* Subió a 12 mil 18 la cifra oficial de muertos por el sismo en Turquía
Voluntarios rescatan con vida a seis personas
Reuters, Afp, Ap, y Dpa, Estambul, 21 de agosto * Contra cualquier pronóstico los cuerpos de salvamento lograron rescatar hoy con vida a unas seis personas, entre ellas dos niñas y una anciana de 95 años, al cumplirse cinco días del sismo que sacudió Turquía el martes pasado.
El saldo de víctimas aumenta conforme pasan las horas y, según el informe provisional más reciente, 12 mil 18 personas murieron, 33 mil 150 resultaron heridas y miles más se encuentran sepultadas aún bajo los escombros.
La Organización de Naciones Unidas se aventuró a dar un balance estimado de damnificados que en las ciudades más afectadas alcanzaría los 200 mil, mientras que el primer ministro turco, Bulent Ecevit, indicó que unas 60 mil casas y edificios se vinieron abajo o están seriamente dañados como consecuencia del terremoto de 7.4 grados en la escala de Richter.
Las pérdidas económicas son de 200 millones de dólares diarios y podrían ascender a un total de 40 mil millones de dólares, según cálculos de la Asociación de Industriales y Empresarios Turcos.
Sólo en Golcuk, 60 por ciento de los edificios se desplomó, indicó un funcionario de Naciones Unidas que comparó la situación en el noroeste turco como "una zona de guerra", mientras disminuyen las posibilidades de encontrar con vida a más víctimas y aumenta el temor de un nuevo sismo de grandes proporciones.
Especialistas estadunidenses en sismos declararon que al terremoto de esta semana podría seguirle otro de una intensidad similar, debido al comportamiento sísmico de la falla Anatólica Septentrional, responsable del movimiento telúrico del martes.
El sismólogo Ross Stein advirtió que ese comportamiento se asemeja al de fichas de dominó que van en caída, y de ocurrir otro temblor, advirtió, afectaría principalmente los alrededores de Estambul.
Hasta el momento se han registrado unas mil 300 réplicas de menor intensidad del movimiento telúrico del martes, aunque algunas de ellas superaron los 4 grados en la escala Richter.
El calor, que en un principio fue uno de los motivos de esperanza para encontrar sobrevivientes, es ahora uno de los principales motivos de preocupación ya que acelera el proceso de descomposición de los cadáveres, de tal manera que los militares, expertos extranjeros y voluntarios sólo pueden trabajar con mascarillas ante el olor que despiden los restos de las víctimas.
En la mayoría de los casos las autoridades fotografían a los muertos y les toman sus huellas digitales para su posterior identificación, con el fin de acelerar los entierros y reducir las posibilidades de epidemias.
Grupos de socorristas británicos y holandeses abandonaron las tareas de rescate y se preparan para dejar el país en los próximos días. "La razón por la que venimos fue para rescatar sobrevivientes. Eso se ha terminado", declaró el jefe del equipo británico, Edward Pearne, citado por la agencia Anatolia.
De acuerdo con las estimaciones de los expertos, el límite de sobrevivencia en estos casos no supera las 72 horas, pero se han dado casos de rescate de personas vivas después de varios días.
Aún con el pesimismo a cuestas, los equipos de rescate desplazados en la localidad de Yalova lograron sacar con vida a una anciana de 95 años y a una niña israelí de 11 años de nombre Merve, cuyos familiares murieron en el sismo que dejó una franja de destrucción de 280 kilómetros de largo y 35 de ancho.
También se informó del rescate de dos hermanas de 19 y 10 años, de un hombre de 39 y de un niño cuyo principal problema es la deshidratación ya que no presentan heridas de consideración. Los infantes, indicó un especialista, tienen más oportunidades de sobrevivir porque necesitan menos agua y espacio.
Decenas de miles de personas prefieren permanecer en las calles sobre todo en las localidades de Burdsa, Estambul, Adaparazi e Izmit. En esta última ciudad se localizó el epicentro del temblor que provocó el incendio de la mayor refinería del país, la paraestatal Tupras.
Las llamas, que se creían controladas este viernes, se reavivaron hoy, pero las autoridades descartaron que puedan extenderse a otros sectores, ante lo cual el Ministerio de Energía anunció que importará unas 700 mil toneladas de productos petroleros para hacer frente a la demanda.
Según el diario Turkish Daily News, el gobierno destituyó a los gobernadores de las provincias de Izmit, Sakarya y Yalova, pero la versión no fue confirmada en forma oficial. El motivo de la remoción son las críticas crecientes por la lentitud en la ayuda oficial y militar a los damnificados.
El jefe de gobierno reaccionó a las críticas y señaló que la falta de comunicaciones y la destrucción de carreteras habían entorpecido los trabajos de salvamento y pidió a la población confiar en el Estado.
"Actuar con rapidez para limitar la súbita pérdida de vidas por un terremoto tan destructor... superaría las capacidades de cualquier gobierno", afirmó en un mensaje al pueblo turco transmitido por televisión.
Jesper Holmer Lund, de la Unidad para Evaluación de Desastres y Coordinación de Naciones Unidas, defendió la actuación del gobierno turco, cuya respuesta, afirmó, "ha sido impresionante teniendo en cuenta la extensión del área afectada. No hay muchos países occidentales que podrían haberlo hecho mejor".
Agregó que unos 2 mil 200 miembros de equipos de socorro de 51 países participan en la operación, apoyados por 146 perros amaestrados, y calificó como exagerados los temores de epidemias.
Holmer indicó que de las nueve zonas visitadas por la Unidad para Evaluación de Desastres y Coordinación sólo una de ellas fue declarada ya como "inspeccionada sin que haya más sobrevivientes", aunque no precisó de qué lugar se trata.
"No creo que en la era contemporánea hayamos tenido un terremoto de esta magnitud. En vista del área afectada, éste es uno de los mayores jamás vistos", dijo.
El Centro de Crisis turco pidió a todas las instituciones estatales y privadas poner su maquinaria pesada, equipos y camiones a disposición de las autoridades locales para retirar los escombros y los cadáveres de los edificios colapsados.
Por su parte, el presidente estadunidense, Bill Clinton, pidió a sus compatriotas apoyar las operaciones de rescate y donar fondos para ayudar a las víctimas del sismo.
El mandatario reiteró su promesa de ayudar en todo lo posible al pueblo turco, y al respecto la Casa Blanca informó que tres buques militares, que transportan a unos 2 mil 200 marines y material médico, llegarán este fin de semana a Turquía.
Según la prensa turca unos 50 países ya enviaron ayuda a los damnificados, entre ellos Grecia, país con el que Ankara mantiene una disputa territorial. El diario turco Hurriyet escribió "Gracias vecino", y en griego "Muchas gracias, amigo".
Por otra parte, un temblor de 5.5 grados Richter sacudió las regiones de Nara y Wakayama, en el oeste de Japón, movimiento que causó sólo daños materiales menores. El sismo se sintió en Tokio y en la prefectura de Yamaguchi.
En Costa Rica se sintieron tres temblores de 4.8, 4.2 y 3.9 grados Richter, y el epicentro se localizó a unos 50 kilómetros al sureste de la ciudad de Quepos.
Según los sismólogos, fueron réplicas del temblor de 5.3 grados que sacudió Costa Rica, Panamá y Nicaragua en la madrugada de este viernes. No se informó de heridos o daños materiales.