Imparcial significa no tener prejuicios a favor ni en contra.
Esto es muy importante en el conflicto desatado entre los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En el enfrentamiento, los directamente afectados son los consejeros Jesús Cantú Escalante, Jaime Cárdenas Gracia y Emilio Zebadúa González. El primero puede perder un nada despreciable cargo público y los dos restantes son potenciales objetos de sanciones.
Las posibles sanciones en contra de los tres consejeros del IFE surgieron a raíz de denuncias del PRI y del PT. Esto es también un aspecto muy importante del problema, porque todas las críticas de respuesta se han enderezado contra el tricolor y se olvida que las protestas iniciales fueron suscritas también por el PT, un partido al que se concede un trato muy desigual: es importante cuando forma parte de la coalición opositora, pero es menospreciado cuando se sale de esa línea.
Por lo menos en el caso de referencia, todas las acusaciones se han dirigido contra el PRI y se olvida que las denuncias contra los consejeros fueron suscritas también por el PT, un partido que es actualmente uno de los pilares de la alianza opositora que se trata de consolidar con la finalidad de terminar con el largo predominio priísta al frente del gobierno de la República.
El PT, cabe recordar, se anticipó al PRD al postular como su candidato presidencial al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, y con ello lo dejó en una posición privilegiada, pues en las eventuales elecciones para definir al candidato de la coalición opositora, Cárdenas podría aparecer por duplicado en las boletas, ya sea como representante del PRD o como candidato del PT.
En conclusión, el PT no es de ninguna manera una figura que pueda ser menospreciada en el panorama político nacional. Sin embargo, los consejeros acusados y sus defensores invariablemente se refieren al problema como producto de una ofensiva del PRI.
A partir de lo anterior, sólo se puede llegar a dos conclusiones: una, que existe una predisposición en contra del PRI por parte de los consejeros acusados y de sus simpatizantes y, dos, que el PT sólo es importante como socio, pero inútil o de segundo nivel cuando no está de acuerdo.
Esto no es una suposición, ni una conclusión apresurada. Basta revisar con detenimiento los comentarios de los consejeros o de sus allegados a los medios de comunicación. La casi totalidad de las acusaciones se dirigen al PRI y se omite la participación del PT en el asunto.
Todavía más: sin que mediara una solicitud formal, algunos de los miembros del Consejo General del IFE se apresuraron a elaborar un prontuario de los pasos y procedimientos a seguir para el registro de una coalición opositora, considerada la única posibilidad de derrotar al PRI en las elecciones del año 2000. ƑUn legítimo deseo de que se cumplan las leyes? O Ƒuna contribución para acabar con el enemigo común? ƑEs esto ser imparcial?
La cosecha
Para hoy está citada una sesión extraordinaria del Consejo General del IFE, en la que obviamente se tratará el asunto de las sanciones a tres de sus integrantes. Pero lejos de que este acto sirva para acabar con la polémica, servirá para arreciarla. Por lo pronto, la representación del PRI la considera inválida de origen, pues la convocatoria se expidió el sábado, a pesar de que las normas internas establecen que el plazo mínimo es de dos días hábiles.