El Correo Ilustrado

La Jornada sábado 14 de agosto de 1999

Manifiestan su apoyo a la propuesta de los eméritos

Señora directora: Mucho le agradeceremos que publique esta carta de miembros del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.

Los abajo firmantes, integrantes del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, manifestamos nuestro apoyo a la propuesta de los distinguidos profesores eméritos, hecha pública el 28 de julio, por considerar que constituye el punto de partida para llegar a la solución pactada del conflicto universitario.

Atentamente

Helena Beristáin, Tatiana Buvnova, Esther Cohen, Mauricio Beuchot, Pedro Tapia, Germán Viveros, Maricela Ayala, José Alejos, Carlos Lenkersdorf, Verónica Vázquez, Fulvia Colombo, Aurora Ocampo, María Rosa Palazón, Aurora Sánchez Rebolledo, Marco Antonio Campos, Enrique Viloria, Sergio Olguín y 69 firmas más


Reflexiones en torno al movimiento estudiantil

Señora directora: El espacio de El Correo Ilustrado, siempre generoso, permite comunicarnos y compartir reflexiones con la comunidad universitaria para manifestarle nuestra solidaridad en estos momentos definitorios.

1. Creemos que el movimiento estudiantil universitario ha logrado cosas de gran importancia: movilizar la conciencia y hacer participar a la gran masa estudiantil, a maestros, investigadores, trabajadores, autoridades y población en general, de los problemas de la UNAM, su realidad y futuro ante el dogmatismo neoliberal. La huelga convirtió el tema de la universidad en una discusión nacional necesaria.

2. La rectoría ha demostrado que la política impuesta en materia educativa provocó el conflicto. No ha resuelto ninguna de las causas ni peticiones que orillaron a la huelga, pero ha adoptado las tácticas de desgaste, provocaciones, amenazas y linchamiento moral a los estudiantes con una manipuladora campaña publicitaria en los medios, calificando como "ultras" a todos los huelguistas.

3. Seguramente el movimiento tendrá algunos "ultras" infiltrados que cumplen su cometido de provocar y confundir, como los porros, orejas de Gobernación y demás fauna oficial incrustada en todo movimiento legítimo. Pero la mayoría estudiantil, con gran conciencia, propone un proyecto de educación superior que responda a los intereses de México y no al modelo que impone el Banco Mundial a los países de América Latina.

4. La huelga debe ser vista y analizada como un recurso en vista de la no-solución a sus legítimas demandas. El movimiento estudiantil no es sólo la huelga, va mucho más allá y es más importante, por lo tanto hay que preservarlo para ganar esta justa lucha, que prefigura el país que queremos.

5. La propuesta de los maestros eméritos busca el revertimiento de los factores negativos que la huelga está causando y la disminución del apoyo a la misma. El levantarla en forma condicionada, como lo propone, clarificará los objetivos del movimiento estudiantil, lo reforzará y mostrará si las autoridades están dispuestas a resolver por la vía del diálogo los problemas planteados o simplemente obedecen el guión de la política oficial, que sólo busca imponer, dividir, confrontar y reprimir como lo ha hecho en Chiapas y ante cualquier problema padecido por los mexicanos.

6. Porque defendemos el derecho a la educación superior gratuita y rechazamos el proyecto de república bananera que se nos ha venido imponiendo, sólo decimos: Gracias queridos maestros eméritos, gracias estudiantes que luchan, trabajadores, padres de familia y a todos los que amamos a la UNAM como bastión de la conciencia critica y plural.

Atentamente

René Villanueva y Beatriz Zalce


Precisión de Luis Javier Garrido

Querida Carmen: En el punto seis de mi artículo El baile, publicado el viernes 13, una errata que suprimió un renglón me hizo decir lo que no escribí, por lo que ojalá se pueda hacer la aclaración correspondiente. Al hablar de la última iniciativa oficial para obligar al levantamiento de la huelga y el papel de la comisión de ocho profesores eméritos, dije que no se podía ocultar su carácter y que resultaban por eso "significativos los respaldos que están recibiendo: un desplegado de escritores encabezados por Héctor Aguilar Camín, y otro de profesores coordinados por Rolando Cordera Campos (La Jornada, 12 de agosto, pp. 12 y 13)". "Tan significativos", agregaba, "como el supuesto apoyo de la mayoría de académicos", que desde luego jamás fueron consultados, y que no son otra cosa que los 30 colegios de profesores: es decir la vieja estructura corporativa de la UNAM..."

Luis Javier Garrido


Guillermo Sheridan expone su desacuerdo con Garrido

Señora directora: En un comentario sobre el conflicto de la UNAM aparecido el 13 de agosto en La Jornada, el señor Luis Javier Garrido nos entrega otro episodio, tan gracioso como siempre, de su íntima saga justiciera. Creo que, sin embargo, en este momento delicado, previo a la asamblea del sábado 14, su actitud puede confundir aún más al CGH, por lo que se impone diluir su comentario en risa.

El señor Garrido anuncia que los profesores eméritos "desde el inicio del movimiento han estado apoyando al rector Barnés"; que son parte de la "estrategia oficial"; que "tratan de doblegar a los estudiantes"; que reflejan a "la vieja academia siempre al servicio de las autoridades"; que la propuesta de los eméritos, en suma, "es la del régimen".

Como universitario, lamento que se ofenda de esa manera a un grupo de profesores que han dedicado su vida a la UNAM y la han prestigiado con sus notables trayectorias académicas, su desinterés intelectual y científico y su probada independencia de criterio. Deploro que se haga, además, cuando esos profesores realizan un enorme, agotador y paciente esfuerzo de conciliación. No menos grave es que, de pasada, sentencia que todos los universitarios, escritores, ciudadanos que han externado su apoyo a la propuesta de los eméritos lo hagamos por tontería o por interés. Desde el alto tribunal de sus certidumbres, el señor Garrido ha dictado, una vez más, tonante sentencia contra quienes no funcionan como él: los eméritos sirven al sistema y son tramposos; quienes los apoyamos somos sus víctimas; los colegios académicos somos estructura priísta; los moderados son perredistas, etcétera.

En resumen: como se observa en los escritos del señor Garrido, los universitarios somos lo peor de la universidad. Menos mal que él, él solito, se apresta ya a salvarla.

Atentamente

Guillermo Sheridan


Aclaración de Carlos Imaz

Estimada Carmen: Mucho te agradecería publicar las siguientes líneas:

Respecto a la nota que se publica el día 13 de agosto en la sección La Capital, en la que se me imputa tener nexos con taxistas piratas, quiero aclarar que la única relación con piratas que he tenido ha sido con el "Radio Pirata" que se transmitió en 1994 desde la delegación Coyoacán.

Recibe un abrazo.

Carlos Imaz Gispert, presidente del PRD-DF


No compete a la CDHDF expedir engomados

Distinguida directora: Por este conducto me refiero a la nota titulada "Imputan a Imaz y Quintero nexos con taxistas piratas" ųfirmada por Josefina Quintero, y que se publicó el 13 de agosto en el diario a su digno cargoų, para hacer del conocimiento de los lectores la siguiente precisión:

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) no tiene ninguna facultad para expedir engomados de ningún tipo, por la sencilla razón de que esta institución no tiene atribuciones en materia de transporte.

De acuerdo con la ley y el reglamento interno de la CDHDF, ésta conoce quejas y denuncias por presuntas violaciones a derechos humanos cometidas por servidores públicos que desempeñan su cargo en la capital del país. Es decir, atiende los reclamos ciudadanos en contra de las arbitrariedades y abusos de poder, pero de ninguna manera sustituye a la autoridad ni cumple con las funciones o servicios encomendados a los servidores públicos del Gobierno del Distrito Federal.

Cualquier persona que utilice el nombre de la CDHDF para cometer actos ilícitos debe ser denunciada a las autoridades correspondientes.

Agradezco la atención que se sirva brindar a la presente y aprovecho la ocasión para enviarle un saludo cordial.

Alejandro Juárez Gamero, director general de Comunicación Social de la CDHDF