OBSERVATORIO

CIUDADANO DE LA

EDUCACIÓN

COMUNICADO No. 14


Carrera magisterial

n ƑDiseñada para compensar el salario o mejorar el desempeño profesional? n Un debate múltiple sobre el cumplimiento de objetivos n Su impacto, condicionado a que se difundan los resultados

En México nunca se ha sabido con certeza cómo se desempeñan los profesores de enseñanza básica, y éste es un asunto fundamental para conocer la calidad del sistema educativo; las escasas investigaciones arrojan resultados preocupantes. Desde fines del sexenio anterior se puso en marcha en la educación básica el programa denominado Carrera Magisterial (CM), con la intención de impulsar la profesionalización del magisterio, evaluar su calidad, estimular su labor y mejorar sus percepciones salariales. Además, se dijo, dicho programa permitiría revalorar el trabajo de los maestros, motivarlos, promover su arraigo profesional, y reforzar el interés por actualizarse y superarse. A la fecha, CM continúa vigente y consume recursos muy considerables, pero la opinión pública no conoce con precisión su funcionamiento y sus resultados. Observatorio presenta algunos elementos de reflexión y debate al respecto.

CM es un sistema de promoción horizontal que consta de cinco niveles de estímulos económicos (de la A a la E), los cuales se incorporan al sueldo base de los maestros, en porcentajes que van de 24 a 198 por ciento sobre esa percepción. Los profesores participan de manera voluntaria e individual, sometiéndose a un detallado proceso de evaluación, en función de cuyos resultados pueden acceder a las nuevas categorías salariales sin necesidad de abandonar el trabajo frente a grupo, como ha sido el caso del ascenso vertical por escalafón.

El peso de CM en los ingresos de los maestros es porcentualmente alto; ingresar a la categoría "A" representa un incremento de casi una cuarta parte del salario nominal, (poco más de 700 pesos actualmente) mientras que llegar a la categoría "E" implica lograr una percepción de casi el triple del salario base. Los incentivos son otorgados en función de una evaluación del desempeño individual y, en la actualidad, CM beneficia a aproximadamente 65 por ciento de la base magisterial.

A diferencia de lo que ocurre en otros países de América Latina, en los que los sindicatos de profesores se han rehusado a la posibilidad de someter a sus agremiados a una evaluación, el programa de CM fue formulado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en su congreso extraordinario de febrero de 1990, y la propuesta formó parte del Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación Básica, firmado en mayo de 1992.

ƑQué se evalúa?

 

El sistema de evaluación considera seis factores que alcanzan entre todos un total de 100 puntos pero tienen un peso diferente: antigüedad (10), grado académico (16), preparación profesional (28), actualización y superación profesional (17), desempeño profesional (10) y aprovechamiento escolar (20). Conviene profundizar en la manera como se evalúan los cuatro últimos factores señalados.

La preparación profesional se evalúa por medio de un examen diseñado y aplicado por la Secretaría de Educación Pública. Este instrumento se elabora a partir de un Banco Nacional de Reactivos conformado por la misma SEP, que se actualiza con base en talleres que se llevan a cabo en todas las entidades del país.

La valoración de los cursos de actualización y superación se realiza mediante un puntaje por la acreditación de cursos. La mayor parte de los puntos atribuibles a este factor (12/17) se obtiene a partir de cursos nacionales diseñados especialmente por la Secretaría de Educación Pública, que en principio toma como base para su diseño y contenido los planes y programas de estudios vigentes, las necesidades educativas nacionales y estatales y los resultados de los factores de preparación profesional y de aprovechamiento escolar. El resto de los puntos puede provenir de cursos autorizados para tal efecto por las autoridades federales o estatales de educación, que serán responsables de los procesos de inscripción, registro, impartición y evaluación.

La evaluación del desempeño profesional se refiere al conjunto de acciones que realizan los docentes en el ejercicio de sus funciones. El desempeño se sistematiza en cuatro aspectos: planeación de los procesos de enseñanza-aprendizaje; desarrollo de los mismos; participación en el funcionamiento de la escuela, y participación en la interacción escuela-comunidad. La evaluación del desempeño profesional de cada profesor está a cargo del Organo de Evaluación Escolar, constituido en cada plantel por todos los profesores del consejo técnico escolar o su equivalente, y un representante sindical; lo preside el director del plantel. Se realiza en tres momentos del año escolar.

La evaluación del aprovechamiento escolar se refiere a los aprendizajes que los alumnos han obtenido en el grado o asignatura que imparte ese docente en concreto. Para esto se aplica un examen a los alumnos de cada maestro participante, a partir de un instrumento elaborado por la Secretaría de Educación Pública, que se basa en los planes y programas de estudio y en los libros de texto correspondientes.

Corresponde a una comisión paritaria SEP-SNTE (que funciona a nivel estatal y nacional) dictaminar qué docentes deben ser incorporados o promovidos en el programa.

 

Desacuerdos y debates

 

Como se puede apreciar, CM ha alterado significativamente los procedimientos de control y evaluación del desempeño individual de los profesores de educación.

Básica en nuestro país, está incidiendo en la vida cotidiana de todos los planteles, aportando datos evaluativos hasta ahora desconocidos sobre cada profesor y provocando deshomologación salarial del magisterio en su conjunto; algunos profesores resultan beneficiados y otros no.

Por otra parte, CM se presenta como un instrumento capaz de concretar los lineamientos de política educativa oficial en la vida cotidiana de la escuela, y de ayudar a que se pongan en práctica las acciones que se esperan de los maestros.

CM no se ha puesto en práctica sin tensiones. Una crítica recurrente enfatiza su carácter de mediatización de las demandas a favor de un salario magisterial digno. Asimismo, diferentes investigaciones de corte cualitativo han intentado conocer la influencia que tiene CM sobre la vida de las escuelas y plantean hipótesis relacionadas con la alteración o ruptura del ambiente académico y de relaciones de trabajo en ellas.

Un debate que sigue presente es si la calidad de la educación nacional depende del desempeño individual de los maestros o si el trabajo cotidiano de estos últimos está más bien condicionado y delimitado por los aspectos colectivos de la vida en los planteles. El funcionamiento del Organo de Evaluación Escolar, al que compete calificar el desempeño de colegas con los que se comparte diariamente el espacio y el trabajo, genera presiones; se cuestiona la validez de los instrumentos con los que se evalúa la preparación de los docentes y el aprovechamiento de los alumnos, pues se recurre a "exámenes objetivos", son discutibles las fuentes de los reactivos, la forma de aplicación y los procedimientos de evaluación. También ha habido casos denunciados y comprobados de corrupción en cuanto a la presentación y acreditación de los exámenes tanto entre los profesores como entre los alumnos, lo que es muy grave.

El sistema también puede acentuar prácticas indeseables, como la tendencia a abandonar las escuelas rurales, en lugares donde hay menores posibilidades de tomar cursos, y los puntajes de los alumnos suelen ser más bajos, y por lo tanto es más difícil cumplir con los criterios de promoción.

La duda de fondo que dejan estas investigaciones es hasta qué punto o en qué grado Carrera Magisterial mejora la calidad de la educación, a la vez que mejora efectivamente las condiciones de vida de algunos docentes y el aprecio por su función.

Por otra parte, CM se ha constituido también en una importante fuente de información sobre los maestros de este país, y sobre aspectos elementales de su desempeño, la cual no se ha dado a conocer a la opinión pública. Las autoridades federales afirman que transmiten los resultados sobre el aprovechamiento de los alumnos a los gobiernos estatales, pero sólo excepcionalmente trascienden algunos de ellos al público.

Tanto la Secretaría de Educación Pública como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación deben asumir la responsabilidad de ampliar la información pública respecto del papel que CM está cumpliendo en el logro de sus objetivos. Se ha puesto en marcha un complejo y costoso sistema de evaluación de los profesores, y conviene precisar qué formas adopta en los planteles escolares y, sobre todo, qué efectos está produciendo.

 

Interrogantes

 

Una evaluación es eficaz en la medida en que sus resultados se dan a conocer. En particular sería de mucho interés conocer:

ƑCuáles son las cifras precisas de cobertura de CM en sus diferentes niveles?

ƑCuál ha sido el resultado de los exámenes de preparación de los maestros? ƑCuál ha sido el resultado de los exámenes de aprovechamiento escolar de los alumnos?

En los tres casos anteriores, Ƒcómo se distribuyen y aprovechan estos resultados en función de las características de los profesores o de su distribución geográfica o por grados y niveles del sistema educativo nacional; y cómo han variado a lo largo de estos años de vigencia del sistema?

ƑSe ha pensado en fijar patrones de evaluación diferenciados, considerando la diversidad regional y la heterogeneidad del magisterio?

ƑDe qué manera la SEP está incorporando los resultados de las evaluaciones de CM en el diseño de los cursos de actualización y superación de los maestros o en las medidas para mejorar la calidad de la educación? ƑDe qué manera lo hacen las autoridades educativas de los estados?

ƑQUIÉNES SOMOS?

 

Somos un grupo de ciudadanos comprometidos con el desarrollo de la educación nacional, interesados en la observación crítica de las políticas gubernamentales en este campo, y que buscamos contribuir a solucionar los graves problemas educativos del país. Observatorio espera que las autoridades respondan a sus preguntas y cuestionamientos, y ofrece la publicación de sus respuestas en este espacio.

Todos los ciudadanos están cordialmente invitados a sumarse a nuestra iniciativa. Favor de enviar sus nombres, con sus datos de localización e identificación, a La Jornada, Observatorio Ciudadano de la Educación, Apdo. Postal 20-423. San Angel. Méx. D.F. C.P. 01001. Fax: 622 75 79 y correo electrónico:

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Nuestros comunicados aparecen el segundo y cuarto viernes de cada mes en este espacio periodístico; se pueden reproducir en cualquier medio indicando su procedencia.

 

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Grupo de redacción: (en orden alfabético): Alejandro Canales, María de Ibarrola, Pablo Latapí Sarre, Felipe Martínez Rizo, Javier Mendoza, Carlos Muñoz Izquierdo, Elsie Rockwell, Roberto Rodríguez y Lorenza Villa Lever.

Otros integrantes: 167 firmas de 29 entidades federativas. Véanse en la página de Observatorio en Internet.

 

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