Ť Los caminos vergonzosos del MT
Ť Su líder pretende ser senador
Política sin tapujos, tramposa, sucia, de concesiones vergonzosas. Ese es el camino del Movimiento Territorial del PRI, y esa es la prueba clara de la imposibilidad de ese organismo político para hacer cambiar sus formas.
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder de los pepenadores, lo dijo a las claras, sin vergüenza, vaya. Su apoyo, porque el MT es nada más él y algunos, muy pocos, de sus cómplices, lo dará al precandidato priísta que le asegure el bienestar para él y su familia.
Así de simple y así de grave. Para nadie es noticia saber que Gutiérrez tiene un precio y que ese se paga, en el caso del PRI, en posiciones de gobierno desde donde él pueda obtener, entre otras cosas, impunidad.
Por eso a los dos precandidatos fuertes del PRI para el Gobierno del DF les pidió, no, les exigió, un acuerdo para seguir por el camino del éxito.
Nada anormal en el PRI que todo conocemos, aunque bien lejano al supuesto PRI en reconstrucción. Era para no tener duda, eran acuerdos bajo la mesa.
Gutiérrez de la Torre, entonces, exigió la delegación Iztapalapa para su madre, la señora Guillermina de la Torre; dos escaños, uno en la Cámara de Diputados y otro en la Asamblea Legislativa del DF, pero para él nada o casi nada.
Humilde y sin pretensiones, como todo el mundo lo conoce, De la Torre apenas y quiere ser senador de la República, nada más ni nada menos.
Y a lo mejor y se le logra. Esto, porque según los hechos, la cabeza de los pepenadores ya hizo acuerdos, y por eso a un precandidato lo agrede, le trampea los actos, y a otro le organiza visitas y le junta invasores que le aplaudan. Todo por el mismo precio.
¿Así es la política? Bueno, en el PRI hay de eso y más. Ahora resulta que Jesús Silva Herzog, además de la ruptura de los candados, del balconazo y la cargada organizada a su favor, cuenta ya con gente incondicional dentro del propio PRI-DF para apoyar su campaña.
Alguien dijo que no es cierto, que el PRI va a cambiar, pero no dio fechas y ésta por lo pronto no acusa diferencias. Total, si el diseño de la campaña estaba listo para apoyar a María de los Angeles Moreno, la cuestión era arreglar las cosas y cambiar nombre.
Por eso en la secretaría de Organización del PRI capitalino hubo un cambio fundamental: Arnoldo Cárdenas se fue a la campaña de Francisco Labastida como coordinador operativo en el DF, y llegó Irina del Castillo, una mujer del grupo de Manuel Aguilera.
Pero no nada más arribó para hacer el trabajo partidista, también está allí para dar apoyo a Silva Herzog, a quien le organizan muchos de los actos a los que asiste el precandidato.
Lo cosa no tendría mayores consecuencias si pensamos que el PRI siempre será el mismo, pero esta vez se sentaron bases y se establecieron reglas.
En el PRI-DF nadie las respeta, menos aún su presidente Manuel Aguilera. Esa es la tragedia, aseguran los observadores de la buena esperanza.
Por el PRD
¡Que nadie se mueva! Esa es la orden de Cuauhtémoc Cárdenas para la mayoría del equipo que lo acompaña en la tarea de gobernar el Distrito Federal.
Si pide permiso o renuncia, escenarios diferentes para la sucesión, aún es una incógnita, pero por lo pronto hay mucho frío en algunos colaboradores de Cárdenas.
Alguno ya había hecho maletas para la campaña y otros, envueltos en la fantasía de su prepotencia, levantaron castillos en el aire. Qué, ¿dentro del PRD no habrá quién le diga a Ricardo Pascoe que no se vale alucinar?