber ceder para ganar, y si los paristas tienen verdaderas reivindicaciones, pues que se cumplan por el camino adecuado, y creo que el pueblo los apoyará si realmente son verdaderos estos motivos".

Por otra parte, criticó severamente a aquellos estudiantes que viajaron a Chiapas a protestar, sumándose con ello a movimientos violentos como el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Esto da una muy mala impresión y pareciera reflejar que los paristas quieren crear violencia e ingobernabilidad, que mucho daño haría al país, concluyó.