Mañana concluye exposición internacional en San Cristóbal de Las Casas

El ámbar, antiquísima y mágica joya sin regulación

Javier Molina, San Cristóbal de Las Casas Ť Mañana concluye la Exposición de ámbar internacional que se inició en San Cristóbal de Las Casas, el lunes 9 de agosto. Con la inauguración de este evento se constituyó el Consejo Estatal Regulador de la Calidad del Ambar, A.C.: 13 grupos de artesanos organizados de Simojovel y de San Cristóbal que expusieron y ofertaron aquí su obra. Platicamos con la presidenta del consejo, Dora Luz Arisméndiz, Antonio Ramírez Jardines y Rolando Nájera Pérez, talladores, escultores, quienes conocen la totalidad del proceso, desde la piedra antiquísima hasta la obra de arte que se encuentra en las vitrinas.

La resina se obtiene fundamentalmente de Simojovel, Totolapa y Huitiupán. De las minas de Simojovel fundamentalmente. Las condiciones económicas de los mineros son muy relativas, porque como la extracción es muy rudimentaria (es marro, cincel y una vela únicamente el equipamiento), entonces resulta muy lenta y muy incierta. Pueden tardar dos, tres días y hasta una semana excavando sin encontrar un pedazo de ámbar, pero ya coincidiendo con una buena veta en un día pueden encontrar dos, tres kilos. El precio estándard del ámbar es más o menos a un peso el gramo, por eso sus condiciones económicas son muy relativas, porque si un día encuentran un kilo o dos, en una sola piedra ya obtienen más dinero.

El ámbar estándar consiste en piezas pequeñas, manchadas y de pedacería. En cambio, el de primera consiste en piezas grandes, sin fractura, y éstas ya pueden valer de dos a tres pesos el gramo. Desde luego que si el minero trabajara sistemáticamente y con técnicas y equipo más apropiados ganaría más que un buen profesional de una ciudad. ƑPor qué trabajan con técnicas rudimentarias? Porque no hay la referencia para usar otras, es un problema de información y de capacitación. Ya ha habido programas y crédito, pero no usan el equipo; son unos tercos, unos testarudos.

El ámbar se extrae desde tiempos precolombinos en regiones distintas de Chiapas que producen la misma calidad, porque corresponden a la misma zona ecológica. La resina proviene del mismo árbol, de la familia de las leguminosas. Y el ámbar mexicano tiene una edad aproximada de 25 a 30 millones de años (porque al respecto hay varias teorías).

Para hablar de esta gema es necesario referirse a cuatro sectores. Los mineros, que son básicamente tzotziles y zoques; el segundo sector es el de los lapidarios, quienes cortan y pulen una pieza, está integrado por indígenas y también por mestizos; después de los lapidarios ya vienen los artesanos, que básicamente son talladores, joyeros y, en el mejor de los casos, escultores. El cuarto sector ya son los comerciantes, quienes fundamentalmente operan en San Cristóbal y Palenque. Pero también hay muchos comerciantes extranjeros que vienen a comprar piedras en bruto, pero ellos no las pulen. Las llevan a joyerías para que allí hagan los cortes, porque las trasladan a otros países donde la mano de obra es más barata y más especializada, como en China y Bali, principalmente. Sin embargo, el ámbar mexicano tiene la gama más amplia y bella de colores en el mundo.

En un nivel artístico, el ámbar se trabaja fundamentalmente en la joyería y en la escultura. Sus temas son de la naturaleza, regionales, mayas... y temas libres, ya lo que el artista puede imaginar, libremente. Lo puede combinar con metales preciosos (plata y oro) de buena calidad. Ahorita ya se está trabajando incrustaciones de madera con ámbar, regularmente las bases de las esculturas son de madera, también preciosas, regionales.

Es pertinente decir que la integración de los cuatro sectores (mineros, lapidarios, artesanos y comerciantes) no está totalmente lograda, pero se está trabajando para ello. No existe ninguna organización que regule ni la extracción, ni la transformación y la comercialización del ámbar. Por ello los objetivos del Consejo Estatal Regulador de la Calidad del Ambar son los siguientes: Primero, conseguir la denominación de origen de la piedra preciosa y una marca registrada, para poder comerciarla a nivel nacional e internacional y así evitar el fraude de los que venden plástico y vidrio en lugar de ámbar. Luego es un incentivo para los artesanos para que puedan seguir mejorando la calidad de las piezas artesanales y artísticas (aretes, collares, dijes, mancuernillas, pulseras, brazaletes, prendedores, broches para el cabello, en fin, orfebrería y escultura). Otra función es la de promover la capacitación y certificar las calidades del ámbar.

Desde luego tiene un aspecto mágico, desde tiempos prehispánicos se usa para proteger a los niños del mal de ojo, y es por sus propiedades de concentrar y atraer la energía: funciona como un fusible, cuando hay una descarga de energía la absorbe, entonces en ese sentido es una especie de protector.

Como parte de la exposición hubo un concurso en el cual participaron 120 talladores, joyeros y escultores en seis modalidades: escultura, relieve, innovación, filigrana, laminado y lapidaria. Por lo tanto, hubieron seis primeros lugares ($8,000.00 cada uno); seis segundos ($5,000.00), y seis terceros ($3,000.00).

Aquí ya entendemos que se trató de un acontecimiento artístico, cultural y comercial con una afluencia de público sin precedente. Es en el terreno artístico donde ya podemos hablar con voz de agua, de llama de un árbol, de frescura sólida de la tierra más antigua, de la capacidad del trabajo que puede convertir la materia en una figura hermosa, a lo mejor eterna. Yo al ver las joyas siempre pensé en el mejor regalo para quien mejor se ama, al ver las esculturas ví el arte abstracto, la altura inmensa que puede alcanzar el trabajo humano.

La unión indestructible del hombre y de la naturaleza. Yo cuando fui niño también me pusieron un brazalete (un hilito) con un pedacito de ámbar. Porque es de nuestra tierra. Quisiera recordar en esta exposición una verdadera obra de arte abstracto: una figura de manera, una figura que surgió de la imaginación del artista.

Tiene tres gotas de agua (de ámbar) y en el centro un pez (completamente imaginario) de ámbar. Participó en la modalidad de innovación, algo nuevo, porque es algo nuevo lo que cambia. Lo dijo hace muchos siglos Heráclito: el mundo es un fuego eterno que se enciende y se apaga, se apaga y se enciende, eternamente, según medidas. Todo para decir que como las flores, la justicia, el amor, la hierba y la luna, el ámbar también es un don divino, una de las cosas bellas que el Creador y el creador nos ha concedido en esta tierra. Y en esta Tierra.