n Pidió no ser triunfalistas ante el reciente crecimiento económico


Faltan muchos años para lograr bienestar, reconoce Gurría

n Las cifras sobre salarios desmienten el excesivo optimismo del funcionario, dicen especialistas

Antonio Castellanos n El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, reconoció ayer que para llegar a los niveles de bienestar, de acceso a los satisfactores, de escolaridad, de salud y de nutrición a que el país aspira tendrán que pasar muchos años, e indicó que el producto interno bruto (PIB) de 3.2 por ciento obtenido en el segundo trimestre y el superávit en las finanzas públicas en la segunda mitad del año deben ''darnos tranquilidad, pero no motivarnos para ser triunfalistas''.

Manifestó: ''No podemos echar las campanas al vuelo'' porque faltan todavía seis meses del presente año y estamos viendo todos los días que hay muchos factores externos que provocan volatilidad en los mercados. Hoy mismo, recalcó, bajó la bolsa porque hay incertidumbre en sudamérica y existe la posibilidad de un aumento en las tasas de interés de Estados Unidos.

El funcionario expresó que en lo macroeconómico se avanza y expuso los siguientes hechos: medio millón de nuevos empleos en el primer semestre, inflación baja, y la misma tendencia para las tasas de interés; 5 mil millones de dólares de inversión extranjera y confianza en el exterior. Además, hay un blindaje económico por 24 mil millones de dólares, 31 mil millones de dólares de reservas y vencimientos de deuda por 5 mil millones de dólares.

Todo lo anterior representa la base para la transición de ''un mejor nivel de bienestar'', además de que, dijo, permitirá una transición tranquila y en crecimiento. Le damos un ''bono económico al proceso político electoral, eso crea un entorno de tranquilidad para que las elecciones se desarrollen con toda normalidad'', agregó.

El vocero de la dependencia, Marco Provencio, dijo que nadie en Hacienda, ''ni el titular, ni el vocero ni ninguno de los funcionarios está diciendo 'ya la hicimos', estamos en jauja, no tenemos problemas, no tenemos pendientes. En lo absoluto, eso no es lo que se está señalando'', pero tampoco podemos caer en un extremo de no reconocer lo que el país avanza.

Gurría habló a través de los medios electrónicos, después de que el miércoles en la residencia presidencial de Los Pinos expuso los avances en la reducción de la inflación, el aumento del empleo, el incremento en la exportación y el superávit en las finanzas públicas, que, había dicho, no son cuentas alegres ni espejismos, porque ahora los salarios ''alcanzan para comprar más cosas''.

Precisó que el entorno externo no ha mejorado, pero México sí, ''por nuestro propio esfuerzo, porque tomamos decisiones a veces difíciles, a veces dolorosas para mantener las finanzas públicas en equilibrio, aumentar el ahorro, administrar la deuda externa para pasarla a plazos de pago mucho más largos y no endeudarnos más ni interna ni externamente''.

Las crisis de fin de sexenio, agregó el funcionario, se dieron por ''falta de disciplina fiscal; gastamos más de lo que ingresamos; nos sobrendeudamos en 1994 y en 1995 teníamos más de 30 mil millones de dólares de esos famosos Tesobonos, que había que pagar en 12 meses. Se nos cayó muy fuerte el ahorro''.

Concluyó: ''Hubo una época de enorme euforia previa a esta crisis. Entonces hubo que traer los ahorros de afuera en el momento que hubo problemas políticos en 1994 --Luis Donaldo, Ruiz Massieu--, pues ese dinero salió corriendo del país y nos hizo un enorme agujero. Dependíamos nada más del petróleo para las exportaciones y hoy representa 6 o 7 por ciento. El 90 por ciento son manufacturas''.

El subgobernador del Banco de México, José Sidaoui, dijo, en la presentación de la revista Economía Mexicana, que pese a los resultados alentadores, es necesario continuar construyendo un marco normativo e institucional que permita incrementar más el ahorro interno, y contar con fuentes más sólidas y permanentes para financiar el crecimiento y el desarrollo social del país.

Señaló que una política monetaria comprometida con el combate a la inflación, como la que aplica el banco central, contribuye a crear un clima más adecuado para ahorrar e invertir, por eso la participación del instituto emisor en la modernización y fortalecimiento del sistema financiero también contribuye a establecer un marco institucional más adecuado para el ahorro.

Imparable caída del poder adquisitivo

Fabiola Martínez n La declaración del secretario de Hacienda, José Angel Gurría, acerca de que ''los salarios ya alcanzan para comprar más cosas'', representa un exceso, un desatino y demuestra falta de respeto total hacia el pauperizado nivel de vida de la población, afirmaron investigadores universitarios y dirigentes sindicales.

Con base en análisis elaborados periódicamente en torno al desarrollo del poder adquisitivo de los salarios, señalaron que este indicador ha observado una imparable caída desde 1976 y que las propias cifras oficiales desmienten ''el excesivo optimismo'' del funcionario. Además, dijeron, persisten de manera deliberada los controles o topes salariales que, incluso, prohiben a diversos sectores empresariales brindar mejores percepciones.

Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y militante priísta, consideró que la opinión de Gurría corresponde al inicio de una estrategia gubernamental para ayudar al reacomodo electoral del PRI y acreditar por todos los medios la política económica aplicada.

El dirigente sindical --cuyos representados (trabajadores de Teléfonos de México) perciben en promedio salarios de alrededor de 12 mil pesos mensuales-- ironizó en torno a la postura del titular de Hacienda y Crédito Público.

''Exhortaría al señor secretario a que nos diga a qué país se refiere; después de aquel 'mito genial' de que en México no había desempleo, jamás había escuchado una cosa más desatinada. Sinceramente, es una falta de respeto, šse pasó Gurríaš'', dijo.

Laura Juárez, investigadora de la Universidad Obrera de México y quien realiza diversos estudios en materia salarial, dijo que aunque los equilibrios en indicadores macroeconómicos --como inflación o finanzas del sector público-- están ''relativamente controlados'', este resultado no se ha reflejado en el salario o empleo de millones de mexicanos.

De 1994 a la fecha su poder adquisitivo ha caído poco más de 35 por ciento en términos reales, mientras que las remuneraciones contractuales descendieron, en el mismo periodo, 23.63 por ciento; las de la industria manufacturera cayeron 22.80, las de las maquiladoras de exportación 12.09, y las industria de la construcción 31.75 por ciento.

Ante ello, dijo, los datos emitidos por el secretario de Hacienda no tienen ninguna lógica y se inscriben, en el mejor de los casos, en la intención de mostrar mejores resultados económicos ante el próximo informe presidencial.

Juárez agregó que en México el gobierno sigue ubicando al salario como la causa directa del aumento de la inflación y aplica la política laboral con base en disposiciones de organismos financieros internacionales, con los cuales mantiene múltiples compromisos crediticios.

Para Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, la declaración de Gurría ''es simple demagogia, en afán de justificar el control bestial al salario''.

El Sindicato Mexicano de Electricistas --cuya base trabajadora percibe menos de 100 pesos diarios-- señaló que lo anterior refiere un informe parcial que nadie cree. ''Definitivamente, son declaraciones fantásticas, fantasía pura neoliberal'', señaló el vocero de esa organización, Ramón Pacheco.