šEUREKA!

Cambio de hábitos

Un pequeño protozoario ųla Entamoeba histolyticaų, catalogado como una de las más primitivas células eucariontes y comúnmente llamado amiba, es capaz de colonizar el intestino grueso, invadir la mucosa intestinal e incluso destruir todos los tejidos del cuerpo humano. ƑCómo nos infectamos? Generalmente, al ingerir alimentos contaminados con materia fecal de otros portadores.

eureka En teoría, para combatir la amibiasis sería suficiente eliminar la contaminación de materia fecal, junto con procedimientos elementales de higiene. Sin embargo, de acuerdo con investigaciones citadas por el científico Adolfo Martínez Palomo, existen antecedentes en un estudio comparativo entre dos pueblos de Egipto, el cual muestra que también hace falta transformar profundamente nuestros hábitos de higiene y cultura.

En uno de esos pueblos ųSindbisų se instalaron fosas sépticas y fuentes de agua potable; además, se proporcionó educación higiénica a sus habitantes. En cambio, el pueblo de Aghour El Kubra no recibió mejora alguna. Al cabo de dos años se examinó a 140 personas y se encontró que la prevalencia de amibas era la misma, ya que no fueron utilizados los métodos que diferían de sus hábitos tradicionales.

Otra medida útil, aunada a una toma de conciencia sobre la cultura y los hábitos de consumo, es la protección del agua de la contaminación fecal y su adecuada esterilización ųuno de los métodos más efectivos y fáciles es hervir el agua durante 10 minutosų, ya que los quistes que se albergan en las heces fecales pueden vivir días o semanas en el agua.

También es importante, señala Martínez Palomo, lavar los alimentos con agua que fluya de la llave y no con agua almacenada en un recipiente. A su vez, se debe reconsiderar el consumo de alimentos en la calle, hecho que es común en un alto porcentaje de la población y fuente importante de infección.

Por ello, el especialista sugiere un esfuerzo por modificar esos hábitos mediante prácticas higiénicas reforzadas en escuelas, unidades de salud y en los hogares. (Mirna Servín)