n Botellazos y hasta un coctel molotov en el local
Se enfrentan trabajadores de la SCT por el control del sindicato
Elizabeth Velasco C. n Trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se enfrentaron ayer a botellazos y lanzaron una bomba molotov cuando decenas de integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del sindicato de esa dependencia (SNTSCT) intentaban recuperar su sede, tomada el miércoles pasado por un grupo de inconformes encabezados por Arturo Rossano Cañas, líder de la sección administrativa de oficinas generales del Distrito Federal.
A causa del enfrentamiento, ocurrido al mediodía en Río Mississipi, a unas calles de Paseo de la Reforma, resultaron con lesiones leves por esquirlas de botellas Jorge L. Camacho Vega, auxiliar de la Secretaría de Trabajo y Conflictos del sindicato, y Aurelio Pichardo Ramírez, quienes levantaron una denuncia en la séptima agencia del Ministerio Público.
El fuego del coctel molotov prendió en una camioneta Dina estacionada frente al edificio sindical, pero las llamas se sofocaron de inmediato. El secretario de Asuntos Jurídicos del SNTSCT, Eliseo Jiménez, afirmó que el vehículo pertenece al sindicato.
Alfonso Justo y Marcelino Anaya, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que presenciaron los hechos, explicaron que los inconformes lanzaron botellas y una bomba incendiaria a los representantes sindicales cuando éstos trataban de levantar la cortina metálica del edificio ubicado en Río Mississipi 50. Jiménez Martínez, Camacho Vega, Adán Alcántara (secretario de Pensiones) y otros confirmaron la versión de los policías y señalaron que también les lanzaron, desde un segundo piso, ''pesas de un gimnasio'' ubicado en el sindicato.
Sin embargo, Rossano acusó a sus contrincantes de haber sido quienes ''vinieron a agredirnos; quisieron levantar la cortina; hubo un estallamiento de bombas molotov, y hay gente que me ha amenazado con arma de fuego, específicamente Felipe Rodríguez, secretario particular de Víctor Bernardo López'', líder del SNTSCT. Según Rossano, la noche del miércoles, día en que tomaron la sede sindical, integrantes del CEN ''estuvieron bebiendo (fuera del local) y empezaron a agredirnos con botellas. šEllos lanzaron la bomba molotov!''
La tensión duró varias horas. Cerca de 50 miembros del CEN del SNTSTC permanecían fuera del sindicato, mientras Rossano y su gente se pertrechaban con sillas y escritorios dentro del edificio.
Pasadas las 15 horas llegaron representantes de la Oficialía Mayor de la SCT, entre ellos María de la Luz Ruiz, y el ex dirigente de los ferrocarrileros, Jorge Peralta Vargas, a quien Rossano identificó como ''trabajador de la Dirección de Comunicación Social'' de la dependencia.
Peralta llegó en un Lincoln negro último modelo y, teléfono celular en mano, se acercó a la cortina y le dijo a Rossano que no se preocupara, ''pues en cualquier momento van a llegar 200 gentes para lanzar a éstos (dirigentes y trabajadores sindicales) a patadas''.
A Peralta se le ha acusado de tener relación con el asesinato de Praxedis Frausto Esquivel, ex líder de los ferrocarrileros; éstos aseguraron que Peralta defraudó al fondo mutualista Previsión Obrera, de cuya administración fue destituido por la Comisión Nacional de Seguros por sus antecedentes penales.
Rossano le dijo a Ruiz Mariscal que estaba dispuesto a entregar las instalaciones ''siempre y cuando haya una negociación que convenza a las partes involucradas. No quiero que esto se convierta en un derramamiento de sangre, pues va a venir gente del magisterio, ferrocarrileros y electricistas a darnos apoyo''.
Tras sostener que está ''para apoyar a la institución (SCT) y quiero a mi sindicato, pero no quiero que estos señores vuelvan a agredir a mi gente'', Rossano salió del edificio prácticamente escoltado por Peralta, y junto con Ruiz, abordó el Lincoln negro para acudir ante la oficial mayor de la SCT, Guillermina Muñoz Soto, y buscar una salida ''negociada''. Por otro lado, el secretario de Asuntos Jurídicos del SNTSCT, Jiménez Martínez, dijo que el dirigente nacional, López, ya estaría con Muñoz Soto o con Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
El móvil del conflicto
Rossano afirmó que integrantes de su sección sindical --''la más grande del país, con 3 mil 500 trabajadores''-- han sido víctimas de ''represión, acoso y hostigamiento'' por parte de López porque en enero presentaron una denuncia en contra de éste, de Fermín Barragán Martínez, ex secretario general del SNTSCT, y de Nacional Provincial de Seguros ''por un fraude de ocho millones de pesos contra el patrimonio de 35 mil trabajadores''.
Jiménez dijo: ''Efectivamente se cometió ese fraude, pero no fue López el responsable, sino Barragán (secretario general en el periodo 95-98), por lo que el CEN del SNTSCT presentó también una denuncia ante la PGR, en marzo''.
Empero, Rossano sostuvo que López está involucrado en el fraude, pues era secretario de Finanzas cuando se cometió. Agregó que también han denunciado a su dirigente por ''lesiones, calumnias y difamación, además de que retuvo ilegalmente cuotas por un 1.8 millones de pesos a los controladores de tráfico aéreo''. Agregó: ''Hemos agotado todas las instancias con autoridades y el líder de la FSTSE para lograr una solución'' y no ha habido respuesta.
También López, explicó Jiménez, ha demandado acción penal contra Rossano, pues el fondo del conflicto es ''político: el de López es el primer comité electo en forma democrática; por esa razón y porque el sindicato apoyó un paro nacional de labores de trabajadores de marina mercante, hace cuatro meses, y en otras secciones, hay malestar entre las autoridades de la SCT''.