Ť Encuentro en el Aguascalientes de La Realidad
Y los ponentes se trastocaron en observadores de la militarización
Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 15 de agosto Ť En "defensa del patrimonio cultural", cientos de estudiantes, académicos y trabajadores vinieron a celebrar una reunión aquí, y lo que tuvieron, además del acto al cual acudieron, fue llanamente un encuentro con la realidad de la resistencia y el avance de la militarización.
Al conocer la noticia del operativo inusitado del Ejército en la distante comunidad de Amador Hernández, también territorio en rebeldía, y la puerta más codiciada a la reserva de la biosfera de Montes Azules, el ánimo general del encuentro cambió drásticamente.
A la gravedad del asunto que los trajo aquí, a la mayoría por primera vez, se sumó la gravedad, más inmediata y urgente, del estado de sitio establecido por el Ejército (que expande sus posiciones alrededor y dentro de las comunidades indígenas) en Amador Hernández, al fondo de la cañada del río Perla.
Para discutir la en efecto discutible propuesta de Ley General del Patrimonio Cultural, que se rifa actualmente en el Senado de la República a propuesta de un legislador panista interesado en el asunto, los asistentes se organizaron durante dos días en 11 mesas de trabajo, y unos 60 de ellos acabaron lanzándose a la comunidad militarizada, formando dos comitivas de observación civil. O sea, además de leer sus ponencias en La Realidad, cruzaron el río Jataté y se internaron hacia dicha comunidad tzeltal seis horas a pie, para conocer en directo otro sitio donde también se juegan los destinos de la soberanía nacional. Justamente en la región de Amador Hernández se localiza una reserva petrolera de grandes proporciones, y del conocido interés del gobierno estadunidense y diversas corporaciones trasnacionales de América y Europa.
O sea, estos jóvenes tuvieron una experiencia, en dos tiempos y pocos días, de cómo está la situación en las partes más sensibles de la identidad y la integridad de la nación.
Precisamente aquí y ahora llegó un escrito del senador perredista Mario Saucedo que hace referencia a los "instrumentos de contención y represión" que emplea el sistema para imponer el "liberalismo salvaje":
"Uno de esos instrumentos ha sido, y es, incrementar el número de elementos de las fuerzas armadas en tareas que no son propias de sus funciones, y en desplegar fuerzas del Ejército en varias regiones del territorio nacional, especialmente en las zonas habitadas por grupos indígenas. Es en Chiapas donde se registra la mayor concentración de tropas de toda la historia de la nación y, también, de grupos paramilitares protegidos por las autoridades, cuya función ųademás del asesinatoų es crear la idea de que la problemática indígena de Chiapas es sólo un asunto entre comunidades, grupos o individuos indígenas."
Diálogo abierto por los pueblos indios
El doctor Román Piña Chan envió una ponencia, recibida con gran interés en el Aguascalientes de esta comunidad tojolabal por actuales y futuros antropólogos, en favor de la ENAH y el INAH: "Hay que defender a nuestra institución por todos los medios que tengamos al alcance: meditar y elaborar una propuesta que eleve de rango al INAH... y comenzar el siglo XXI con una institución vigorizada, cuya mística sea otra vez nacionalista, pero posmoderna y democrática, al servicio de la sociedad pluriétnica y pluricultural que conforma a la nación mexicana".
El reconocido arqueólogo comparte con todos aquí el rechazo a la propuesta de ley de presunta paternidad panista, "pues refleja el sistema neoliberal y globalizador aplicado a los bienes culturales de la nación".
Un reflejo de la nueva percepción de los asuntos nacionales es el creciente interés en, y compromiso con, los pueblos indígenas mexicanos. Sus destinos se han vuelto explícitamente inseparables del destino de todos los demás. La mesa 2 del encuentro, que trató sobre diversidad cultural, concluyó: "Los pueblos indios no pueden seguir siendo un mero objeto de investigación étnica ni exhibición de vitrina. Es a través del trabajo antropológico, comprometido con la sociedad y su cultura, que se puede estar al lado de los pueblos en la caracterización, definición y defensa del patrimonio, para la recuperación de la memoria colectiva... Su cosmovisión y sus formas de vida nos han aportado una enorme riqueza para la reflexión a través del diálogo abierto por ellos. En estos nuevos espacios la sociedad ha encontrado valiosos referentes para entender su identidad".
No lejos de las reflexiones del doctor Piña Chan, un grupo de estudiantes de Filosofía y Psicología de la UNAM comunica sus consideraciones: "Al defender los derechos indígenas defendemos nuestra identidad como nación. Pensamos que a través de la autonomía los pueblos indígenas pueden conservar y rescatar su cultura, a partir de una autoidentificación y libre determinación del rumbo de su vida. Y por lo tanto los pueblos tendrán mayor capacidad de preservar su cultura".
En sucesivas participaciones se habló de los todavía incumplidos acuerdos de San Andrés como otra zona sensible y trascendente de esta resistencia civil e intelectual, materializada en el rechazo a la iniciativa de ley.
La abogada Magdalena Gómez pregunta en el escrito que envió a La Realidad: "ƑCómo se unifica la agenda social de quienes defendemos un Estado que siga cumpliendo funciones sociales y la demanda de los pueblos indígenas? La condición es que en este proceso asumamos que la construcción de alternativas parte de que rompamos la hegemonía cultural, excluyente de la pluriculturalidad".
La concepción de patrimonio cultural de la propuesta de ley no oculta su vocación desarrollista, y eufemísticamente mercantil. "Se define al patrimonio cultural como uno de los ejes fundamentales para promover el desarrollo nacional", indica la "exposición de motivos" de la controvertida propuesta.
Esto es lo que Felipe Echenique, académico del INAH, considera como una "vía soterrada" que desregulariza otros patrimonios históricos culturales.
El nivel fue de todo, pero abundaron caracterizaciones notables por su novedad, su frescura, y su extraordinario interés en el país y su gente. Se habló de museos comunitarios, de respeto a las prácticas religiosas y espirituales de las comunidades y de una verdadera libertad de culto. Incluso se abrieron interrogantes para la definición de las "culturas híbridas" que se manifiestan en los medios urbanos: punks, trashers y otros.
Finalmente, el encuentro llamó a "las organizaciones de trabajadores del campo y de la ciudad, sindicatos, organizaciones populares y a la sociedad civil para la construcción de un frente social nacional en contra de las privatizaciones, en defensa de nuestra memoria histórica y del acervo cultural de la nación, que debe tener un carácter de utilidad pública, en oposición a un interés individual. En síntesis, un frente que se pronuncie en defensa de la soberanía nacional".
Los puentes insólitos
En su mensaje de clausura a nombre del EZLN y sus bases de apoyo, el subcomandante Marcos hizo continuas referencias, directas o no, a los "puentes" que se tienden en estos encuentros, y que llegan a ser "insólitos", como el chanfle que le metieron los zapatistas a una donación del SITUAM, para hacerla llegar a los huelguistas de la UNAM, para "sus tostadas y su posol".
En un presídium donde también participaron Daniel Acevedo, del sindicato de trabajadores del INAH; Iridia González, de la ENAH; una estudiante de la UNAM que participa en el CGH, y el comandante Tacho, la maestra Guadalupe Goncen, a nombre de los académicos del INAH, expresó: "Hoy en día convergen distintos movimientos en defensa del patrimonio natural y cultural, de la memoria colectiva, así como los ideales y las demandas zapatistas".
Quizás por eso esta mañana, cuando los asistentes al encuentro se aprestaban a partir de regreso, el helicóptero militar que sobrevoló el Aguascalientes, varias vueltas a bajísima altura, provocó a una formación insólita y espontánea. Los jóvenes se colocaron a mitad de la explanada, formando con largas filas, las cuatro letras: EZLN. Si la aeronave llevaba cámara, seguramente la habrá filmado.
"Agosto es el mes de la memoria", dijo el subcomandante Marcos en un juego borgeano que partía del Popol Vuh y desembocaba en la fábula de un "hombre loco y tonto" que sembraba árboles. De ese modo recordaba que hace 30 años se fundó lo que hoy se conoce en todo el mundo como Ejército Zapatista de Liberación Nacional. A veces las fábulas no alcanzan a disimular la emotividad. En algún momento de su rememoración, según la conoció el vocero zapatista hace 15 años, al ingresar a dicha organización, Marcos guardó súbito silencio durante largos segundos de homenaje.
Después de esta fábula de la vida real, que en cierto modo recuerda al Hombre que plantaba árboles, del francés Jean Giano, el subcomandante hizo referencia conjunta a las distintas luchas de resistencia que hoy se libran, pacíficamente, en el país: la resistencia del SME contra la privatización eléctrica, la huelga universitaria contra la privatización educativa, el rechazo creciente y progresivo a la ley en ciernes que privatiza el patrimonio cultural, y la resistencia de tiempo completo que libran hoy en día las comunidades indígenas, en Chiapas, y en muchas otras partes.
"Aunque parezca que lo que hoy defendemos es el pasado, en realidad en La Realidad hemos acordado defender el mañana", rubricó su mensaje el subcomandante Marcos, y entonces concluyó el encuentro.