n El sábado concluyó este encuentro que reunió a represententes de AL y el Caribe


Juego y rivalidad de los decimistas en SLP

Jorge Anaya, La Jornada San Luis, San Luis Potosí, SLP, n Huapango huasteco, son veracruzano, mejorana panameña, milonga, punto cubano, payada argentina, trova española y otros aires del mosaico latinoamericano rejugaron y rivalizaron desde el miércoles 18 en la explanada del Teatro de la Paz, ante cientos de complacidos espectadores; literatos del tamaño de Tomás Segovia, Antonio García de León e Ignacio Betancourt; media docena de embajadores, y la nada extrañable ausencia de los funcionarios anfitriones que, siguiendo el ejemplo del gobernador Fernando Silva Nieto, no se aparecieron el día de la inauguración -jueves 19, acomodado precisamente para la apretada agenda del mandatario- ni en las gratas veladas subsecuentes, salvo unos minutos en la noche del sábado, la última.

La mesa estaba puesta para que la noche del jueves los Cantores de Valles dieran la bienvenida a la hueste trovera:

 

San Luis es mi tierra engrida,

donde han hecho sus conquistas.

Y estoy a la expectativa,

porque son puros versistas

para dar la bienvenida

a todos los decimistas.

 

Entre rimas, cantos y bailes la fiesta se prolongó hasta pasadas las diez de la noche, y cuando tocó el turno a los colombianos se soltó una lluvia ligera, ante lo cual un muchacho de escasos 13 años lanzó al público:

 

No nomás por el agua

se me vayan a excluir.

Tranquilos que con el agua

no se van a derretir,

porque yo amo la esperanza

qué bonito este país

la llovizna significa

que San Pedro está feliz.

 

Mientras uno de sus compañeros prefirió el coqueteo:

 

Yo soy un hombre soltero

y un fuego se me encamina

pa' llevarme pa' Colombia

una bella potosina.

La que quiera estar conmigo

o enamorarse de mí

me la llevo pa' Colombia,

si no yo me quedo aquí.

 

A la noche siguiente, el potosino Elías Chessani y su cuarteto glosaron sátiras políticas, mientras danzaban efigies de Carlos Salinas de Gortari, el subcomandante Marcos y los presidenciables de todos los partidos. Sobre el ex presidente:

 

Dejó la patria fregada

con problemas de a montón,

enlodó nuestra nación

llevándose mucha plata,

y arraigó su mortal mata.

Y ahora que vive en Irlanda

hasta vino de parranda

este orejotas de rata.

 

Al jefe rebelde chiapaneco

 

Es parte de nuestra historia,

quien lucha con mucha euforia

por un México constante,

es cual volcán arrasante,

como fiero vendaval

el que rechaza el bozal

del indígena afligido,

y como él también yo pido

por más justicia social.

 

El ''reto'' entre troveros se hizo presente con los cubanos Luis Quintana y Emilio Sodiña. Decía el primero:

...Pero a mí no me lastiman

esas estrellas que agachas,

no adules a las muchachas,

porque si no se me embullan

regalo una foto tuya

para espantar cucarachas.

 

Y de inmediato respondía el segundo:

 

Es que una foto mía

no espanta una cucaracha,

seguro que una muchacha

en su bolso la tendría.

Y yo soy lo espiritual,

lo real y lo remoto,

y la copia de una foto

no es como el original.

 

En relación con la parte ''seria'' del festival (conferencias y mesas de trabajo) causaron especial interés las intervenciones del potosino Ignacio Betancourt -quien narró sus investigaciones sobre Marcelino Sánchez, versador huasteco del siglo XIX que, aunque desconocido, es el único que ha publicado un libro de poesía-; Tomás Segovia, quien describió las semejanzas y diferencias entre el verso culto y el popular, y el veracruzano Mariano Martínez Franco, que con su ponencia sobre el erotismo y el humorismo en la décima cautivó al auditorio reunido en la Caja Real. De tantas décimas citables sólo podemos recoger ésta de origen cubano:

 

Mi mujer se me enfermó

del corazón en La Habana

un médico una mañana

vino y la reconoció.

En seguida le quitó

blúmer, brasier y refajo

y yo al ver aquel relajo

dije esto a mí no me conviene

porque mi mujer no tiene

el corazón tan abajo.

 

Y esta, del propio Martínez Franco:

 

Pareja de decimistas

juntos haciendo el amor

estando a punto de hervor

por el calor del calder,

el poeta zalamero

le dice a su compañera:

mi vida si tú quisieras

una décima te saco,

y ella grita de inmediato:

ni un milímetro siquiera.

 

En el cierre de la conferencia magistral de Tomás Segovia, todas las miradas convergieron de pronto en un campesino de sombrero, sarape y huaraches: Efrén Capiz Villegas, coordinador de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata Michoacán-México (UCEZ), quien recitó una composición suya, La calentadita, en la cual denuncia en verso una golpiza que le propinaron a él y a su mujer unos judiciales en Morelia. Efrén, por cierto, pasó las noches del encuentro en ''los portales'', porque los organizadores del festival no quisieron registrarlo.

A diferencia de otros funcionarios, el que dio la cara y aguantó a pie firme los aguaceros y maratones rimados a lo largo de todo el encuentro fue el director del Instituto de Cultura de San Luis Potosí, Eudoro Fonseca Yerena, quien dio así la despedida a los participantes:

 

En la música me abismo,

en las brumas del recuerdo,

en las gasas yo me pierdo

de tan hondo cataclismo.

Dulce y tenue misticismo

va envolviendo el corazón,

yo celebro la ocasión

de agradecerles a todos

que bailé hasta con los codos

pero aquí se acabó el son.

 

(Con información de Jorge Saldaña y Miriam Perales)