Ť La cinta de Bouhnik aborda el reto de la supervivencia en las cárceles
Zonzon, el encierro intrínseco del hombre
Raquel Peguero Ť El ser humano, dice el director francés Laurent Bouhnik, siempre es prisionero de algo: de la sociedad, del cuerpo, de los valores... Por ello le interesó abordar el tema de las prisiones, porque es una forma más pragmática, realista, tangente de mostrar el hecho: ''Desde siempre me ha obsesionado el tema del encierro, tanto social como psicológico, y la manera como cada quien lo enfrenta. Esa es la idea de la que partí para filmar Zonzon".
Escrita originalmente como obra de teatro, Zonzon (como de forma coloquial llaman a la prisión en Francia, como en México le dicen bote) fue adaptada por Bouhnik y uno de sus autores, Patrick de Lassagne (el otro es Marc Andréoni, quien además actúa en el filme). Aunque conserva la idea de contar la vida cotidiana de un reclusorio, "poco tiene que ver con la versión teatral", afirma su director, quien considera sin embargo que no hay traición al texto, porque sus dramaturgos forman parte de la aventura. Lassagne vivió la experiencia carcelaria a los 18 años, cuando cumplió una sentencia de ocho meses. Ahí ųseñala la información para la prensaų aprendió mucho, sobre todo a "contar la experiencia sin sensiblerías ni complacencias".
La película cumple con ese cometido. El microcosmos carcelario le permitió al realizador francés desarrollar la historia a partir de tres personajes de diferentes medios sociales y completamente distintos entre sí para mostrar la forma como enfrentan el dilema de la pérdida de la libertad. Uno de ellos, por ejemplo, "se evade a partir del humor, aunque llega el momento en que se da cuenta que por más que haga no puede evitar el hecho de que está en la cárcel. Están muy marcadas las personalidades de cada uno y en los otros no hay risas, porque no tienen ningunas ganas de hacerlo", sostiene Bouhnik en entrevista, durante su estancia en México para promover su segundo largometraje.
ųEn la historia hay una sucesión de pequeñas traiciones, pero la más fuerte es la del chavito adinerado, Ƒen el subtexto hay una especie de revancha?
ųEl azar no existe ųresponde con una risaų. La gente con poder, con mucho dinero o fama, en algún momento sobrepasa su escala de valores, porque está acostumbrada a tener todo; por lo tanto, lo demás no le importa, algo que no es frecuente en quienes tienen menos poder o dinero, pues son más fieles a sus principios, a su gente, a su todo. Por eso este chavo va por ahí, y lo que de alguna manera está comunicando es que lo va a hacer y que, de todas maneras, después se va a ir contra el muro, porque el tiempo que estuvo en prisión ya lo echó a perder. Por otro lado, no es malo, es decir, no traiciona de mala forma. La oportunidad le llega, y no es que esté buscando la manera de fastidiar al de junto.
ųLo interesante es que se da una transformación en los personajes.
ųLo que me interesa es la evolución del ser humano, pues por naturaleza el hombre es un depredador que vive entre otros millones de depredadores y tiene que sobrevivir. En el filme, además, en ese microcosmos, no hay elección, y la dificultad está en poder lograr vivir juntos. La transformación de los personajes, busca dejar un mensaje optimista. Lo que sí quiero decir es que, por lo menos la diferencia y la cualidad que le veo a mi película es que, hasta donde sé, es la única que trata el tema de la prisión desde los días cotidianos de los presos, porque en general son de alguien que se escapa. Si juntáramos todas esas películas, habría más presos afuera que adentro de las cárceles, porque siempre se escapan.
ųƑExiste en Francia una prisión como la de la película o es una escenografía?
-Es un set. Visité muchas cárceles, pero como tenía una idea muy precisa de lo que quería, no encontré nada parecido, aunque tuve la suerte y la complicidad del decorador Jacques Rouxel, quien entendió la idea. La diferencia aquí es que en las prisiones americanas y las francesas las puertas se abren eléctricamente o se jalan de lado. En la película la puerta se abre normal y eso tiene que ver con el sonido y la imagen, pues al espectador le impresiona más el clac de una puerta que abre o cierra con fuerza, que una puerta que corre. Así, la idea de encierro es más precisa.
ųY también más coreográfica.
ųSí, porque lo importante era dar mi visión, mi sentimiento, respecto de lo que es la prisión, y no hacer un documental de cómo son realmente las cosas. Todo eso es una apreciación por medio de elementos visuales y sonoros, con el uso de la luz, todos los elementos de la puesta en escena van en ese sentido.
ųTu otra película, Select hotel, también tiene que ver con marginación, drogas, encierro... Como temas, Ƒson una obsesión?
ųLas drogas, la prostitución, esos problemas sociales son cosas que encierran, y como ves regreso al tema, del enclaustramiento, pues de alguna forma te tienen prisionero. Nunca he hecho dos películas iguales, pero me interesan esos temas que te atrapan. Mi tercera película, aunque no es igual, es de otro tema que creo que encierra a la gente: la soledad. Se llama 1999 Marlene, y es la primera de una serie de diez películas en las que aparecen personajes recurrentes. En cada una se tratará un tema distinto o se enfocará a una cuestión en específico. La estrenaré en el festival de Locarno, pero concluir la serie me llevará tiempo, pues aunque lo ideal es rodar una por año, las escribo, las produzco y las dirijo, y con tanto trabajo quién sabe cuándo concluya.
(Zonzon, protagonizada por Pascal Greggory, Gaël Morel y Jamel Debbouze se exhibe desde el 6 de agosto en salas de esta ciudad)