n El recintó lo donó el pintor José Chávez Morado


La ignorancia de un alcalde panista impide abrir un museo

J. Manuel Carrillo, corresponsal, Silao, Gto., 22 de agosto n La casa museo que el pintor José Chávez Morado donó al estado no ha podido inaugurarse por el desconocimiento y desprecio al artista por el presidente municipal de esta localidad, Gerardo Valdovinos, de extracción panista, autonombrado el Fox chiquito.

Hace poco más de un año, Chávez Morado comentó su deseo de convertir la casa donde vivió su infancia y parte de la adolescencia en un museo que heredaría a sus paisanos. Su propósito ha tenido como principal obstáculo el desdén de las autoridades locales.

Cuando un grupo de amigos se unió para realizar los primeros trámites ante el municipio, el alcalde los recibió con una pregunta: "ƑQuién es Chávez Morado? Nunca he oído hablar de él". Valdovinos ignora que el muralista mexicano nació en Silao, que su abuelo luchó al lado de los liberales en el siglo pasado y que varias de sus obras se encuentran en los muros de las escuelas públicas del municipio.

Fue necesario organizar un encuentro entre el funcionario y el artista, en la cual se le informó al representante blanquiazul que un mural ubicado sobre el acceso a la carretera fue creado por el pintor. Aún así, comentó Valdovinos: "Ya lo íbamos a tirar, al cabo que está re viejo".

El muralista entonces ya no tuvo la disposición de entregar su casa al municipio y buscó que lo recibiera el gobierno estatal, por medio del Instituto de Cultura. Después de diversas entrevistas, se creó un patronato que, sin embargo, no ha logrado que la casa se inaugure como museo. Son muchos los trámites burocráticos.

Además de la casa y artículos personales del creador, se donará un mural de seis metros de altura por 10 de longitud en el que el pintor relata el origen de Silao, su vida actual y el anhelo de un futuro mejor. Chávez Morado pretende donar también su actual casa, ubicada en el barrio de Pastita, en la ciudad de Guanajuato. Sería otra aportación suya a "su gente". El Museo del Pueblo y el de Olga Costa, localizados en la capital del estado, son una muestra de la actitud generosa del artista.