n Movilización zapatista en apoyo de comunidades indígenas "hostigadas"


Condenan guerrerismo de Zedillo y Albores

Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 23 de agosto n Miles de indígenas simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en los Altos de Chiapas marcharon hoy por las calles de esta ciudad, para protestar y condenar la "actitud guerrerista de los gobiernos ilegítimos de Ernesto Zedillo y Roberto Albores Guillén", y en apoyo a los habitantes del ejido Amador Hernández, municipio de Ocosingo, y de La Realidad, en Las Margaritas.

Durante un mitin realizado en la plaza Catedral -a un costado del palacio municipal, custodiado por decenas de policías antimotines- los indígenas zapatistas afirmaron que "las supuestas obras de desarrollo no son más que una estrategia de guerra del gobierno que reparte migajas y promete ayuda económica para comprar conciencias y dividir al pueblo".

Agregaron que en lugares estratégicos -como Amador Hernández- el gobierno abre caminos para que entren con facilidad y rapidez los carros y tanques de guerra a destruir las comunidades indígenas.

"Ernesto Zedillo y Albores Guillén, con todos sus cómplices que se dicen gobiernos y funcionarios, se han dedicado a preparar la guerra y la destrucción en contra de nuestros pueblos indígenas que luchan por sus derechos, por su libertad y por la justicia", afirmaron, y reiteraron que continuarán luchando sin rendirse.

"Ellos hablan de paz y de diálogo -abundaron-, pero al mismo tiempo atacan a las comunidades indígenas, asesinan, persiguen, torturan, encarcelan a mucha gente inocente y tienen preparada una guerra más grande de exterminio."

 

Temor a la provocación

 

Acompañaron a la manifestación la actriz Ofelia Medina, estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la UNAM, así como algunos observadores extranjeros.

Considerada la marcha zapatista más numerosa realizada en esta ciudad en el último año y medio -más de 8 mil participantes, según cálculos extraoficiales, y 4 mil de acuerdo con la policía-, la movilización se inició a las 12 horas. Partió del Periférico poniente, y luego de recorrer las principales calles y avenidas de la ciudad llegó hasta la plaza Catedral.

Antes de su inicio había cierto temor a alguna provocación, debido a que en el parque central estaban concentrados unos 300 priístas que temprano marcharon para respaldar la política de Albores Guillén.

Para evitar un enfrentamiento, los organizadores de la movilización de zapatistas hicieron un llamado a no caer en la provocación. "Esperamos que ellos entiendan que nosotros no venimos a provocar, venimos pacíficamente".

Afortunadamente no hubo incidentes. Los priístas se retiraron cuando los rebeldes, con el rostro cubierto con pasamontañas o paliacates y provenientes de distintos municipios de los Altos, comenzaron a marcharse.

Una manta con la imagen de Emiliano Zapata y otra con la leyenda: "Albores no es gobierno sino un asesino de campesinos", encabezaban la movilización, que nuevamente molestó de los auténticos coletos. Hasta adelante también marchaba un perro, el más flaco y viejo que encontraron, con una leyenda sobre una manta que llevaba en el lomo: "Albores Guillén, no seas como yo".

Y a los gritos de "šSi no hay solución, siempre habrá revolución!", "šZapata vive, la lucha sigue!", "šViva el subcomandante Marcos!" y "šEZLN, EZLN!", los zapatistas entraron en la ciudad para exigir la desmilitarización de las comunidades, el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y el alto a la guerra.

Ya en la plaza Catedral, el comandante Guillermo aseveró: "Los indígenas zapatistas de la selva -de Amador Hernández y La Realidad, principalmente- que están siendo hostigados no están solos, pues la mayoría de nosotros estamos pendientes de lo que pasa para apoyarlos.

"El gobierno piensa que sólo hay zapatistas en la selva, pero no es así: estamos en todas las comunidades, en las ciudades, y vamos a seguir adelante porque nuestras demandas son justas", manifestó el dirigente tzotzil.

Uno de los indígenas que habló exigió la renuncia del gobernador "impuesto" y luego invitó a subir al estrado a Amado Avendaño Figueroa -"nuestro gobernador de transición"-, quien señaló que los zapatistas "no se oponen al progreso sino a que lleguen los campamentos militares para hostigarlos". Por eso, añadió, "donde no haya zapatistas, pónganse a llorar, porque nunca les van a construir una carretera".

 

La postura indígena

 

Benjamín dio lectura al documento con la postura de los manifestantes, en el cual asientan que el gobierno considera "principales enemigos de la patria a los indígenas que apenas sobreviven en la miseria y que ni siquiera tienen para comprar un kilo de tortillas.

"Y eso es porque reclamamos un pedazo de patria que nos permita vivir dignamente como verdaderos hijos de este país, y por eso, contra esos 'pueblos intransigentes', como los llama el mal gobierno, se han movilizado muchos miles de soldados, policías de seguridad pública, judiciales y otros cuerpos represivos, con armamento sofisticado como tanques de guerra, carros blindados, helicópteros de combate y aviones que hostigan y amenazan de muerte y destrucción a nuestros pueblos", subrayan.

Afirman que el gobierno llama "cumplimiento de los acuerdos de San Andrés" a la "estrategia de guerra que lleva a cabo en Chiapas"; llama "obras públicas o desarrollo social a la repartición de migajas y las promesas que hace"; llama "solución del conflicto a través del diálogo a los ataques a las comunidades, las represiones, los encarcelamientos y los asesinatos".

Dicen que Zedillo y Albores acusan al EZLN de "intransigente e irresponsable" sólo porque los zapatistas no se rinden ante las amenazas de muerte ni se dejan engañar "por las mentiras del mal gobierno".

Y advierten: "Los indígenas zapatistas aquí estamos, aquí seguiremos, no nos rendiremos: resistiremos con dignidad".

Al conocer que se realizaría la marcha de los zapatistas, el ayuntamiento de San Cristóbal acordó suspender labores este día.