Retratos de Marilyn, Jackie y Mao se exhibirán en la muestra de Bellas Artes

El sentido lúdico y la seguridad del trazo, méritos de Warhol: Arteaga

Se incluye la primera serie completa con sus diez serigrafías Campbell's Soup Can

Merry Mac Masters n Una exposición de Andy Warhol (1929-1987) sin sus latas de sopa Campbell's y sus Marilyns sería un tanto decepcionante. Sin embargo, todo artista tiene su antes y su después, y Warhol no es la excepción. La muestra organizada por el Museo del Palacio de Bellas Artes (La Jornada, 5 y 10 de agosto) cuenta, incluso, con la primera serie completa de serigrafías con sus diez ejemplares de la Campbell's Soup Can (1968), y el dibujo a lápiz de 1962 donde primero trató el tema. De la rubia estrella de cine se encuentra la serigrafía Marilyn Monroe (1967) y Cuatro Marilyns (ca. 1979-86), de las series inversas, de pintura de polímero sintético y serigrafía. Pero también está presente el joven Warhol, anterior al éxito.

 

Tragedia e imágenes de celebridades

 

La muestra Andy Warhol, de 71 obras del artista pop, revisa los diferentes momentos de su producción, dice en entrevista Agustín Arteaga, director del MPBA y curador de la exposición. Un primer periodo comprende 13 dibujos fechados alrededor de 1950 y son la obra de un Warhol recién mudado a Nueva York, después de terminar sus estudios de diseñador gráfico en el Instituto Carnegie de su natal Pittsburgh, Pensilvania. A decir de Arteaga, en este etapa de su trabajo hay ciertos elementos que se convertirán en caracerísticos de su producción madura, como el sentido lúdico y la seguridad de trazo. También está ese aspecto kitsch que marca su quehacer como si fuera algo ''relativamente ligero", pero que a la vez lleva un fondo en cuanto a las cuestiones conceptuales y críticas. Asimismo está su lado sensual, erótico.

Sigue un grupo de obras que el público ''espera ver". Es decir, el periodo pop de los años sesenta, cuando Warhol retoma elementos de los supermercados como Tres botellas de Coca-Cola (1962) y Cajas de Heinz (1964). También enraizada con lo pop está la reflexión que hace acerca de la violencia en la sociedad estadunidense. Aquí toma imágenes gráficas aparecidas en los periódicos y las traslada como temas de creación artística. De ahí Desastre de atún (1963), que tiene que ver con el consumo masivo de latas de atún descompuesto. En su continuo cuestionamiento sobre la condición humana y sus símbolos, están aquellas imágenes que reutilizan la silla eléctrica o las escenas de accidentes automovilísticos.

Para Arteaga el punto cumbre de esta producción es donde se une la tragedia con la imagen de las celebridades, manifiesto en el retrato de Jacqueline Kennedy. A partir de la serie de trabajos que Warhol hace acerca de la ex primera dama, se abre otra vertiente de su obra que será precisamente el retrato. Apunta: ''Podemos decir que Warhol viene a convertirse para los años sesenta o para el fin de este siglo, en el Velázquez de la plástica estadunidense, en el sentido de que se convierte en un pintor de corte. La nobleza cambia, pero el pintor está allí registrando a todos estos personajes, de alguna manera con la fiereza de Velázquez. No idealiza, sino encuentra los rasgos fuertes de una personalidad con los que se puede distinguir al sujeto retratado".

Dentro del apartado retratístico está Mao Tse Tung (1970), a raíz del primer viaje del presidente Richard Nixon a China. Warhol convierte al líder de masas en un icono pop por medio de originales múltiples y serigrafías. Hasta interviene pictóricamente en Mao (1972-73). También crea Papel tapiz Mao (1974).

En las series inversas, Warhol emplea la fotografía mediante un proceso serigráfico, recicla imágenes de artistas, sea la misma Monroe, pero también Judy Garland y Liza Minnelli. En algunos casos trabaja de manera directa con una impresión al positivo, mientras que en otros trabaja la impresión en el negativo, explica Arteaga. Otro conjunto de obra está relacionada con fiestas y mitos. Luego está el grupo de los símbolos con alteraciones en su lectura o su descontextualización. Esto ocurre en el momento que se emplea una cruz, un signo de dólar o un cuchillo sin darle un contexto para que tenga un carácter religioso, monetario o práctico de utensilio.

Otra área alberga sus ''colaboraciones", cuando retoma lo pop en los años ochenta, a modo de un ''pospop", anota el entrevistado. Los dos últimos conjuntos de obra corresponden a las series ''arte del arte" en las que, por un lado, recicla imágenes como una madonna renacentista de Rafael o La última cena, de Leonardo Da Vinci y, por otro, altera los iconos tomando por ejemplo el camuflaje de un uniforme militar.

Aquí Arteaga alude a esta ''obsesión" de Warhol por multiplicar las imágenes con el ''diálogo" creado por los artistas pop en torno del arte culto y lo popular: ''El hecho de que una imagen culta, como puede ser La última cena, se reproduzca de manera infinita modifica el estatus de la misma. Por otro lado, otra representación culta como la Estatua de la Libertad se transforma al camuflajearla. Entonces, hay ambivalencia de diálogos". Sobre la reutilización el compositor John Cage alguna vez afirmó: ''Warhol nos ha enseñado con la repetición que no hay repetición en el arte".

Una de las sorpresas de la exposición es que comprende ocho dibujos de Julia Warhola, madre del artista, personaje básico en su vida que fomentó su interés artístico desde niño y vivió con él hasta su muerte. ''Es como la película Rebecca, de Alfred Hitchcock ųdice Arteagaų, en la que el ama de llaves anda como fantasma viendo que nada falte, que nadie le fuera a hacer algo al señor de la casa ni que se ocupe el lugar que dejó la esposa muerta. La madre de Warhol es un personaje que está en la sombra. Sólo cuando su hijo sentía que alguien podía ser cercano se le presentaba. A pesar de la imagen y modo de vida tan particulares que tuvo, la madre siempre estuvo allí, aprobando a sus amistades".

(Andy Warhol será inaugurada el día 17, a las 20:00 horas, en Bellas Artes. La mayoría de las 79 obras provienen del museo y de la fundación Warhol, y hay piezas de coleccionistas particulares de EU y un mexicano, Eugenio López. Del Museo Tamayo es la técnica mixta, Perro, de 1976.)