Gozarían de garantías laborales en Alemania
Derechos para prostitutas
Dpa, Hamburgo, 15 de agosto Ť Una viva polémica ha desatado estos días en Alemania la propuesta del gobierno de reconocer la prostitución como una profesión con todos los derechos sociales y laborales.
En declaraciones a un diario local, la socialdemócrata Christine Bergmann, ministra de la Mujer y la Familia, anunció que a comienzo del año próximo presentará un proyecto de ley que deje de considerar la prostitución "contraria a las buenas costumbres de la sociedad".
En Alemania, quienes ejercen esta actividad no tienen derecho a exigir el pago de sus honorarios, pero en cambio el cliente sí puede obligar a que se le presten los servicios por los que ha pagado.
Hasta ahora las prostitutas alemanas no tienen derecho a vacaciones, seguro de salud y de desempleo ni jubilación. Aun así, el Estado alemán reconoce su oficio y exige a las mujeres públicas el pago del impuesto sobre la renta, pero no les permite efectuar deducciones al no reconocer su actividad como una profesión.
La ministra de Justicia alemana, Herta Daeubler-Gmelin, aclaró que está en contra de la prostitución en sí, pero subrayó la necesidad de "acabar con la miserable hipocresía que la acepta y exige el pago de impuestos, pero condena a las mujeres y favorece a los clientes".
Políticos de la oposición demócrata y socialcristiana se apresuraron a advertir que el comercio con el sexo no puede ser visto como un servicio similar al "del mostrador de correos".
El subsecretario de Asuntos Sociales del sureño estado de Baviera, Joachim Herrmann, calificó la propuesta de "señal nefasta para las mujeres jóvenes" y acusó al gobierno del canciller Gerhard Schroeder de tener "una escala de valores malsana".
Las organizaciones de autoayuda de sexoservidoras manifestaron su satisfacción por la iniciativa y recalcaron que una nueva legislación facilitaría a muchas a abandonar el oficio. La psicóloga Barbara Ambrosy, de la entidad de asesoramiento Kober, indicó que muchas están endeudadas por los altos alquileres que deben pagar en los burdeles y las sumas que tienen que pasar a los proxenetas. Debido a que el fomento de la prostitución es ilegal, las mujeres se ven obligadas a trabajar también de forma ilegal para rufianes en vez de hacerlo para propietarios de clubes y cabarets que tienen todo en reglamento, explica.
"Muchas trabajan 16 horas diarias" y con la legalización podrían tener horarios reglamentados y un sueldo básico, o incluso independizarse y hasta contratar a otras mujeres, aduce.
De acuerdo con los datos de las organizaciones no gubernamentales, cerca de un millón de personas ųen su mayoría hombresų recurren a diario en Alemania a los servicios de unos 400 mil hombres y mujeres dedicados a la prostitución. Se estima que por estos servicios se pagan anualmente unos 12 mil 500 millones de marcos (6 mil 800 millones de dólares).