Ť Resistencias al programa Nuevo Milenio
"De aquí no nos mueven", dicen los ejidatarios más pobres de NL
Víctor Ballinas, enviado/I, La Boquilla, comunidad de Aramberri, NL, 15 de agosto Ť "šN'ombre!, šqué me voy a ir a vivir a Lampacitos! De aquí no nos mueven", responde el ejidatario Pablo Tesina al auxiliar de Desarrollo Urbano Municipal de Aramberri, Agustín Almaraz, quien le pregunta si se iría a vivir a la comunidad de Lampacitos.
Almaraz insiste al campesino: "Oiga, Ƒno le gustaría vivir en una casita con servicios? Con el Programa Nuevo Milenio se les reubicará en esa comunidad, y habrá empleos". Y recibe la misma negativa: "šN'ombre!, šqué vamos a hacer allá! Acá estamos bien. Aquí déjenos", repite Tesina. "Estas tierras nos la dejaron nuestros padres, šcómo las vamos a abandonar!".
Esta es la respuesta de la mayoría de la gente de las 239 comunidades de los municipios de Aramberri y Zaragoza al programa Nuevo Milenio para el Sur de Nuevo León, que es un proyecto piloto para la reordenación del territorio y reubicación de habitantes pobres de localidades dispersas y aisladas. La negativa es principalmente de las personas de mayor edad.
Aramberri y Zaragoza son dos de los seis municipios pobres de Nuevo León ųsuperados por el de Doctor Arroyo, que tiene un mayor grado de pobreza y marginaciónų. En las 339 comunidades viven 21 mil personas, y el fin gubernamental es reubicar a más de 6 mil de las localidades más dispersas, en diez de las zonas denominadas Centros Estratégicos de Desarrollo.
El ejidatario Pablo Tesina es un hombre de 60 años, tostado por el sol, producto de su trabajo en el campo, porta machete a la cintura, su utensilio de trabajo, y calza botines desgastados por el uso que aún tienen la huella de recién haber llegado de la siembra: tierra y lodo fresco adheridos al calzado. Escucha al empleado municipal, le ve a los ojos y suelta:
"Estamos olvidados, Ƒpor qué mejor aquí no nos hacen un cuartito? Si en todos lados dicen que es igual, Ƒpor qué mejor aquí no construyen esos cuartitos? šAyúdenos! Aunque sea con el material que nos den, yo levanto mi cuarto, pero de aquí no nos vamos".
Campesinos y ejidatarios de La Boquilla, Dolores, Las Juanas, Puerto Bajo, Puerto Piñones, Lampacitos, San Rafael, La Aldea, San Juanito, La Reforma, Los Nogales se niegan a su reubicación, y exponen sus razones: "Por estas tierras pelearon nuestros padres, son nuestras; Ƒpara qué las quieren?".
Nuevo Milenio para el Sur de Nuevo León es un proyecto aún desconocido en la mayoría de las 339 comunidades que en conjunto tienen los dos municipios. En parte ello obedece a que, de entrada 105 comunidades de ambos municipios con menos de diez habitantes cada una "no es tán consideradas en el programa, por no ser de importancia", según se establece en los lineamientos del programa.
Esas 105 minúsculas localidades no son de importancia para el proyecto, se indica en el diagnóstico del Proyecto Milenio en el Sur de Nuevo León, sino que se confía en que sea la misma dinámica de crecimiento de los diez centros estratégicos de población que se proponen lo que atraiga e impulse a esa población hacia los nuevos polos de desarrollo.
Estos diez centros estratégicos se impulsarán con inversiones para atraer a la población de las comunidades dispersas y aisladas; cinco corresponden a Aramberri: la cabecera municipal, La Ascensión, Sandía, Lampacitos y Milpillas, y los otros al municipio de Zaragoza: la cabecera municipal, Dulces Nombres, Siberia, Rosillo y San Francisco.
Para este programa gubernamental revisten interés e importancia 205 de las 339 comunidades que abarcan ambos municipios, y que tienen de 50 a menos de 500 habitantes; "son centros con muchas familias que, al ofrecerles mejores oportunidades de empleo y vivienda, aceptarán ser reubicadas", indica el presidente municipal de Aramberri, José Eligio del Toro.
Sin embargo, resta importancia al hecho de que muchas comunidades aún no tengan claro en qué consiste el proyecto Nuevo Milenio, porque "no tenemos un plazo para reubicarlos. La gente está muy arraigada en sus comunidades; es más, a los viejos, a los ancianos y a muchos adultos, yo creo que a ésos ya no los sacamos. Ya están muy arraigados".
ųEntonces, Ƒpor qué mejor no les construyen cuartos en sus comunidades, como ellos piden?
ųPorque así no es el programa. Nuevo Milenio ya empezó, ya están desarrollándose las obras para el distrito de riego; ya tenemos el primer predio para reubicar a las 77 familias de gente joven: son matrimonios jóvenes que dijeron sí nos queremos reubicar. Esperamos reubicar en el corto plazo a 30 por ciento de los 21 mil habitantes que tienen los dos municipios.
El munícipe Del Toro explica: "Mire, Sandía, que es uno de los centros estratégicos para reubicar población de comunidades aisladas, dispersas, y a las que no va a ser posible dotarlas de servicios básicos, tiene influencia en 33 comunidades que están a su alrededor, y se espera que una vez que se potencie el desarrollo urbano y económico en ese centro, la población sola va a ir reubicándose; pero el gobierno tiene que adelantarse y construir la infraestructura que se va a requerir; hay que equipar esa comunidad".
Sabemos que "no será fácil. Sandía ųejemplificaų es hoy lo que es tras un proceso de 15 años. En 1984 tenía 750 habitantes; hoy tiene ya mil 300, lo que fue posible por la atracción del sistema de riego. Es una comunidad de siembra, y aquí la gente llega de manera natural, porque hay trabajo".
Lo que se quiere, insiste, es "que esa corriente natural de migración se dirija a un ritmo más rápido que el que hoy tiene. Lo que se va a facilitar con los servicios y el empleo. Los diez centros estratégicos que se escogieron no fue nada más porque sí. Ya son centros de movimiento natural. Cuando la población se abastece, ahí va a comprar; cuando la gente va al médico, va a esas comunidades; incluso para ir a la secundaria".
Estas comunidades, asevera el munícipe, son pobres, "apenas viven de sus siembras cuando se les dan, o de sus animalitos, pero no es posible que se les lleven servicios; primero, porque no hay recursos suficientes para llevarlos hasta donde están; y segundo porque son localidades muy pequeñas. Hay que reubicarlos donde haya servicios. En los diez centros que escogimos los hay, pero están subutilizados, por eso se van a potenciar".
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el Conteo de Población y Vivienda 1995, Aramberri y Zaragoza son dos de los seis municipios pobres de Nuevo León. El de Doctor Arroyo es mucho más pobre que los dos donde se está desarrollando el proyecto, y también está al sur de este estado.
Para el INEGI, los municipios de Aramberri y Zaragoza "son 50 por ciento menos pobres que los considerados en extrema pobreza a nivel nacional". Aquí, 61 por ciento de los 21 mil habitantes de los dos municipios perciben menos de un salario mínimo al mes, es decir, menos de 36 pesos al día.
La reubicación de las comunidades, señalan las autoridades municipales de Aramberri, es lo mejor para acercarles los servicios, porque "es mucho el gasto para llevarles agua; las distancias son muy largas entre una y otra comunidad, y los caminos son de terracería y rurales y muchos están en mal estado, y resulta muy caro llevarles agua en pipas".
Hace cuatro años que no llueve
En la comunidad La Trinidad, según narran los ejidatarios y campesinos, "hace cuatro años que no llueve fuerte, y en cambio casi todo el año hace mucho aire. El viento sopla y arrastra polvo todo el día. Así como está hoy, así está diez meses del año", señala el ejidatario Flavio Rodríguez.
Casi todos los días, desde antes del mediodía y hasta las dos primeras horas de la madrugada, corre un fuerte viento. "ƑVen? ųcomenta el ejidatario y señala hacia una cortina de polvo que el viento levantóų. Así es siempre. Hasta los niños se enferman de los ojos por el salitre".
La Trinidad es una comunidad semiárida y está incluida dentro de las 205 localidades del programa Nuevo Milenio. Hace tres años introdujeron agua, "pero no llega todos los días", asegura el campesino Rodríguez. Camina hacia una toma de agua que se encuentra a medio patio, para constatar lo que dice, la abre y ni gota asoma". A veces nada más en la tarde cae una poquita para llenar un tambo; otras veces pasan dos o tres días sin que tengamos agua, y entonces hay que ir al pozo a traerla, nomás que es medio salada", dice Altagracia Salinas, esposa de Rodríguez.
Su casa es de adobe. Consta de tres cuartos. "Se mete el polvo, y cuando llega a llover se mete el agüita", señala el matrimonio. La casa está cuarteada porque como se han sobrexplotado los pozos, en los últimos meses ha habido movimientos del suelo, explica Almaraz.
Este matrimonio de ejidatarios sobrevive. Rodríguez, de 64 años, cuenta que "ya no puedo trabajar en el campo. Me enfermé de la columna y ahora sólo cuido mis animalitos, unas 20 cabras. Tenía yo más, pero se puso enferma Altagracia (su esposa), y tuve que vender la mitad de cabras para pagar su tratamiento".
Altagracia, de 54 años, manifiesta: "Ahora que él ya no puede sembrar, yo me voy a la siembra. Siembro un pedacito, aunque sea para que haya maicito en el año. Pero hace un año la helada nos echó a perder la cosecha. Hace dos años la mitad de la siembra se perdió, y es que hace cuatro años no llueve fuerte. Apenas una lloviznita, pero nada más".
ųƑDe qué viven?
Altagracia cuenta: "Hago queso de cabra para ayudarnos. Con la leche de las cabras tenemos para hacer dos quesos, que vendo en 15 pesos cada uno, y los doy más baratos que en la tienda para que me los compren. Con eso nos vamos ayudando".
ųƑNo se irían a vivir a La Ascensión o a Aramberri, con el plan Nuevo Milenio?
ųNo. Oiga, Ƒpor qué mejor no me arreglan mi casita? ųresponde, Rodríguez.
"ƑQué vamos a ir a hacer allá? Aquí tenemos cabras, tenemos tierra que a veces sí se cosecha y a veces no, pero es nuestra. Aquí aunque sea tortillas y chile comemos, pero allá Ƒqué vamos a hacer? Ya estamos viejos, mejor aquí nos quedamos!"