* Exhibe Las oscilaciones del imaginario en el MACO


La pintura oaxaqueña no debe limitarse a lo mítico: Zárate

Angélica Abelleyra * Unas veces su pintura es fragmentada y alcanza el abigarramiento de las líneas y el color. Otras, los paisajes aireados dan resguardo a figuras plenas y en suspenso. Más allá, un cuadro supuestamente negro otorga, entre la espesura de la selva, brotes de luz que permiten divisar una piragua conducida por una mujer. Son Las oscilaciones del imaginario, de Luis Zárate, confección móvil e incierta del autor oaxaqueño que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO).

Zárate nació en el pequeño poblado de Santa Catarina Cuanana, Tlaxiaco. Vivió hasta los 20 años en Jalatlaco y radicó 12 más en París, entre 1974 y 1986. Aunque en la capital francesa acudió a la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas y el Atelier 17, considera que su formación ha sido autodidacta, con influencias palpables de Rufino Tamayo, Francisco Toledo y Rodolfo Nieto.

"Ajeno a modas, inserto en la modernidad del siglo XX en cruce con su propia iconología, Luis Zárate desata un amplio imaginario sin que ninguno de sus cuadros abandone su marca, el sello personal", escribe para el catálogo la crítica de arte Lelia Driben y enfatiza que, acorde con tal diversidad, acciona distintas puestas de la materia y el color, así como múltiples instrumentos que inventa él mismo: pinceles con remate de un trozo de suela triangular o esferas cubiertas de silicón ranurado para otorgar cierta textura en la superficie. Más adelante, señala una carga metafórica en los cuadros del oaxaqueño: "La metáfora desplazada, indirecta, de una incesante cópula que incluye y trasciende lo corporal, que eslabona animales, objetos y figuras humanas para engendrar, gracias al juego de artificios, nuevas identidades".

 

La diversidad del estilo

 

Con motivo de la exhibición que permanecerá hasta el 22 de agosto en el MACO ųMacedonio Alcalá 202, centro decaballos Oaxacaų, platicamos con el autor de pocas palabras.

ųSon diez años y una multiplicidad de formas en tu pintura. ƑBuscas que el público no te ubique en determinado estilo?

ųSí. Es lo que busco para no hacerme aburrida la vida.

ųLa pintura es, entonces, diversión.

ųTambién.

ųƑQué más es?

ųUna manera de ver la realidad y de imaginar las cosas.

ųLa estructura compleja, fragmentada de cada cuadro, Ƒla vas integrando en el momento o ya está preconcebida?

ųAl principio pareciera que uno tiene una estructura definida pero inmediatamente que abordas la hoja o la tela te vazapata llevando por otros lados. A veces, aunque digas que recuerdas cosas, los recuerdos ya no están y se mueven, se modifican. Esto te puede llevar por donde menos lo esperas y todo cambia.

ųƑDe donde viene tu tendencia a la fragmentación de la imagen?

ųEmpecé con los caparazones del armadillo, observando la fragmentación que luego fui exagerando hasta llevarla a romper con todo.

ųDel abigarramiento en la tela has pasado a los espacios con aire. ƑCambió tu concepción del espacio?

ųEl objetivo fue ser más expresivo. Dejé de limitar las formas y empecé a soltar el pincel para que el color funcionara más dramáticamente. Ahora, en esta etapa de más aire en la superficie pictórica, me siento más libre. Aunque nada es seguro.

ųLa carga erótica a veces es abierta y otras velada.

ųUltimamente ha desaparecido, porque puede ser una especie de chantaje al público, facilita en el espectador la aceptación y eso no me gusta.

--Uno de los cuadros fundamentales (no reproducido en el catálogo) se titula Chiapas. Selva negra. ƑCómo surgió la negrura?

ųPorque veo así el panorama actual de Chiapas. Claro, hay ciertos destellos de luces, pero quise hacer algo que imaginé al cerrar los ojos. Veía reflejos en el pantano, una lanchita, una mujer y la presencia de la selva.

ųTu formación ha sido autodidacta, fundamentalmente en París.

ųSí, pero creo que ya me fui de Oaxaca hecho pintor.

ųƑCómo influyó tu estancia allá?

ųInfluyó para ayudarme a ver mejor el lugar de donde vengo. Además de ver algunos cuadros de muchos pintores que me interesaban. De lejos se agrandan los defectos y las virtudes se aclaran.

ųA estas alturas, Ƒqué de bueno y qué de malo tiene ser pintor oaxaqueño?

ųAl ser oaxaqueños tenemos que hacer una doble lucha, además de ser pintores; tratar de no caer en los estereotipos, en los esquemas, en los regionalismos; evitar la pintura encasillada siempre en lo mítico. Hay que hacer un poco más de trabajo y generarnos un compromiso.

ųƑQué futuro tiene la pintura oaxaqueña ante un supuesto boom?

ųEn la pintura oaxaqueña hay mucha imaginación. Lo que hay que hacer son ejercicios para allanar el camino con juicios más críticos, de autoreflexión. Los jóvenes tienen que acabar con nosotros, arrasarnos.

ųƑEs ficticio este boom?

ųHay ciertas constantes que pueden indicar que continuará, pero no hay que creerse todo. Necesitamos ser críticos, leer mucho y ver el mundo. Ya necesito irme.

ųAdemás de Tamayo, Toledo y (menos) Nieto, asumes influencias de Dubuffet y De Kooning. ƑPuede un pintor matar, arrasar como dices, esas presencias?

ųSí, hay que luchar contra de ellas. Primero aceptarlas y luego matarlas.

ųƑLo has logrado?

ųNo lo sé. El reto es el trabajo constante para tratar, al menos, de disminuirlas y evitar que te anulen.